Shadowhunters, esa serie que nos hace reír con cada episodio, vuelve con otros diez episodios pero esta vez, parece que vuelve un poco más en serio. Menos situaciones absurdas y más tramas consistentes. Aunque claro, es chaujanters, como dirían en la versión española, y tampoco podemos esperar seriedad...
En este primer episodio de la segunda mitad empezamos con los parabatais Jace y Alec luchando y, entre pelea y pelea, mantienen una conversación seria sobre Jace y su descubrimiento. Recordemos que Valentine le dijo en el 2x10 que no era su padre y que, por tanto, no era hermano de Clary. Pero Jace no se lo dijo a la chica al verla tan feliz con Simon, por lo que su parabatai es el único que conoce su secreto.
El motivo del secreto de Jace es la feliz pareja de Simon y Clary. Demasiado feliz, debo decir. Parece que Clary se come al ahora vampiro diurno con los ojos e incluso, parece que siente... ¿amor? Por él. El caso es que es un pelín raro cuando la Clary del libro, básicamente acabó con Simon por no poder tener a Jace a mano. El caso es que está muy feliz con Simon y éste encantado de la vida: puede salir a la luz del sol. No duda en aprovecharlo apareciendo en el bar de Maia, a quien le cuenta el suceso, y apuntándose de nuevo a la universidad. Raphael se da cuenta prácticamente al final de que es vampiro diurno y parece que eso le va a traer problemas... Sin embargo, no parece que Simon vaya a delatar el motivo por el que es así: bebió la sangre de ángel de Jace. Se lo prometió al rubito, al fin y al cabo.
Sin embargo esto no son todos los problemas que presenta esta segunda mitad de temporada. Un demonio mayor aparece por las calles: Azazel. No duda en matar a gente para buscar la copa mortal y es que es el único instrumento que puede controlarle. Luke, a quien su manada se está revelando, intenta investigar el caso pero lo que no sospecha es que está siendo investigado por su compañera de trabajo (a quien han incluido como un nuevo personaje LGBT).
Centrándonos de nuevo en problemas internos, Izzy sigue con su problema con el Yin Fen. Está intentando desintoxicarse con la ayuda de Alec, pero en un momento de debilidad, va a visitar a Raphael para pedirle más veneno de vampiro. Raphael se niega y la chica va a buscar ayuda a otro sitio. El vampiro va a avisar a Magnus pero... ¿lo hará a tiempo?
Todo parece indicar que no. Porque Izzy va a una guarida de vampiros y aparece el mismísimo Azazel. Aquí viene el primer punto ridículo del capítulo: Azazel e Izzy mantienen una pelea absurda en la que Azazel intenta preguntarle dónde está la copa mortal. Digo pelea absurda porque es un demonio mayor y podría usar sus poderes y, en su lugar... ¿nos ofrecen ese espectáculo tan innecesario y con tan poco sentido? Pero bueno, estamos hablando de Shadowhunters.
Lo que no podemos esperarnos es que, a continuación aparece para salvarla el personaje que todos los fans estábamos esperando: Sebastian. Hace su aparición con un gran cuchillo de shadowhunter y, cuando la chica le pregunta quién es, parece que se ve en la obligación de aclarar que es un shadowhunter antes de decirnos su nombre. Pero bueno, su aparición es lo que estábamos esperando al fin y al cabo y la forma en la que lo hace, sorprende.
Tachán. Ni pelo negro ni nada de la caracterización de Sebastian. Aunque me lo esperaba. |
En el instituto Alec les cuenta a Clary y Jace lo de la desaparición de Izzy y los dos últimos van a ver su padre para preguntarle dónde está la copa. Valentine entonces hace dos cosas importantes. En primer lugar, le da a nuestra querida Clary la idea de intercambiar su vida por la de Izzy y, en segundo lugar, hace que Jace le confiese a la chica que no es su hermano. Sin embargo, parece que nuestra expresiva Clary no tiene una reacción lógica. Se cabrea con Jace por motivos que se escapan de mi comprensión y, aunque Jace le dice que no se lo ha dicho porque estaba con Simon (lo que, de todas por todas, es prácticamente una declaración, incluso su padre se lo dejó claro), ella parece que no entiende nada y se va. Aplausos para Clary.
Después de esto, claro, Jace no puede más con la situación. Acaba de descubrir muchas cosas y, encima, la chica de la que está enamorado parece que le da calabazas. Así que se pone a llorar (mi pobre niño) y Alec le encuentra a tiempo para consolarle. No le hacen falta palabras.
Esta es la cara que se te queda cuando no procesas que, al que creías tu hermano, está enamorado de ti. |
Después de todo esto el grupo tiene un objetivo (rescatar a Izzy) y un plan maestro (el que les dio Valentine). Con la ayuda de Magnus hacen un pentagrama en el suelo, invocan a Azazel y le encierran. Le ofrecen el pacto y el demonio, tras decir que no tiene a Izzy, se carga su plan en un segundo. Ni la runita de la mano de Clary, que tan efectiva había sido, funciona. Deja a todos en la agonía y el único que consigue recuperarse es Jace que, activado por los gritos de Clary, activa su runa con los ojos (o eso parece) y se sobrepone al ataque. Sin embargo, para cuando Jace y sus poderes angelicales reaccionan, Azazel ya ha conseguido lo que quería: cambiar a Valentine y a Magnus de cuerpo. Y esto, parece que va a dar mucho juego.
Por su parte, Sebastian nos muestra un poco más sobre la personalidad que se está inventando para Izzy (y para ganarse la confianza de todo el mundo). Con la excusa de ayudar a Izzy con su problema con el Yin Fen, se la lleva a su casa y le dice que se quede un día para curarla. Mientras, intenta seducir a la muchacha contándole una historia sobre que vivía en el instituto de Londres (la mención a mi pues me activó los feels) y que escapó por problemas con el Yin Fen. Sin embargo, aunque parece encantador y parece que nos va a hacer quererle, podemos ver su lado más turbio cuando se quema con uno de los fuegos a propósito. Los fans de los libros sabemos por qué pero, los que no, tendréis que ver shadowhunters para ver qué nos depara el personaje (que bien puede ser distinto a lo del libro).
Mirad el niño si parece bueno. |
Con el inicio shadowhunters nos sorprende con un episodio decente, con sus absurdeces pero con más cosas positivas. El personaje de Sebastian tiene una buena presentación que hará dudar a los espectadores, aunque difiera totalmente de la introducción al personaje del libro. Will Tudor parece que va a dar de qué hablar y yo no puedo esperar a que se encuentre con el resto de personajes, en especial con Clary (ya que parece que la actriz Katherine McNamara y él tienen bastante buen feeling). Por su parte, Dominic Sherwood como Jace parece que mejora. Quizá es porque tiene una trama más consistente, quizá porque el corte de pelo le hace dar menos miedo, el caso es que queremos ver más al Jace irónico pero a la vez destrozado por dentro. Además, en este episodio se nos ha presentado a una familia que teníamos MUCHAS ganas de que apareciese en la serie, de la mano ni más ni menos que de la Inquisidora: los Herondale (internally screaming). Y a mi cada vez que mencionan este apellido me dan un poco la vida.
¿Nos seguirá sorprendiendo shadowhunters?
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