La casa de papel 1x03: Capítulo 3

Como nos tienen acostumbrados tras tres episodios, La casa de papel recapitula y vuelve a donde nos dejaron la semana pasada, con Denver disparando a Mónica. O eso parecía, porque la bala del chico va directa al suelo. Denver no quiere matar a Mónica pero sabe que tiene que hacerlo... Así que opta por fingir su muerte disparándola en el muslo y escondiéndola en una de las cámaras acorazadas. Así, todo el mundo piensa que ha muerto.

Cuando digo que todo el mundo piensa que ha muerto, quiero decir que hasta Moscú, el padre de Denver, lo piensa. Y parece que su salud es un poco delicada, porque la noticia la sienta tan mal que le da una especie de infarto. Sin embargo, Denver no puede decirle la verdad a su padre, porque Berlín está vigilando.

Las razones por las que Moscú está tan afectado es una de las tramas principales de este episodio. Porque sí, en este capítulo conocemos un poco más a los personajes de Moscú y Denver, y conseguimos empatizar con ellos.

Moscú salió de la cárcel y, cuando Denver le fue a buscar, diciendo que debía dinero, Moscú supo que debía aceptar el trabajo del profesor y enrolar a su hijo con él. Pensaba que sería fácil pero, después de creer que su hijo había matado a alguien, empezó a darse cuenta de que, quizá, el atraco no sería tan sencillo como estaban esperando.

Denver y Nairobi (un personaje que promete mucho y que todavía no cobra el protagonismo que se merece) son los encargados de cuidar a Moscú mientras está en ese estado y, el resto se encarga de revelarse a Berlín, el que se ha puesto como líder del grupo, aunque sus técnicas no entusiasmen a todos los atracadores...

Mientras tanto, fuera, al profesor le llega una oportunidad de oro para acercarse a la inspectora, Raquel. Su madre llama al móvil del profesor, porque la mujer lo utilizó la semana pasada, para decirle que su hija se ha ido con su padre y no ha vuelto. Y, con eso, consigue adentrarse en el cuartel móvil de la policía. Movimiento maestro de los guionistas mostrar sin decirlo cómo la madre de Raquel tiene alzheimer, por cierto (aunque parezca que han gastado todo el dinero en folios rojos).

El movimiento de avisar a Raquel hace que, al final, esta le acabe confesando toda la historia del maltrato que sufrió por parte de su marido y la denuncia que puso posterior a su divorcio, ya que su hermana se enamoró de su ex-marido el maltratador. Sin duda, me parece una línea argumental muy bien llevaba y que rompe con los clichés de mujer débil maltratada, puesto que Raquel parece de todo menos débil. Así que un punto a favor de La casa de papel.

Otra de las cosas que se establecen en este capítulo son conversaciones que podrían sentar bases de futuras relaciones entre personajes. Desde Alison y Río, entre los que se vio cierta química en anteriores capítulos, hasta Denver y Mónica. Pero ambas relaciones parecen condenadas al fracaso, tanto por la situación de la segunda como por Tokio y su relación con Río. ¿Qué nos depararán?

La trama de Moscú se extiende hasta el final del capítulo. Y es que, en determinado momento, movido por la desesperación, abre las puertas para entregarse. Y entonces Denver lo impide y le cuenta que en realidad no ha matado a Mónica. El asunto sale bien pero, como Moscú es claustrofóbico, Denver, Moscú y varios rehenes salen a la azotea con las máscaras para respirar un poco de aire fresco. Y ahí llegan los problemas.

Entre los rehenes está Arturo, que tiene una fama estupenda de liarla en cada capítulo, y caer cada vez peor al público. Arturo, en determinado momento en esta salida escucha a Denver decir que ha matado a Mónica, y se vuelve loco (quizá porque sabe que es su culpa). Empieza a apuntar con su pistola vacía a todos, pidiendo explicaciones. Denver, Moscú y el resto de rehenes, se agachan y la policía, que lo ve todo desde lejos, se piensa que Arturo es uno de los asaltantes y que va a matar a alguien... Así que disparan. La escena del disparo es, simplemente, genial, y cuando la policía se entera de quién era, se quedan en shock. Parece que está muerto, pero no sería la primera vez que nos dejan con una falsa muerte al final del capítulo.

Y ahí nos dejan las cosas para la semana que viene. Sin duda, ha sido un capítulo redondo. Con mucha tensión y, además, que nos ha dejado conocer mejor a algunos personajes como Denver y Moscú. Parece que La casa de papel va a seguir mostrándonos las vidas de cada uno de los personajes en los siguientes episodios y no podemos estar más emocionadas al respecto.

La casa de papel se supera con cada capítulo y nos sigue mostrando que en España se hacen series de calidad.