Después de unos minutos donde se recuerda lo más importante que ha pasado en las dos temporadas anteriores por fin empieza la tercera parte de esta serie española de éxito y que ha cautivado ya ha muchísima gente.
Un rayo azul inunda el ministerio y es como si paralizara el tiempo. Y en los primeros minutos nos dividimos entre el año 2017 y el año 1937, en plena Batalla de Teruel.
Entre estos dos tiempos vemos como en el presente asistimos a un funeral, pero ¿de quién? No tardamos mucho en averiguarlo. Amelia y Alonso en plena Batalla de Teruel se ven en problemas y es que el tercer miembro de la patrulla fallece. Sí, desgraciadamente hablamos de Julián y su funeral. Aquí tengo que añadir una anotación y es que ya sabíamos que Rodolfo Sancho no iba a volver a la serie, pero no creo que fuese necesario matarle porque oye, lo mismo podría volver en algún momento.
Y tras estas escenas donde nos aclaran que pasó con Julián ya nos centramos en el capítulo. En este primer capítulo nos desplazamos hasta San Sebastián en el año 1958, fecha en la que se celebra su festival y será importante porque Alfred Hitchcock visita nuestro país.
Pero antes vemos a Pacino junto a Marta, su compañera, y algo más (guiño, guiño). Están en un hotel y por la puerta les pasan una nota en la que se puede ver el símbolo pi. Pacino corre a por la persona que lo ha dejado pero no sabe que hay una segunda persona que tira a Marta por las escaleras y esta muere. Cuando esto sucede, Pacino llama al Ministerio para que les ayuden a resolver el caso.
En el ministerio también está todo paras arriba. Un montón de obreros están arreglando el patio y mientras Salvador, con la pierna escayolada les espía al más estilo de La ventana indiscreta. Y ese es uno de los muchos guiños que encontramos en el capítulo. Y es que Irene llega con varios dedos vendados y es que se ha cortado haciendo gazpacho (toma guiño a que la actriz estuvo en Masterchef y se cortaba día sí y día también).
Salvador, con su pierna en alto, ve como un obrero sale del pozo con un reproductor antiguo de música. Esto le llama la atención y no parará de vigilarle. Irene, que le ve bajar le sigue y este le dice que buscaba el baño. Pero es que Salvador no se equivocaba y es que busca algo más que el baño. Pero lo dejamos para más adelante.
Según van avanzando en la investigación descubren que los rusos quieren ir a por el director de cine. Tendrán que evitarlo porque esta visita de Hitchcock marcaría el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y España. Amelia y Alonso, haciéndose pasar por periodistas se acercarán a él y Alfred quedará encandilado por la belleza de Amelia. Algo que tengo que decir es que la actriz que da vida a Amelia, Aura Garrido, habla muy bien inglés, tanto que lo hace mejor que Hitchcock.
Todo se complica cuando Pacino coge al ruso que les perseguía y le hacen de hablar a golpes. Es por eso que Amelia llama a Irene, que no tarda en aparecer en 1958 para resolver todo. Y nos siguen sorprendiendo cuando Marta no está muerta y resulta que estaba engañando a Pacino, Nada de esto acabará bien, y más cuando al ruso, que más tarde llevan al ministerio, le mata el sospechoso obreto del que hablábamos antes.
Y así ha sido el primer capítulo que nos ha dejado a todos alucinados por su estética y su gran trabajo en la pantalla. Si queréis ver todos y cada uno de los guiños a las películas de Hitchcock que hay durante todo el episodio no tenéis más que pinchar aquí. Nos vemos la próxima semana ministéricos.
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