Shadowhunters 2x16: Day of Atonement

Al fin pudimos ver una parte de Idris y no, no fue solo para una escenita en el 2x15. Idris venía para quedarse y es que, esta semana en Shadowhunters, es una parte muy importante de la trama del capítulo. Y parece que algunas cosas tienen cierto parecido con el libro. Pero no nos emocionemos, es Shadowhunters, las risas siempre llegan.

Aunque esta semana podemos romper una baza a favor de los guionistas. El capítulo ha sido sorprendentemente normal. Puede que sea porque lo ha dirigido Paul Wesley (Crónicas Vampíricas) o porque de vez en cuando a los guionistas les apetece hacer algo con más sentido.

Puede que las tramas no tengan sentido pero sí que lo tiene la continuidad. Esta semana comenzamos con un cabo suelto del anterior capítulo: Simon. Después de la ruptura con Clary y de haberlo hablado largo y tendido con ella, no está tan mal. Sin embargo Maia, que sabe qué ha pasado, considera que debe controlarle. Así que después de una charlita se autoinvita a la cena de Yom Kippur (tradición judía) de Simon con su familia.

Mientras tanto en el Instituto le están dando vueltas a qué ha podido pasar con Valentine. Recordemos rápidamente que se fugó con el Sebastian falso, que en realidad era el verdadero hijo de Valentine, Jonathan Christopher. Total, que en el Instituto ni idea de qué ha pasado, saben que han desaparecido dos shadowhunters, así que solo tienen algo claro: tienen que buscarlos. Y ponen en su búsqueda a Sebastian, así que os podéis imaginar lo que va a salir de esa búsqueda. 

Para complicar las cosas, se presenta en el Instituto Robert Lightwood que, si no recuerdo mal, apareció por última vez en la no-boda de Alec con la (ahora desaparecida en la serie) Lydia Branwell. Y últimamente digamos que Robert no tiene el cariño de sus hijos, especialmente de su hijo mayor, que descubrió que engañaba a su madre con otra. La charla entre padre e hijo era inevitable y con comparaciones sobre el amor de un affair y el amor de Malec, podemos dar por concluida la llegada de Robert. Pero no será todo lo que nos deparará en este capítulo.

Siempre me sorprenderán los portales en shadowhunters.

Otros dos que tenían que hablar eran Clary y Jace, aunque la pelirroja no estaba muy por la labor, incapaz todavía de procesar sus sentimientos. Pero Jace insiste y acaban hablando. Aunque la conversación no les lleva a ningún punto nuevo en su relación, sí que sirve para algo, y es para que hablen del deseo de Jace de ir a Idris para investigar una casa en la que cree que puede estar Valentine. La Clave se lo ha denegado así que, cuando se lo dice a Clary... Boom, runita nueva que se inventa la chica y en unos minutos ha creado un portal y se van a través de él. Y van a parar al lago Lyn de Idris. Hablaré de esto más adelante.

Porque la semana pasada acabamos el capítulo con una revelación: Sebastian es el verdadero hijo de Valentine. Un hijo que está mutilado y quemado. Y no sabíamos qué podía querer de su padre. En este capítulo podemos conocer un poco más de las circunstancias de Sebastian y como hemos llegado a este punto. A través de conversaciones que suceden durante todo el episodio, escuchamos del propio Sebastian como su padre se hizo cargo de él paralelamente a Jace. Cómo intentó controlarle, crear el guerrero que él deseaba. Y cómo el niño se descontroló y el único modo que el desequilibrado de su padre pensó para acabar con ello era enviar al niño al infierno (una idea buenísima, sí señor). Ayudado por Azazel, Sebastian escapó hasta donde estamos hoy y quiere algo de su padre. En seguida sabréis qué.

Todas estas tramas serán las que cubrirán el capítulo, así que os voy a ir desvelando el desenlace de cada una, empezando por Simon. El vampiro diurno al final asiste a la cena de su familia con Maia, quien se presenta como su novia. En la cena podemos ver de nuevo a Rebeca, la maravillosa hermana de Simon que tan buenos momentos protagonizó en anteriores temporadas. Como su cara de sorpresa permanente. Menos sorprendida, en este capítulo asiste a la cena en la que hacen preguntas a Maia y a Simon y que sirven a los subterráneos para conocerse un poco más. Y, al final de la cena, como tradición familiar, se ven obligados a admitir algo de lo que quieren redimirse en este año. Y Simon da unos pocos de rodeos al respecto, porque decir que había salido con Clary o que era un vampiro, no tenía mucho sentido. Pero al final la cena acaba con final feliz para Simon y Maia le da un besito en la mejilla. Todo parece indicar que la relación de estos dos al final va a hacerse real. ¿Aparecerá Jordan también?

El tema de Valentine no se va a solucionar a corto plazo, por más que Robert esté ahí. Pero, para intentar hacer comprender a su hijo que está de su parte, hace unos cuantos chanchullos para que no le echen del Instituto después del problema del fugitivo. Y estos chanchullos los hace con la inquisidora Imogen Herondale, la abuela de Jace. ¿Por qué permite todo esto la recta inquisidora? Fácil, porque Robert conoce el secreto de la Clave, y se lo cuenta a Alec: la espada Alma no fue devuelta a la Clave después del ataque de Valentine, por lo que Los Instrumentos Mortales corren peligro. Y cuando Alec conoce esta información, sabe que tendrá que hacer algo.

Bueno, creo que la cara de sorpresa va con el personaje, nunca va a dejar de tenerla.

Por otro lado, Clary y Jace siguen en Idris pero Clary está a punto de ahogarse (tragando agua) cuando cae en el lago. Rescatada por Jace, sube a la superficie y allí intentan llegar a la casa que busca Jace. Pero el lago tiene propiedades alucinógenas (alucinando me quedé yo cuando vi esto) y la chica empieza a ver cosas donde no las hay (como a Ithuriel, el ángel que liberaron ella y Jace, que le cuenta que su hermano está vivo). Total, Clary se pierde y Jace hace una llamada a Alec cortándose la mano. Alec, preocupado por su parabatai (no es para menos, se da cuenta de que Clary ha hecho un portal porque ha llenado el suelo de cristales, al fin un portal como en los libros), manda a Izzy a por ellos. 

Clary está un poco camorrista en este punto y no reconoce a nadie, así que cuando intentan curarla con la estela de Izzy, Clary rompe la estela. Y lo único que les queda ahora es que Jace, con su poder de activar runas con la mirada, la cure. Y lo hace, creando una escena de mucha tensión sexual entre ambos. Faltan abracitos y frentes juntas, pero creo que la frase de "estoy bien ahora que tú lo estás" lo compensa todo.

¿Es cosa mía o cada vez tienen más química?

Cuando vuelven al instituto, Jace (bastante más guapo y más Jace con el pelo más corto) se dedica a revisar unos diarios de Valentine en los que básicamente compara a Jace y a Sebastian de niños, como si fuesen experimentos. En cierto modo lo son, recordemos que Sebastian tiene sangre de demonio y Jace sangre extra de ángel. Clary va a verle y vemos por primera vez en una temporada como ambos se acercan un poco más, ¡al fin! ¿Estará Clace al caer?

Para concluir, acabamos tal y como hemos empezado, con Sebastian y Valentine hablando. Sebastian intenta mandar a su padre al mismo infierno por el que pasó él con un pentagrama muy del estilo de Sobrenatural. Pero Valentine tiene labia suficiente como para hacer un pacto con su hijo. Le ofrece la copa mortal y hacer cosas juntos. Y, como Sebastian tiene la espalda Alma (si recordamos bien, al final de la primera parte de la temporada, había un encapuchado que se llevó la espada), Valentine la coge y empieza a contárselo, para que vea que es la verdad (gesto que parece que hace muy a menudo, quizá porque nadie le cree).

Y así acabamos el capítulo. Con Sebastian cediendo y ambos cenando, muy amigos de nuevo. Solo que los demás sabemos que no pueden tramar nada bueno. De nuevo se nos quedan tramas abiertas pero parece que la serie va a tomar parte del rumbo de los libros, aunque un poco acelerado, y eso me gusta. Ojalá empiecen a tomársela más en serio y nos den un final de temporada digno. 

¿Vosotros qué pensáis?