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lunes, 18 de febrero de 2019

Vis a Vis 4x08: La marea amarilla

Sí, puede que hayamos tardado dos semanas en hacer esta review, pero superar el final de Vis a Vis no es sencillo. ¿Lo hemos superado? Pues todavía no. De hecho, todavía son muchas las personas de esa marea amarilla que titula el capítulo que están pidiendo un spin-off de dos personajes que plantean una historia más que interesante al final del episodio... Pero estoy adelantando acontecimientos. Vayamos a lo importante: cómo acabó Vis a Vis.

El principio del fin lo marca Sandoval corriendo como loco por las galerías de Cruz del Norte con todas las presas persiguiéndole. Maca va arma en mano y las presas... Con lo que pueden, pero no dejan de ser igual de amenazadoras. Y las dos protagonistas indiscutibles de esta serie, Maca y Zulema tienen claro que no van a cambiar de cárcel... Pero también tienen claro qué va a pasar con Sandoval que, como un auténtico cobarde, se esconde en la enfermería. Aunque eso no frena a Maca y Zulema, que van hasta allí armadas. Y Sandoval, mientras tanto, solo puede defenderse con una lima.


Al final Sandoval parece que está de suerte, porque Maca le da la pistola a Zulema, que ya tiene el pincho que usó contra Hierro en el 4x07, y se va a buscar a Rizos a aislamiento. Y como Camila (el verdadero nombre de Rizos) no ha visto a Maca desde que la metieron en una lavadora, vemos uno de los abrazos más emotivos de todo el capítulo (no será el único momento emotivo, desde luego). Aunque se nos queda un sabor de boca agridulce después de esto, porque aunque las reclusas tenían una historia de amor especial, deciden dejarlo. No por Rizos, desde luego, que se niega a dejar de querer a alguien tan fácil de querer como Maca. Y el momento lo interrumpe Saray, que busca a las presas para que se despidan de Sole.

Porque sí, todo este motín trata sobre Sole y la muerte digna que ella dice que se merece. Por eso todas las presas ponen la cárcel patas arriba, tirando por la galería cajas, apilando cartones y dejando a las gallinas libres. Y, mientras tanto, los funcionarios de prisiones se quedan atados. Incluido Palacios, que le pide a Tere que paren esto, pero la presa quiere seguir los deseos de Sole. Es esta última quien da un discurso mientras sus compañeras trabajan diciendo lo feliz y libre que ha sido en la cárcel gracias a la marea amarilla. Y que, aunque muera, se va sintiéndose muy querida. Ay, mi Sole.


Sobre Sandoval hablaremos más adelante, porque hay que dedicarle el espacio que merece un personaje de su calibre. Ahora hablaremos del destino que sufre la señora Cruz, que se encuentra en la cárcel en el momento del motín. Por suerte -o desgracia- la presa que la pilla es Goya, y lo primero que hace es robarle las joyas, el bolso y el fular para ponerse bien guapa. La señora Cruz, atrerrorizada, le ofrece a Goya más comida o lo que quiera con tal de la que le saque de ahí, pero tiene las de perder, y al final tiene que hacerle sexo oral a Goya. Aunque no será lo único. La presa cambiará la ropa de la señora Cruz por el clásico uniforme amarillo de Cruz del Norte en un gesto que, aunque puede parecer poca cosa, es una escena bastante potente. Goya reflexiona sobre lo mal que se siente con el "pijama amarillo" y le pide una explicación a la dueña de la cárcel, ante lo que esta solo puede comentar que escogió el amarillo porque "era el más barato".

Mientras tanto, Sandoval está sufriendo ante la parsimonia de Zulema, que no quiere que su venganza sea algo fugaz. Y durante la conversación, nos damos cuenta de que Zulema y Sandoval, en realidad, no son tan diferentes, ambos son psicópatas, solo que uno está aceptado en la sociedad y la otra no. Y Sandoval lo tiene claro, en un mar llenos de peces gato y bacalaos, él es el pez gato que mantiene a los bacalaos alerta. Así que, su destino, tal y como indica Zulema, va a quedar en manos del resto de bacalaos, o presas, como queráis llamarlo. Se reúnen todas en el comedor y, una por una, las presas van clavándole el pincho de Zulema a Sandoval. Algunas como Saray se ensañan más que otras, como Maca y Zulema, que ni si quiera le tocan. La muerte que Sandoval merecía.


Pero justo antes de este asesinato grupal, Saray cumple su promesa y, después de que Tere le pinche a Sole morfina, acaba con su vida asfixiándola con una almohada. Rizos y Maca también están ahí en el momento más triste y desgarrador de todo el capítulo. Porque se va una grande, pero se va por todo lo alto. Solo tenemos que recordar que el motín ha sido exclusivamente por Sole.

Y diréis, ¿qué hace la policía? Pues en principio nada, porque no se quieren arriesgar a la señora Cruz, que sigue dentro, sufra daños. Pero claro, Castillo es un policía diferente así que, cogiendo un arma, entra y saca a Cruz de allí. Aunque, como lleva el uniforme amarillo, al principio la tratan como una presa más (va a ser verdad eso que dicen de que el hábito hace al monje). Pero ella lo tiene claro: quiere que entren en su prisión a poner orden.

Quizá, lo que no se espera la policía al entrar, es lo que ocurre realmente. Porque como he dicho, el motín era exclusivamente por Tere, y todo el mobiliario destrozado solo ha servido para hacerle una pira vikinga a Sole para que arda y sus cenizas vayan al cielo. Y, mientras tanto, todas las presas de Cruz del Norte están en el suelo, viendo a su amiga, a su madre, arder. Sin una pizca de agresividad. Y la policía se mueve, pero no tienen a nadie a quién reprimir.


Si ese final, esa declaración de intenciones de todas las presas, y esa enseñanza de que, al final, lo más importante es la humanidad, no os parece suficiente broche final para el capítulo, no os preocupéis. Porque Vis a Vis nos da el cierre completo con un flashforward de 12 años en el que nos cuentan la vida de todas las presas.

Y, sin duda, lo que más me ha gustado es que esta especie de epílogo lo cuente Tere, un personaje que se ha debatido temporada sí y temporada también entre la vida y la muerte. Es precioso ver cómo lo ha dejado todo atrás para construir una familia con Piti y conseguir empleo como trabajadora social en Cruz del Norte. Allí ayuda a presas como Rizos, que se ha quedado un poco estancada en la cárcel, sin llegar a salir nunca del todo.

¿Y qué ha sido del resto? Palacios es director de la cárcel y, sin duda, todo va mucho mejor con él ahí. Luna se ha convertido en azafata y está liada con un chino. Antonia, haciendo honor a su papel durante la serie, es cocinera en un restaurante y Goya no ha dejado el uniforme amarillo, pero ahora explota su capacidad de liderazgo siendo jefa de un almacén.


Saray también ha salido de la cárcel y al fin ha recuperado a su hija y tiene una relación con una chica que le hace feliz -aunque su etapa de castradora en Cruz del Norte le sirve para espantar a los pretendientes de su hija-. ¿Y Maca y Zulema? Ellas ahora forman un equipo robando cosas de lujo. Con mucha clase, pero, sobre todo, como iguales. Y, sin duda, yo digo sí a un spin-off o una película sobre la vida de estas dos como atracadoras de lujo. 

El verdadero fin de Vis a Vis, el que debería haber tenido en Antena 3 y que FOX nos ha dado, es con un plano de una foto de las presas de esta última etapa en FOX con Agnus Dei de fondo. Pero, sobre todo, con una enseñanza: hogar no es el sitio, son las personas.

Estoy un poco nostálgica después de escribir esto, porque ya es el fin. De nuestras reviews y de la serie, pero, sin duda, ha sido un camino maravilloso que volvería a recorrer junto a la marea amarilla. Cancelación dolorosa incluida. ¡Larga vida a Vis a Vis!

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