Estamos cada vez más cerca del final de temporada que del principio. Porque esta temporada tiene tres capítulos menos, y eso se nota. Se nota en que cada capítulo es más intenso que el anterior y cada vez las cosas se preparan más para la lucha final. Quizá en este capítulo no hayamos visto una gran lucha, ni una gran escena que nos deje con los ojos abiertos, pero se han puesto sobre la mesa muchas cosas que serán clave. En forma de palabras, pero también de hechos. Y de engaños.
La semana pasada Daenerys arrasaba al ejército de los Lannister sin a penas pestañear. Cuando cerca del final Jaime intenta matarla, tememos por su vida. Pero Bron le tiró al agua a tiempo y ambos salen en este capítulo del lago. Unos metros más allá de donde Daenerys todavía continúa. Pero eso lo contaré más adelante. Porque Jaime expresa en ese momento a Bron su temor por lo que puede hacer la Madre de Dragones. Porque si ha montado todo eso con un solo dragón, ¿qué podrá hacer con dos más? Así que las cosas están claras para Jaime: tiene que avisar a Cersei.
Su otro hermano, Tyrion, busca entre los Lannister caídos a Jaime, sin encontrarle. Debe ser que eso le da la esperanza suficiente para saber que sigue con vida. Porque la situación de Tyrion en este conflicto es complicada, por mucho que esté en contra de su querida hermana. Y, Tyrion finalmente llega a donde está Daenerys, que habla con los Lannister que quedan vivos y les ofrece un trato que más de uno no duda en aceptar: arrodillarse ante ella, su nueva reina, o morir. Pero no todos tienen claro que la supervivencia es lo primero. Dos de ellos, fieles a su palabra y a sus valores, son Dikon y Randyll Tarly que, pese a servir a los Tyrell con anterioridad, ahora son fieles a la reina Lannister. Y como no se rinden, aunque Tyrion le suplica que no lo haga, Daenerys los quema vivos. Así que los demás aceptan de inmediato. Cómo para no hacerlo.
Jaime finalmente llega a desembarco para hablar con Cersei y contarle sus temores. Pero a la reina le da igual. Sólo quiere luchar hasta el final. Y en esta conversación la reina descubre también que la causante de la muerte de su hijo mayor no fue otra que Olenna Tyrell. Y se arrepiente de inmediato de no haberla matado entre terribles sufrimientos.
Pasamos a Rocadragón, donde Daenerys y Drogon llegan. Jon los está esperando y tiene lugar una de las escenas clave del capítulo. Porque Jon extiende la mano y el dragón se deja acariciar. Puede que porque sepa que es de fiar... O porque intuya que es un Targaryen. El caso es que a Daenerys le gusta el gesto de que uno de sus hijos apruebe a Jon. Porque el amor entre esos dos es palpable. Pero justo en ese momento llega Jorah Mormont, dispuesto a servir a su reina. ¿Tenía esperanzas Mormont de tener alguna oportunidad con Daenerys? Porque se esfuman cuando esta presenta a Jon Nieve. Y es que se tiene que notar que ya están prácticamente prometidos.
En Invernalia, Bran tiene una visión: los Caminantes están llegando. Así que no duda a la hora de mandar unos cuantos cuervos a todos los sitios que le vienen en mente. Uno de ellos es la Ciudadela. Sam escucha el contenido de la carta e intenta convencer a los maestres de que es cierto y que deberían hacer algo. Pero los maestres no terminan de fiarse de las palabras de Sam y siguen adelante con su plan de ignorar la carta. Y también deciden que Sam debería ignorar que su padre y su hermano han muerto y que él es el heredero Tarly.
En Rocadragón también reciben la carta de Bran. La diferencia es que allí Jon ya les ha advertido, así que ellos sí que trazan un plan. Aunque no solo contra los Caminantes, sino contra Cersei. Porque tienen dos objetivos y necesitan alcanzar ambos. Este nuevo plan tiene dos partes: ir a buscar un Caminante y llevárselo a Cersei. Pero antes, deben de intentar hablar con la reina para convencerla, y eso no va a ser sencillo. Así que Tyrion se ofrece para ir, ayudado por Davos, a Desembarco del Rey a hablar con su hermano, ya que Jaime es al único al que Cersei hará caso. Y Jon por su parte, ayudado por Jorah, se ofrecerá a ir más allá del muro a buscar a un Caminante. Pero a Daenerys no le hace mucha gracia que Jon vaya (ya lo estaba diciendo antes, el amor está en el aire).
Jon se ha enterado de que Bran y Arya están vivos por carta, así que es lógico que ahora vayamos a Invernalia, donde Sansa habla con los apoyos que tienen en el Norte, que dejan de creer que coronar a Jon Nieve haya sido la mejor de las ideas. Sansa escucha sin defender a Jon, y Arya no duda en reprochárselo. La chica no está muy contenta con las decisiones que toma su hermana pero al fin y al cabo, Sansa tiene sus razones. Pero Arya también tiene claro cuál es el deseo de Sansa, aunque esta lo niegue (y para mi que tiene que ver con matar a Cersei).
El plan del ejército de Daenerys se lleva a cabo. Davos y Tyrion llegan en una balsa a Desembarco del Rey y, mientras Davos va a explorar la ciudad, Tyrion hace que Bron le concerte una reunión con Jaime. Un poco impactado, Jamie al final accede y Tyrion le cuenta el problema de los Caminantes para que este se lo retransmita a su hermana.
He dicho que Davos estaba dando una vuelta por la ciudad, pero la verdad es que estaba buscando a alguien muy concreto: Gendry Baratheon. El bastardo del rey y el verdadero heredero. Se está ocultando como herrero delante de las narices de la reina pero, cuando llega Davos, no duda a la hora de unirse a su causa: hará lo que sea por los Siete Reinos. ¿Lo que sea? Os preguntaréis. Sí, lo que sea. Incluso matar a dos soldados Lannister con su martillo cuando reconocen a Tyrion Lannister.
Tras el encuentro entre los hermanos Lannister es hora de que Jaime se lo diga a Cersei. La mujer no se lo cree, como es de esperar, y empieza a trazar un plan como lo haría su padre para darle la estocada a la Madre de Dragones. Y, de paso, le dice a Jaime que está embarazada de nuevo y que todo el mundo sabrá que él es el padre. Total, ya le da igual. Con eso, como era de esperar, ya se ha metido a su hermano/amante en el bolsillo. Ahora lo que nos preguntamos todos es, ¿será verdad?
Cuando Tyrion, Davos y Gendry llegan a Rocadragón, los dos últimos van a hablar con Jon Nieve. Y aunque Davos insiste al chico para que no le diga al Rey en el Norte quién es realmente, Gendry se lo pasa por la torera y se presenta como bastardo de Robert Baratheon. Diciendo que, como sus padres eran amigos, ellos deberían serlo. Gendry se une rápidamente a la cruzada de Jon de ir a por un Caminante Blanco. Da igual lo peligroso que sea.
Daenerys sí que entiende el peligro de la misión y no le gusta que Jon se vaya. Ni Jorah tampoco, claro, pero más Jon. Porque cuando se despide de ambos, Jon le dice que se va a librar de su presencia, pero la chica admite que ya se ha acostumbrado a ella. Podría decir más veces lo que pienso de estos dos pero sería reiterarme. Así que os vais haciendo una idea.
En la Ciudadela, después de que Sam sea rechazado de nuevo por los maestres, hablando con Gilly se cansa de hacer los trabajos que nadie quiere. Está tan cabreado que ni si quiera escucha cuando la chica le cuenta algo de un tal Ragger (que bien podría ser Reagan) y una supuesta boda en Dorne después de una anulación. Esto parece una pieza clave que pasa desapercibida par Sam, que toma la decisión de marcharse de allí para hacer cosas más útiles con su vida.
De nuevo en Invernalia, Arya espía a Meñique. No se fía de él, y con razón. Pero no es tan sigilosa como se piensa, porque el hombre le tiende una trampa, escondiendo un papel que la chica encuentra, firmado por Sansa. Parece ser un pergamino de algún comunicado de las primeras temporadas. Y, sobre todo, parece cabrear a Arya.
El capítulo termina con la segunda parte de la misión de Daenerys: la de Jon Nieve, que llega al muro. Allí está la Hermandad sin Estandartes, a la que ahora se ha unido El Perro. Ellos vendieron a Gendry Baratheon, así que el chico no está muy por la labor de que les acompañen a cruzar el muro. Pero ese es su cometido y Jon Nieve no va a negar su ayuda. "Estamos en el mismo bando, todos respiramos" dice, dejando claro cuál es el bando común. Y todos juntos abren las puertas, donde se extiende el invierno y más allá, lo que están buscando: Caminantes Blancos.
No ha habido batalla, pero como habéis visto, ha sido un capítulo intenso. Reapariciones, muertes, momentos clave... Quedan dos capítulos para terminar la temporada y todo parece indicar que va a ser un final espectacular. ¿Qué opináis vosotros?
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