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domingo, 3 de septiembre de 2017

Snatch: cerdos y diamantes, Guy Ritchie








Título original: Snatch
Director: Guy Ritchie
Año: 2000
Duración: 104 min.
Género: Comedia, Crimen
País: Reino Unido
Actores: Jason Statham, Stephen Graham, Brad Pitt, Alan Ford, Vinnie Jones, Rade Serbezidja, Dennis Farina, Benicio del Toro



Tráiler:


¿Por qué ver Snatch: cerdos y diamantes?
•  La forma en la que se entrelazan las historias es una obra maestra.
•  Utiliza los tópicos del cine negro para hacer de reír.
•  Es una comedia inusual con mucha acción.

Franky "Cuatro Dedos" (Benicio del Toro) roba un diamante para su jefe Avi (Dennis Farina). Pero tiene cierta tendencia al juego, así que termina apostando en un combate por Boris "El Navaja" (Rade Serbezidja). El diamante irá pasando de mano en mano mientras se mezcla la historia de estos personajes con la de un pobre promotor de boxeo, Turco (Jason Statham) y su inútil compañero, Tommy (Stephen Graham), ambos bajo el yugo de un gángster con muy mala leche, "El Ladrillo" (Alan Ford), por el que tendrán que recurrir al boxeador gitano Mickey O'Neil (Brad Pitt).


Guy Ritchie se corona con esta película. Vale, admito que tengo debilidad por el cine de gángsters, pero es que este se merece un aplauso bien dado. ¿Qué es lo que más me gusta de esta película? Los personajes. Utiliza los tópicos del cine negro para hacer unos protagonistas de risa y acción: ¿El Navaja? ¿Turco? ¿El Ladrillo? No sé cómo lo consigue Ritchie, pero, en mi opinión, consigue que los nombres de los personajes formen parte del propio contexto de la película. Sin darte cuenta, te ves sumergido en el mundillo de las mafias y los gángsters. Y lo hace con una facilidad pasmosa.

Los tópicos raciales con los que juega también son fundamentales en la trama. Judíos expertos en diamantes con un gran afán recaudatorio, gitanos a los que no se les entiende cuando hablan y mafiosos despóticos que alimentan a los cerdos con los que no cumplen con sus tratos. 


¿Lo malo? En ciertos momentos, la trama se vuelve bastante predecible. Tiene giros inesperados, por supuesto, y hay puntos en los que se te cae la mandíbula al suelo. Pero da lástima ver cómo una historia tan buena decide tirar en algunas ocasiones por las resoluciones más típicas.

Eso sí, da gusto ver la técnica favorita de Guy Ritchie: las rampas de velocidad en las peleas, que han convertido la escena del combate de Brad Pitt en una referencia para el cine. También la usa en varias escenas de la saga de Sherlock Holmes.


En fin, aunque resulte a veces predecible, otras muchas te pilla completamente desprevenido, y no deja de ser una comedia muy original que juega de manera magistral con todos los tópicos del cine negro. Así que, si eres un fanático de este cine, y de las historias cruzadas, tienes que verla.

Puntuación:

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