The Walking Dead 8x10: The Lost and the Plunderers

Después del último adiós a Carl Grimmes, era de esperar que iba a estar presente (al menos en espíritu) en el resto de capítulos de la temporada. Todavía tenemos que esperar a ver si va a ser una temporada de recuerdo como toda la temporada anterior, pero en este capítulo Carl está presente y, sinceramente, le hace un flaco favor a la serie, que presenta por primera vez en lo que va de temporada, un capítulo más animado y con mucho más sentido que todos los que hemos visto hasta ahora.

Puede que sea por la estructura empleada más que por las acciones, porque tampoco podemos decir que hayan pasado cambios reveladores. Esta estructura consiste en pantallas en negro con el nombre de cada personaje, que nos dividen el capítulo en tramas muy bien diferenciadas. Y, ¿por qué los nombres? Son las personas a las que Carl escribió una carta antes de morir.

La primera de ellas es Michonne. Ella y Rick se encuentran todavía en Alejandría cuando arde un tejado en el que Carl se subía mientras seguía con vida. La memoria de Carl les hace ir dispuestos a apagar el fuego, aunque no son capaces porque llegan los zombies y tienen que huir. Esto se podría decir que solo sirve para recordar a Carl y en su huida de Alejandría, recordar que todavía tienen que leer sus cartas. Pero antes de hacerlo, irán al Vertedero a por armas y lo que se encontrarán será un montón de basura... Y muchos zombies.

Entre estas cartas de Carl, había una para el protagonista del siguiente fragmento de episodio: Negan. Él está intentando controlar la situación con el grupo de Jadis y para ello manda a Simon con su advertencia estándar: matar a una persona para recordar que un trato con los Salvadores es para siempre. Simon no parece muy conforme con la estrategia de su líder, y lo parecerá menos cuando llegue un zombie en un ataúd. Concretamente, uno de los rehenes que Maggie tiene en Hilltop y que mató. Manda al zombie con un mensaje: quedan 38 personas más. 38 personas a las que mandar en otro nuevo ataúd. Sin embargo, Negan sigue sin querer que actúen. ¿Tendrá un as bajo la manga?

La siguiente carta de Carl nos resolverá algunas dudas que dejó la serie antes del parón navideño, y esa tenía que ver con Enid. La chica mató a Natania, la abuela de Cyndie y líder del grupo, y no sabíamos cuáles habían sido las consecuencias. En este capítulo comprobamos que Cyndie es más benevolente que el resto, porque les deja con vida a cambio de que no vuelvan. Sin embargo no es tan buena como para darles las armas, aunque Aaron no se da por perdido: hace que Enid vaya a Hilltop a avisar a Maggie mientras él intenta tantear el terreno para conseguir su ayuda. Al fin y al cabo están tan interesadas como ellos en la desaparición de Los Salvadores.

Seguimos con las cartas a los líderes, una de ellas es para Simon, que está yendo al Vertedero para hablar con Jadis. Ella, como bien hemos visto a lo largo de la temporada, parece dispuesta a hacer lo que sea por salvar a los suyos, hasta aceptar el plan de Simon de darle todas las armas. Pero la cosa no queda ahí. El hombre, quizá cabreado por el plan de Maggie, empieza a matar a gente... Hasta que acaba con todos menos con Jadis. De ahí los zombies a los que luego se enfrentan Rick y Michonne.

A ellos los volveremos a ver en la parte de Jadis, quien también tiene carta. Cuando Rick y Michonne entran y empiezan a matar zombies, la ven a ella, en camisón, subida  aun montón de basura viendo el horror a sus pies. Jadis les pide huir con ellos pero Rick está demasiado dolido por la traición y se marcha, dejándola sola. No penséis que Jadis no se las puede apañar sola, porque por primera vez en toda la temporada, muestra algo de humanidad y sentimientos cuando se ve obligada a triturar a todos sus amigos zombies como si fuesen carne picada. Una escena que tiene poco de artístico, aunque eso es precisamente lo que Jadis quería crear cuando llegó al Vertedero: arte. Y una comunidad, aunque nada de todo eso le ha salido bien.

El capítulo deja para lo último al protagonista: Rick. Porque en todo lo que llevamos de capítulo no había leído las cartas de su hijo, pero ahora lo hace. No sólo le la que lleva su nombre, sino que también lee la de Negan, y decide llamarle. El líder de los Salvadores muestra por primera vez que una muerte le duele cuando Rick le confiesa que a Carl le mordieron y ahora está muerto. Aunque quizá lo que más sorprenda a todos es que Carl pidera en sus cartas un alto al fuego y la paz. Que todos los grupos pudiesen convivir en paz y armonía olvidándolo todo. Se lo pide a Negan, pero también se lo pide a su padre. Y Rick sabe que no va a ser posible porque a estas alturas hay demasiado odio acumulado. Negan aprovecha para contarle a Rick un poco su propósito, salvar gente, y de paso, echarle la culpa de que si tanta gente está muriendo, es por su culpa. Y acaba diciéndole que se de por vencido, porque ya ha perdido.

Con una imagen de un Rick un tanto derrotado acaba este capítulo. Ha conseguido remontar un poco el ritmo que sí que tenía la serie en anteriores temporadas pese a ser un capítulo en el que tampoco pasa gran cosa. Quizá tenga mucho que ver la ausencia de personajes como Morgan y Gabriel o el desarrollo de algunos personajes que parecía que no tenían sentimientos. Sea como fuere, esperamos que la serie siga yendo hacia arriba y no decaiga, como estaba haciendo estos últimos capítulos. ¿Estaremos ante la futura cancelación de la serie o una renovación?