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sábado, 24 de abril de 2021

Mank, David Fincher


 

Título original: Mank
Duración: 132 min.
Año: 2020
Género: Drama, comedia
País: Estados Unidos
Actores: Gary Oldman, Amanda Seyfried, Lily Collins, Tuppence Middleton, Tom Pelphrey, Ferdinand Kingsley, Jamie McShane, Joseph Cross, Sam Troughton, Toby Leonard Moore




 


¿Por qué ver Mank?

• Por la brillante interpretación de Lily Collins con su encantador personaje.
• Por Gary Oldman y Amanda Seyfreid, actores de bandera que encabezan el reparto.
• ¿Lo malo? Es, en letras de neón, un "cualquier tiempo pasado fue mejor" del cine.


Con el reloj en tiempo de descuento para que empiece la gala de los Óscars 2021, traemos el análisis de una de las grandes nominadas a Mejor Película: la que muchos expertos consideran (ya diré luego si acertadamente o no) la obra maestra del director David Fincher (Seven, Zodiac, Perdida), Mank. Es el biopic de Herman Mankiewicz, el que fue el guionista de Ciudadano Kane, película de Orson Wells que, pese a todas sus nominaciones, se alzó solo con el Óscar a Mejor Guion para Mankiewicz y Wells.

En riguroso blanco y negro, alegando a la estética del cine de los años 40 (pero sin renunciar a las mejoras de producción que ha habido en el sector, como en iluminación y en calidad de imagen), David y Jack Fincher (guionista) nos trasladan al proceso creativo por el que pasó Mank para terminar de escribir la que todos consideraron su mejor obra.

Es una película de Netflix, y es evidente la importancia que le dan a los dos actores que encabezan el reparto por el tamaño con el que aparecen sus nombres en el cartel del largometraje: Gary Oldman y Amanda Seyfried, que interpretan, respectivamente, a Mank y a Marion, una de las personas de la vida del guionista que influyeron en la historia de Ciudadano Kane. En un tamaño considerablemente más pequeño aparece el resto del reparto, incluyendo a la actriz que para mí interpreta al mejor personaje de la ficción y que hace que merezcan la pena las dos horas y once minutos de película: Lily Collins (Emily en París), que da vida a Rita Alexander, la joven y británica taquígrafa de Mank.

Y empiezo con el reparto porque es el punto fuerte de la película, estos tres increíbles actores y el resto del elenco. También es maravilloso el personaje que interpreta Tuppence Middleton (Descifrando el enigma), la pacientísima mujer de Mankiewicz, Sara. La relación entre Middleton y Oldman es sublime, pero no está a la altura de la dinámica entre el protagonista y Collins: el jefe irresponsable que se toma con calma su trabajo y la ligeramente insubordinada empleada que no tiene ningún reparo en decirle a su jefe lo que opina de su falta de profesionalidad. Es, sin duda alguna, lo mejor de toda la película.

Pero aquí acaba lo que merece la pena de ver Mank. Diría que me sorprende que tenga diez nominaciones a los Óscars, pero es la típica apuesta melancólica que apela a la "época dorada del buen cine". Y es irónico, porque el propio guion da algunas frases maravillosas de Mank, guionista, que podrían haber aplicado a la película y haberla mejorado considerablemente. Como que la trama de un argumento no es una línea recta que hay que seguir, sino círculos concéntricos. ¿El problema de Mank? Que las tramas paralelas que componen la película ni siquiera comparten un centro, no confluye todo hacia un mismo punto, son la suma de varias situaciones en líneas temporales distintas que no convergen ni se relacionan. Lo único que tienen en común es que comparten protagonistas.

Y esto me lleva a otro gran problema de la película. Lo normal en una historia es que vayan surgiendo preguntas que se responden a lo largo de la trama. Por ejemplo, el típico personaje que pierde su trabajo porque su jefe es un "capullo" y se pregunta: "¿y ahora qué?", interrogante que resolverá a lo largo de la película. Evidentemente, es un ejemplo muchísimo más básico que una película como Mank, pero la película de Netflix está editada de tal manera que primero te da la respuesta a la pregunta y luego te dicen cuál era la pregunta. Bueno, si te lo dicen, porque hay algunos flashbacks que aportan piezas a un puzle desconocido que no se resuelve con el final de la historia.

Además, las referencias históricas que ni se molestan en explicar (unas elecciones políticas, una guerra ideológica entre los republicanos y los demócratas que se pelea desde una gran productora de cine...) emborronan la historia. Supongo que es una película americana para americanos, porque, sin la nacionalidad estadounidense o sin una afición por la historia del gigantesco país al otro lado del charco, la mayor parte de nombres son un conjunto de información incomprensible. Aunque la trama de las elecciones políticas y la influencia del cine sí es interesante, obviando el problema de la falta de información, al igual que la crítica hacia la importancia del poder y el ego en la industria cinematográfica.

En definitiva, creo que, fuera de los típicos Óscar a Mejor Maquillaje y Mejor Vestuario, y a lo mejor alguno a los actores del reparto, Mank no es una contendiente justa. Hay películas mejores entre las nominadas, sobre todo a Mejor Película, que merecen más la estatuilla, como Nomadland. Y, aunque la crítica ponga a Mank por las nubes (porque es un caramelito para los más "puretas"), considero que no deja de ser una película melancólica con una estética clara de "cualquier tiempo pasado fue mejor". Tiene sus puntos fuertes, pero no me parece lo suficientemente buena como para ganar la categoría de Mejor Película. Pero una película que critique una situación (como la del peso del poder de las productoras de cine) no tiene por qué ser incomprensible ni estar desordenada para ser una obra de arte, que es algo que parece que no se entiende en esta industria. Y, aunque varios críticos de cine digan lo contrario, no es la mejor película que ha dirigido Fincher.


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