Ya hicimos una entrada comentándoos los puntos fuertes y débiles de la película Sólo se vive una vez, coproducción española y argentina del director Federico Cueva. El día de la presentación, tuvimos ocasión de hablar con Federico Cueva y con Arancha Martí, una de las protagonistas de la película.
Arancha Martí está empezando a dejarse ver por la gran pantalla española. Actuó como Carla en La gran familia española y ha participado también en series. Sólo se vive una vez ha sido su primer trabajo fuera de España y, según nos cuenta, no dudaría en repetir la experiencia.
P: ¿Qué sensación te ha dado hacer el papel de una judía?
A: La verdad es que como actriz ha sido un reto. Primero por el acento, que no es nada fácil. Es muy fácil imitarlos, es muy difícil hacerlo bien. Yo más, además siendo madrileña de toda la vida, que tengo un acento español cerrao, cerrao, cerrao. Tú imagínate, a mí al principio se me iba al andaluz, o le ponía una voz súper nasal de esta imitación del argentino que hacemos. Pero bueno, tuve la ayuda de una coach maravillosa que es Carolina Román que es una actriz argentina increíble. (...) Luego allí en Buenos Aires también tuve un coach, una compañera que estaba con los cascos todo el tiempo para oír cualquier error. Y otro de mis grandes coachs fue Federico Cueva, el director, que es argentino.
A: La verdad es que como actriz ha sido un reto. Primero por el acento, que no es nada fácil. Es muy fácil imitarlos, es muy difícil hacerlo bien. Yo más, además siendo madrileña de toda la vida, que tengo un acento español cerrao, cerrao, cerrao. Tú imagínate, a mí al principio se me iba al andaluz, o le ponía una voz súper nasal de esta imitación del argentino que hacemos. Pero bueno, tuve la ayuda de una coach maravillosa que es Carolina Román que es una actriz argentina increíble. (...) Luego allí en Buenos Aires también tuve un coach, una compañera que estaba con los cascos todo el tiempo para oír cualquier error. Y otro de mis grandes coachs fue Federico Cueva, el director, que es argentino.
(...) Es un reto, primero por el acento y segundo por el tema de la religión. Yo lo que quería era hacerlo desde el mayor respeto posible. Me documenté mucho viendo
películas de directores judíos que reflejan muy bien el tema de las
familias. Y luego además es que la trama de la película no es el
judaísmo, es el judaísmo ortodoxo, que es el Opus Dei de la religión
católica. (...) Teníamos un asesor judío en el rodaje sobre todo a la
hora de preguntarle dudas y de hacer las escenas. Por ejemplo: los
hombres y las mujeres no pueden tener contacto físico entre ellos en
público. (...) No hay nada de estudio, todo en
la sinagoga era real, grabamos todo en la parte de La Boca, del 11, que
es el barrio judío de Buenos Aires. (...) Cuando grabábamos en
la sinagoga y parábamos para comer no comíamos jamón, no comíamos carne,
todo se respetaba. Yo hice el acento porteño, (...) a la hora de hablar una palabra
sagrada o una en hebreo sí que le tenía al lado (...).
P: Te hemos visto cayéndote de un andamio, ¿cuál ha sido la escena más complicada de rodar?
A: Esa escena estuvo entretenida. Bueno, tengo que decir que en toda la
parte de acción que hay en la película teníamos nuestros dobles de
riesgo para las partes más arriesgadas, para que no mataran a ningún
actor en mitad del rodaje. Pero la gran mayoría de las cosas las hemos
hecho nosotros. Las persecuciones, peleas... las han hecho
ellos. Yo me colgué de un andamio a tropecientos metros de altura en el
techo de una sinagoga, también Hugo se subió después, (...) y Lanzani dio un salto desde la azotea que también
lo hizo él. (...) Estábamos tan metidos en ello (...) que cómo le vas a decir que no a
Federico Cueva cuando sabes que es un crack de los efectos especiales, que no te va a pasar nada, que estás en las mejores manos. (...) Luego va a quedar el plano muchísimo
mejor si es tu cara y no la doble de espaldas.
P: En el rodaje había gente de España, de Argentina... ¿cómo ha sido trabajar con un equipo tan plural?
A: Sí, al ser coproducción era una mezcla
importante. Pues muy bien la verdad, la acogida en Argentina desde el
minuto uno fue maravillosa. Todos nuestros compañeros argentinos hacían planes: vamos a comer allí, vamos a comer aquí, vamos a ver
una milonga, vamos a tal... Bueno, todo increíble. La verdad es que me lo
han puesto muy fácil. He tenido la suerte de trabajar con gente que es
muy cercana, gente que está ahí para ayudarte. No sabes lo que he
aprendido de este rodaje teniendo delante a gente como Gérard, Santiago
Segura, Carlos Areces… El que hace de mi padre, Luis Brandoni, que es un
pedazo de actor de toda la vida y que me ayudó mucho con el
tema del acento y demás. (...) Se me pasó muy rápido y
estoy deseando repetir y que se apueste mucho más por la coproducción no
solo argentina, sino en Latinoamérica en general porque compartimos un
idioma muy importante con un continente.
(...) Habría que apostar mucho más
por ello, coproducir muchísimo más porque todo es mucho más fácil. La
experiencia al final es increíble. El irte fuera a grabar, estar dos
meses en Argentina... porque claro, estás aquí rodando,
concentrada en tu rodaje pero llegas a tu casa, el fin de semana quedas
con tus amigos y demás. Pero claro, allí estás dos meses con la misma
gente, 24 horas del día, haces una familia preciosa, te llevas amigos…
La experiencia es muchísimo mejor. (...) Nunca
había estado tanto tiempo grabando tan lejos y me ha encantado. Habría
que apostar muchísimo por la coproducción y sobre todo por el cine de
acción español y de efectos especiales, porque tenemos grandes
profesionales como Federico Cueva y su equipo, pero no solo ellos, hay
muchísimos más.
P: ¿Con qué te gustaría que se quedara la gente de la película?
A: Que pasaran un buen rato, que sobre todo
salieran de aquí con una sonrisa después de haber visto una peli
divertida que creo que entretiene a la gente. Hemos estado en Sitges y ha tenido una buena acogida. Cada vez que había tiros o sangre
la gente aplaudía como loca (ríe).
Sobre todo al público que le guste la
comedia, que vaya a verla, al que le guste la acción que también vaya a
verla, porque tiene todos los ingredientes. Al que le guste el cine
argentino: a verla, porque también tiene ese ingrediente. Mezcla muchas
cosas para entretener y para que la gente pase un buen rato y no se
pierdan Sólo se vive una vez, que además tiene un elenco... No lo digo por
mi, que tiene un elenco impresionante: Gérard Depardieu, Santiago Segura, Hugo Silva, Peter Lanzani, Luis Brandoni, Pablo Lago, Darío Lopilato… Increíble por favor, que no se la pierdan.
P: ¿Cuánto tiempo os ha llevado hacerla?
A: Fueron seis semanas de rodaje, algo prácticamente imposible a lo que
sobrevivimos todos. También hay que tener en cuenta que, al ser una peli
de acción, las esperas son mayores, hay que hacer muchos más planos, los
cortos son muy rápidos, los ángulos son muy diferentes, todo es mucho
más rápido… Y luego a la hora de grabar estás mucho tiempo
esperando a la preparación, el ensayo, las luces, los efectos
especiales… (...) Porque con un
coche o camión para explotar tampoco hay muchas oportunidades de hacerlo
mal.
P: ¿Habías trabajado alguna vez con Federico?
A: Es la primera vez que trabajo con Federico. Hice el casting
con él desde el primer momento y la verdad es que ha sido una
experiencia maravillosa y me llevo un gran amigo. (...)
Porque además es un tío muy profesional y sobre todo que qué gusto que
da cuando te lo ponen todo tan fácil. Que llegas al set y Fede lo tiene
todo claro y te dice aquí esto, aquí lo otro, aquí no sé cuánto... Él mismo
incluso me aseguraba en las escenas de acción. Tenía su equipo para eso, pero era él mismo quien venía y me ponía el arnés, la cuerda… Es un gran profesional. (...) Federico ha sido un gran descubrimiento para
mí y creo que tiene un gran trabajo como director de cine.
Respecto a Federico Cueva, ha trabajado con los especialistas en películas como Mi gran noche y Las brujas de Zugarramurdi, de Álex de la Iglesia, y en la saga de Torrente de Santiago Segura. También se ha encargado de los efectos especiales, aunque esta es su primera experiencia como director.
Peter Lanzani (izquierda) y Federico Cueva (derecha) |
P: ¿Dónde se rodaron los exteriores? ¿Tenías pensados ya los actores que ibas a meter o ha sido un casting exhaustivo?
F: Yo cuando entré en el proyecto de la película, ya estaba
escrita. Tenía guión y el casting principal ya estaba armado. Así que
yo participé en el casting de un par de los actores que todavía faltaban,
pero los principales ya estaban en la peli. La película fue rodada toda
en exteriores, no hay plató. Y la rodamos toda en Argentina. Es una
coproducción 50-50 española-argentina pero fue toda rodada en Argentina.
De hecho, yo soy español a pesar de este acento.
P: ¿Cuánto tiempo te llevó la película?
F: ¿De rodaje neto? Dos meses. De preparación hicimos cuatro
semanas de preproducción en Argentina, y luego tuvimos cinco meses de
post-producción entre efectos digitales, montaje, sonido… Casi cinco
meses.
P: Has contado con actores españoles como Hugo Silva, Carlos
Areces, Santiago Segura, Arancha… ¿Cómo ha sido trabajar con ellos? Con
esos papeles que se salen tanto de la norma, por ejemplo para Hugo
Silva.
F: A ver, el tema es que yo hace muchos
años que trabajo aquí y vivo aquí. Santiago es productor de esta película
y es mi amigo, porque yo dirigí todas las escenas de acción de la saga de
Torrente, desde Torrente 2. Lo conozco desde hace 17 años, igual que a
su socia, María Luisa Gutiérrez, por eso me eligieron para dirigir esta
peli. Y a Hugo lo conozco desde hace varios años, he trabajado en muchas
pelis con él como coordinador de especialistas, trabajé en Las brujas
de Zugarramurdi, en Mi gran noche… Entonces ya nos conocíamos. El
desafío fue que me aceptasen, con Santiago no hubo problema porque
Santiago ya me conocía, pero con el resto de actores, que me aceptasen
como director de la peli también.
El personaje de Hugo casi te diría que
fue 100% creación de él. (...) Fue una propuesta suya porque el
personaje inicialmente en el guión era distinto. Y él vino diciéndome que si lo podía hacer como si fuese rumano en vez
de francés, que a él le salía muy bien el acento rumano, que realmente
le sale perfecto. Quería construir la estética del personaje
basándose mucho en Connor McGregor,
el luchador de MMA, como si fuese un mafioso ruso-rumano con tatuajes
rusos y la verdad es que armó un personaje que está muy gracioso.
P: Has trabajado con Santiago Segura en anteriores ocasiones con los efectos especiales de Torrente, ¿cómo ha sido dirigirle en esta película como actor?
P: Has trabajado con Santiago Segura en anteriores ocasiones con los efectos especiales de Torrente, ¿cómo ha sido dirigirle en esta película como actor?
F: Es que Santiago como actor es muy fácil. Primero, porque Santiago
abarca todo, es productor, director, actor, sabe mucho de
música... Si lo pones a bailar, baila muy bien y si lo pones a cantar,
canta. Entonces es un tipo que sabe mucho de este negocio y cuando está
dentro de una película es de gran ayuda porque nunca va a hacer nada que te complique un rodaje, porque sabe perfectamente lo que es
estar en la faceta de productor y en la faceta de director. Es un tipo que
conoce perfectamente lo que hace falta. Pero la verdad es que el resto de actores también lo
son, son todos profesionales y cuando tienes actores profesionales, con
tantos años en el negocio, no tienes problemas. La verdad es que yo no
tuve ninguno, solamente al principio ganarme su
confianza y que viesen que podía dirigirlos y llevar la película
adelante y eso fue las dos primeras veces que nos vimos.
P: ¿Crees que es importante la participación de actores que tengan
un gran recorrido en su carrera como actores para que una película
funcione mejor a la hora de vendérsela al público?
F: Creo que es importante, como en todo trabajo, está el talento y luego
conocer el oficio. Lo que te da tener actores con tanto oficio, más allá
de que sean increíblemente talentosos, es que conocen perfectamente la
mecánica del negocio y no te van a complicar en ese sentido. Los más
jóvenes como pueden ser Arancha o el protagonista de la película, Peter
Lanzani, que tiene 26 años, (...) empezó a
los 14 años a actuar y a cantar y a bailar. Entonces el tipo tiene 26
años pero tiene 12 años de carrera, encima trabajando en televisión, con
una productora argentina muy, muy exigente. Entonces la verdad es que
hasta los más jóvenes hicieron todo mucho más fácil.
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