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viernes, 11 de marzo de 2022

Drive my car, Ryûsuke Hamaguchi




Título original: Doraibu mai kâ
Director: Ryûsuke Hamaguchi
Duración: 179 min.
Año: 2021
Género: Drama
País: Japón
Actores: Hidetoshi Nishijima, Tôko Miura, Reika Kirishima, Sonia Yuan, Satoko Abe, Masaki Okada, Perry Dizon,  Ahn Hwitae




Tráiler:


¿Por qué ver Drive my car?
• La diversidad que muestra a lo largo de todo el metraje.
• Sabe cómo combinar todos sus elementos para conseguir una película fluida y ligera.
• Es de esas películas que te dejará pensando.

Que una película de habla no inglesa sea nominada a las categorías más importantes de la gala de los Óscar es un hito que llama la atención y pone el foco de inmediato en el filme que ha conseguido pasar de la eterna Mejor película de habla no inglesa. Ya lo consiguió Parásitos en 2020 con seis nominaciones de las que ganó cuatro, y este 2022 parece que la historia se vuelve a repetir con Drive my car, nominada a cuatro categorías: Mejor película, Mejor director, Mejor guion adaptado y Mejor película de habla no inglesa.

La comparación con Parásitos es inevitable, pero no porque ambas se parezcan remotamente, sino porque Drive my car reivindica en cada minuto de metraje algo que el director de la película surcoreana ya dijo en su discurso de aceptación al premio de Mejor director: "una vez que superes la barrera de los subtítulos, descubrirás películas increíbles".

Drive my car consigue superar cualquier barrera del lenguaje con una trama de lo más sencilla. Esta empieza con Yusuke Kafuku (Hidetoshi Nishijima), un actor y director de teatro al que podemos observar pasando por situaciones dramáticas sin aparente emoción. Situaciones que no desvelaré para mantener la sorpresa, pero que serán clave para que el director se sumerja en la adaptación de la obra Tío Vania en el festival de Hiroshima. Aunque las adaptaciones de Yusuke no son del todo usuales: mezclan a personas de diferentes etnias, con diferentes lenguajes, y hacen que conecten a través del teatro.


De este modo, Yusuke tendrá que reconectar con una obra que remueve cosas que no está dispuesto a sacar a la luz, a la vez que se enfrenta a situaciones nuevas como la de tener una chófer que le lleve del hotel al trabajo. Algo a lo que Yusuke, que está acostumbrado a conducir por su cuenta, no estará dispuesto en un primer momento.

La película sucede así entre viajes en coche, cintas de casete y lecturas de guion. Y aunque a simple vista puede parecer poco para los más de 170 minutos que componen el filme, consiguen que fluya con sorprendente gracilidad y se haga más breve de lo que realmente es.

Podría decir muchos puntos fuertes de Drive my car. Su elenco es uno de ellos, así como el guion (que parte de un relato de Haruki Murakami) y su fotografía. Sin embargo, su mayor fortaleza es el modo en el que encaja todos los elementos, consiguiendo emocionar y hacer reflexionar al espectador sin necesidad de explicaciones. No necesita acción ni giros sorprendentes de trama para mantenerte pegado a la pantalla y, teniendo en cuenta su duración y su trama, es todo un logro.


Drive my car es una película sutil, sencilla... una oda a la vida más cotidiana mezclada con esa parte de drama profundo que solo tienen las buenas películas dramáticas. Aunque no es el drama lo importante: es cómo se cuenta y cómo se pasa por cada situación de una forma de lo más natural.

¿Su mayor pega? Sin duda, el final. Sin caer en spoilers, creo que la película podría haberse acabado un par de minutos antes para impactar más al espectador. Personalmente, esos minutos finales me dejaron confusa y no me aportaron nada especialmente relevante. No como la escena que los precede, que, para mí, habría sido el final perfecto para el filme.

Drive my car es una representación de la vida y de la diversidad, lo que la hacen una película ideal para alzarse con más de una estatuilla dentro de los Óscar. A pesar de su duración, Hamaguchi consigue hacer una película de lo más ligera y envolvente, consiguiendo atrapar al espectador y hacer que el tiempo sea de lo más irrelevante. Porque si la película es buena, da igual el lenguaje, la duración y cualquier otro elemento. Y Drive my car lo demuestra con todos y cada uno de sus elementos.

Puntuación:

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