Director: Edgar Wright
Año: 2017
Duración: 115 min.
Género: Acción. Comedia.
País: Reino Unido- EEUU
Actores: Ansel Elgort, Lily James, Jamie Foxx, Jon Hamn, Kevin Spacey, Eiza González, Jon Bernthal, Ben VanderMey, Thurman Sewell, Allison King.
Trailer:
¿Por qué ver Baby Driver?
• Su espectacular inicio no dejará indiferente a nadie.
• La banda sonora no nos deja ni un minuto.
• Acción, comedia, romance, lo tiene todo.
Me gustaría hacer una reseña tan trepidante como lo han sido las casi dos horas de película de Baby Driver. Pero a la vez me gustaría tomarme mi tiempo para que podáis apreciar perfectamente por qué debéis ir a verla al cine. Aunque estoy convencida de que, en cuanto entréis en la sala de cine, nada más empezar, la película se va a expresar por si sola.
Porque Baby Driver no empieza fuerte, sino lo siguiente. Empezamos con un atraco. Baby (Ansel Elgort, nuestro protagonista) como piloto de un coche que baila al son de su música. Esa que se varía con los personajes, que los define. Y tres atracadores entre los que podemos encontrar a Jon Bernthal (The Walking Dead) y Jon Hamn. Empieza la acción y, cuando lo hace, nos atrapa y no nos suelta hasta que vemos el título. E, incluso después, el plano secuencia que acompaña a los créditos iniciales no nos deja indiferente. Baby Driver quiere mantenernos pegados a la pantalla y, más que entretenernos, quiere que nos lo pasemos en grande. Y lo consigue.
La trama de la película no tiene grandes pretensiones. No quiere dejarnos pensando largo tiempo qué le pasará a Baby para estar escuchando música las veinticuatro horas del día. Quiere que nos divirtamos incluso con una trama que es dura y complicada, una trama que intenta ser realista. Quiere que sintamos la velocidad pero, sobre todo, quiere que sintamos la música por el mayor número de sentidos posible. Está presente en las canciones y también está presente en la inclusión de un personaje sordo que tiene otros métodos de escuchar la música (y que le añade un plus a la película).
A mi no hay nada que me guste más en cine, nada que me provoque más satisfacción, que ver una edición que está perfectamente sincronizada con los ritmos de las canciones. Con cada golpe, cada tecla, cada cuerda. Esa edición en la que realmente puedes ver la canción. Y Baby Driver la tiene. Todo el rato. Desde el cambio de marcha a los tiroteos, todo está sincronizado. Todo sigue a la canción. Y qué voy a decir yo, es maravilloso.
Pero, si habéis visto el trailer que he dejado arriba, seguro que ya os habéis hecho una composición de lugar. Sí, es una película de coches, cosa que también me encanta (y si os gustan tanto como a mi, debéis verla). Pero no es Fast and Furious. Ni tampoco es Drive (para suerte mía, no fui una gran fan). Es una mezcla diferente y, debo decir, muy buena. Tiene la acción de la primera y a un personaje con tan pocas palabras como el de la segunda pero Edgar Wright la lleva a un nivel diferente. Se nota que el guion es suyo, porque encaja. Es un guion que quiere que vivas la música, que la sientas. Un guion que sirve para la misma función que el resto de la película.
Todo sirve su cometido a la perfección. Incluso los papeles encajan tan bien en sus actores que es imposible concebir a Baby sin Ansel Elgort, o a Batt sin Jamie Foxx. Consiguen desmarcarse de cualquier papel anterior y sin duda, hacen que te creas totalmente la película. Y la representación femenina, a cargo de Lily James (Debora) y Eiza González (Darling) nos representa dos personalidades totalmente diferentes pero ambas, fuertes.
Podría decir más cosas sobre Baby Driver. Podría meterme en aspectos más técnicos pero simplemente creo que no es necesario. Porque a todos los amantes del cine, sobre todo, nos gusta ir al cine a disfrutar. Puede que algún día nos apetezca ver una película que nos haga reflexionar pero puede que otro solo queramos una película como Baby Driver. Una película que nos guíe, nos maraville y nos haga querer ponernos sus canciones mientras conducimos nada más salir del cine. Y, si queréis ver una película de ese tipo, solo tengo que decir una cosa: id a verla, no os va a decepcionar.
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