The Walking Dead 7x05: Go Getters

Maggie abre los ojos y en seguida estamos en Hilltop. Por fin se nos da a conocer qué ha sido de las chicas que faltaban, y su aparición no ha decepcionado.

Ya lo dijimos en la entrada anterior, pero en este capítulo se ha hecho evidente que las mujeres son las que verdaderamente tienen la fuerza en esta temporada y que, sin duda, van a ser las que luchen. Y es si hay un líder hundido, ahí está Maggie para poner las cosas en su lugar.

El episodio empieza con ella y con algo que nos tenía a todos con el corazón en un puño: su embarazo. Maggie ha perdido a toda su familia a lo largo de las temporadas, y todo parecía indicar que, después de perder a su marido, iba a perder también a su hijo. Sin embargo, por primera vez en toda la temporada hay buenas noticias: el bebé está a salvo. Pero el médico le recomienda a Maggie que se quede en Hilltop hasta que el embarazo acabe. El líder de Hilltop tiene otros planes.

Shasha sigue fiel a la promesa del 7x01 a Maggie y, ambas, respaldadas por Jesus, se quedan una noche más pese a la oposición del líder que, después de descubrir que Negan está vivo, no quiere tener nada que ver con el grupo de Alejandría. Negan, por supuesto, no piensa lo mismo, y no duda en mandar un coche con música a Hilltop para que el pueblo se llene de zombies. Son nuestras chicas de Alejandría, junto con Jesus, las que deciden cargarse a unos cuantos caminantes, ¡con tractor incluido!

A pesar de los esfuerzos, el líder de Hilltop sigue sin querer que Maggie y Shasha se queden y, justo cuando les está volviendo a decir que quiere que se vayan, llega el grupo de Negan.

Después de una escena de tensión en la que acaban perdonando al líder de Hilltop, éste decide recompensar a Negan por su gran generosidad queriendo delatar a Maggie y Shasha, que se encuentran escondidas en un armario. La jugada le sale mal, ya que Jesus se ha encargado de esconderlas en otro armario para ponerlas a salvo.

Maggie y Shasha habían enterrado previamente en Hilltop los cuerpos de Glenn y Abraham, dejando en la tumba de Glenn el reloj que Hersel le regaló. El líder de Hilltop no duda en recordarlas que no es su pueblo y que allí los muertos se queman. Maggie descubre que el líder de Hilltop ha robado el reloj de la tumba y decide darle un puñetazo bien merecido. Con las cosas de Glenn no se juega.

Demostrando de nuevo que es de los personajes más fuertes de la serie, Maggie no duda en recordarle al líder de Hilltop (que siempre tiende a llamarla por otro nombre) que se llama Maggie Rhee y que se va a quedar allí (y claro, el orgullo fangirl que conlleva esa simple frase ya es importante).

Sin embargo el episodio no sólo nos cuenta la historia de Maggie y de Shasha, sino que sabemos un poquito del grupo de Alejandría. Se ve cómo Rick va a buscar más provisiones para Negan y Carl, aprovechando eso, decide ir detrás de Enid, que se escapa. Enid va en busca de Maggie, y aunque Carl finge que fue detrás de ella, en realidad lo que quiere es ir a matar a Negan. Cuando se lo confiesa a Enid ambos acaban fundidos en un beso (ohhh, gran plot twist que estos dos acaben juntos, teniendo en cuenta que en el cómic Carl tiene una relación con Sofía).

Finalmente, Enid se reúne con Maggie, pone unos globos en la tumba de Glenn y Maggie le regala el reloj que el líder de Hilltop había robado. Parece al fin que Enid ha encontrado una familia al lado de Maggie, y Maggie parece que econtrará en Enid un apoyo para superar la muerte de Glenn.

El episodio concluye con Jesus colándose en uno de los camiones de Negan para averiguar dónde viven y poder decírselo a Shasha. Y en ese mismo camión se encuentra Carl, aunque sus propósitos son mucho más impulsivos que los de Jesus.

Parece que The Walking Dead finalmente va encaminando, tras unos episodios un poco transitorios, el rumbo que va a tomar la temporada. Todo indica que las chicas van a tener el poder y tiene pinta de que el resultado va a ser más que interesante.

¿Tenéis ganas de ver el siguiente episodio?