Shadowhunters 2x08: Love is the Devil

¿Qué es lo que más le gusta a Magnus Bane a parte de Alec? Las fiestas. ¿Y qué es lo que más les gusta a los creadores de Shadowhunters a parte de inventarse cosas? El drama. Une estas dos cosas y tienes el episodio de hoy.

Después de la premonición de Ithuriel del episodio pasado, Clary y Jace van a contárselo a Luke, que parece bastante indignado con el hecho de le hayan ocultado que Valentine pretende acabar con todos los subterráneos. A pesar de todo, escucha atentamente la teoría de los hermanos sobre un demonio capaz de destruir la espada-alma (al menos este es el significado súper lógico que le dan ellos).

Una vez enlazado el episodio con el anterior, a otra cosa mariposa. Max Lightwood y su madre llevaban sin aparecer tanto tiempo que a los creadores de la serie les ha parecido correcto hacer un episodio de homenaje al pequeño, que vuelve para hacer su ceremonia de la primer runa junto a su madre.

Padres ya.

Alec, aprovechando que su hermano está de vuelta, le pide a Magnus que le organice una fiesta al pequeño de los Lightwood antes de la ceremonia y, como no podía ser de otro modo, Magnus acepta.

Tras una conversación paternalista entre Magnus y Jace sobre el hecho de que Jace no quiere que haga daño a Alec (y la confesión de Jace de que sabe que han dado un paso más en su relación en una escena un tanto cómica), empieza la fiesta. Una fiesta, por cierto, que es todo un homenaje a España: con sevillanas bailando, hombres aporreando las guitarras al más puro estilo español y, como no podía ser de otro modo, sangría.

Pero, antes de la fiesta, hay dos sucesos bastante importantes que afectarán al transcurso de la misma. En primer lugar, Izzy la semana pasada acabó rodeada de vampiros que no querían que su final fuese el mejor. Sin embargo, aparece un caballero andante para salvarla: Raphael. El vampiro se da cuenta de lo del yin fen y ella le suplica que la muerda para darla veneno. Aunque Raphael la advierte de que lo mejor es eliminar el veneno de su sistema, al final acaba cediendo.

Por otro lado, Simon al final se atreve a declararse a Clary y, cuando lo hace, ¡la chica le besa! Así, sin más. La verdad es que esto, por mucho que pase en el libro, me ha parecido un tanto surrealista. Si habéis leído el libro comprenderéis el carácter general de la relación entre Simon y Clary y, sin duda, no parece ser mucho de este estilo en la serie.

Estas dos cosas, como digo, son importantes para la fiesta. Porque si lo que esperábamos era una fiesta en la que sólo hubiese felicidad, estábamos equivocados. Nuestros protagonistas se empiezan a volver locos con sus inseguridades. Y aquí es donde toman partido las situaciones acontecidas anteriormente. Clary ve a Simon besando a Maia; Jace piensa que Maryse le intenta matar; y Alec escucha a Clary reprocharle lo de su madre. Como consecuencia de esto, Alec se intenta suicidar. Pero, gracias a Dios, Magnus llega a tiempo para salvarle.

Gran error

Entonces el brujo se da cuenta de que algo va mal y va a por su libro de hechizos para eliminar el que quiera que esté causando eso y, cuando lo consigue, el libro desaparece de sus manos. Magnus echa los escudos de su loft e inspecciona a todos los visitantes para comprobar quién podría ser el brujo que se lo roba. Sin embargo, cuando acaba se da cuenta de que no era una persona a quien estaba buscando, sino a un gato al que había acogido previamente.

Tras esto se descubre que Iris Rouse es el gato que le robó el libro. Esto lo hace porque Valentine se llevó a la niñita con branquias que salió unos episodios atrás e Iris haría lo que fuera por ella. Sin embargo, antes de que esto se descubra, los dos brujos nos dan todo un espectáculo de magia.

La bruja finalmente confiesa a Magnus que el libro lo tiene Valentine y, cuando Clary les cuenta lo que puede hacer con las runas (después de haber enviado a Iris a la Clave), Magnus ata cabos y descubre que Clary tiene sangre de ángel pura y, por tanto, puede activar la espada para acabar con los subterráneos. Por tanto, Valentine la necesita.

Como consecuencia de esto la trama promete volver a centrarse en la protagonista de esta historia, aunque, personalmente, espero que los acontecimientos tengan un giro parecido al del libro. Jace promete vigilarla pero, ¿podrá realmente evitar lo que está por venir?