El retorno de algunos personajes se pudo apreciar en el primer capítulo de esta 6B pero, por si no nos quedaba claro, más personajes retornan en este episodio. Desde el principio al final.
Comenzaremos con Theo Reaken. Es un personaje que nunca se fue del todo en realidad, pero vuelve en este episodio para mostrarnos un poco cómo es su vida. Mientras Stiles Stilinski estaba viviendo su sueño, Theo duerme en su coche. Cada día es despertado por policías, acelera y va a otro lugar. Y, mientras tanto, una araña le acecha hasta que se le acaba metiendo dentro de la piel. Pero Theo es inteligente y consigue arrancarla a tiempo. Sin embargo, no le da tiempo a pensar mucho más porque, la siguiente vez que despierta en su coche, está rodeado por gente armada que no duda ni un segundo a la hora de abrir fuego. ¿Habrá sido tan efímera su aparición?
Theo antes de todo esto estuvo tentado de llamar a Scott. El alfa tampoco está pasando por su mejor momento al descubrir que las cosas se tuercen en Bacon Hills. Porque empieza a ver alucinaciones de cazadores intentando darle caza y, como consecuencia, se vuelve un poco loco. Los supuestos cazadores en realidad eran miembros de la policía, entre los que se encuentra el Sheriff Stilinski, que calma un poco el ambiente (justo después de que Scott se lanzase sobre él). El motivo por el que están ahí es para investigar la muerte del hellhound muerto. Scott, Malia y Lydia le dan datos, pero se callan el más importante: la causa de la muerte fue una bala Argent. El motivo no es otro que esperar para hablar con Chris Argent al respecto.
La orientadora turbia está de vuelta en este episodio, y sigue queriendo hablar con algunos alumnos del instituto, en especial con Liam. Todo parece indicar que es porque intuye que sus problemas de ira y de control tienen que ver con algo poco normal. Porque sí, Liam sigue descontrolado hasta jugando a Lacrosse. Quizá, lo que no se espera la orientadora es que, después de intentar convencer a Liam para hablar con ella, encuentre un cuchillo clavado en la mesa de su despacho.
Por otro lado, otra de nuestras protagonistas, Lydia, le sigue dando vueltas a la visión de banshee que tuvo la semana pasada. En concreto, a un ruido en particular: el ruido de un lector de tarjetas de Eichen House. Sabe que es una pista, así que quiere ir a comprobarlo, pero cuando se lo hace saber a Parrish, el policía se niega, diciendo que irá él a investigarlo. Al fin y al cabo, Lydia estuvo encerrada en el psiquiátrico y no lo pasó precisamente bien.
Hasta su mirada es turbia. |
Mientras Lydia investiga su visión, Scott y Malia van a investigar a Chris Argent para ver cuál es su paradero. La escena en realidad sirve para recordarnos a su hija, Allison (novia de Scott en las primeras temporadas). Lo vemos en su arco y en la contraseña del ordenador Argent (de verdad, cambia de contraseña ya).
Parrish acaba yendo a Eichen House solo y descubre cosas bastante turbias (creo que la palabra que define esta temporada de Teen Wolf es esa, turbia). Una mujer tirada por los suelos, con el suelo mojado y un cable que le da descargas eléctricas de vez en cuando. Pero no puede salvarla porque el encargado de Eichen en ese momento le encierra en una habitación especial dispuesto a congelarle. Sabe que es un hellhound, y ya pudieron abatirlos antes. Al fin y al cabo, el que se encontraron muerto, salió de allí.
Después de encontrar la contraseña del ordenador Argent, Scott y Malia van a buscarle. Le encuentran intentando hacer un trato para vender armas con gente que no considera de fiar. Llegan justo cuando las cosas se ponen complicadas y ayudan a Argent a salir del asunto (aunque se supone que ya tenía ayuda). Y luego, le preguntan por las balas que él afirma no haber fabricado desde la muerte de su hija. Siendo evidente que Argent no ha sido, tendrán que encontrar al culpable.
La orientadora sigue mostrándonos lo rara que es cuando intenta matar a uno de los alumnos que jugaba al Lacrosse porque descubre que es un ser sobrenatural. Sin embargo, el chico consigue huir a tiempo.
En el instituto retomamos una de las tramas del anterior episodio. Un lobo murió con arañas saliéndole de la boca y en este, uno de los jugadores de Lacrosse muere en las mismas circunstancias. Liam, Mason y Corey ven el cadáver, al que le falta la piel. Pero luego el chico aparece vivo, sin un rasguño. Algo, sin duda, muy extraño. ¿Alguien habrá tomado su apariencia?
Lydia sigue teniendo premoniciones banshee pero esta vez le sirven para ir a buscar a Eichen House a Parrish, al que están a punto de matar. Porque la gente está desesperada y ya no consideran que estén a salvo encerrando a los males del mundo: deben matarlos. Pero Lydia llega a tiempo y con uno de sus gritos, salva a Parrish.
Según se acerca el final, Malia y Scott mantienen una conversación en la que hablan de preocuparse el uno por el otro y el hecho de que han intentado ser cazados. ¿Puede estar al caer una relación entre los dos? Es probable. Y, tras esto, Argent encuentra la bala que mató al hellhound en un árbol y descubre que tiene plata. Una leyenda urbana dice que las balas de plata matan a los hombres lobo, pero es mentira. Lo que les indica que quien esté haciendo eso es un aficionado. Así que con esto y el problema de Parrish, nuestros protagonistas llegan a la conclusión de que lo que está pasando es que la gente tiene miedo de las criaturas sobrenaturales. Y que las personas con miedo son impredecibles.
El capítulo acaba de nuevo con la orientadora. Vuelve a por ella el hombre lobo al que intentó matar y, justo cuando está a punto de matarla a ella, aparece Gerard Argent (padre de Chris Argent) y dispara una flecha al chico, que huye. Sin duda, toda una sorpresa ya que era dado por muerto.
Aquí acaba un capítulo de Teen Wolf que es, como poco, confuso. La trama del miedo humano es impredecible y no sé muy bien qué pretenden hacer con ella. Las apariciones de personajes antiguos le van dando a la serie ese punto nostálgico que se espera de un buen final pero la ausencia de Stiles se nota en cada minuto. Espero que necesiten su ayuda pronto, porque a Teen Wolf le falta su esencia, la otra mitad de Scott, y esa es Stiles. ¿Qué opináis vosotros?
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