Supernatural 14x11 y 14x12: Prophet and Loss y Lebanon

Entre estos dos episodios hay uno muy especial. Se trata del segundo episodio del que hablaremos, se trata del número 300 de la serie y ha supuesto una reunión muy esperada. Pero antes de eso hay que pasar por un capítulo que sirve para llevar a ese encuentro.

Sam y Dean se dirigen a lo que tanto desea el mayor de los hermanos, hundirse en su caja con Michael en su cabeza. Tras alguna despedida que otra en anteriores episodios nos seguimos resistiendo a decirle adiós, al igual que Sam. Puede que sea por eso que en ese camino encuentran un caso que les puede venir bien para un "último adiós". En ese caso ha habido dos asesinatos y hay que encontrar al culpable.

¿Y que sucede? Pues que el culpable tiene un hermano gemelo que es el que les da las pistas suficientes y llevarle a él. Pero no solo eso, sino que Tony, el que ha cometido los actos es conocido por Castiel. Tony será el siguiente profeta después de Donatello. Con esto las alarmas saltan, pues Donatello sigue vivo como para que su sucesor haya despertado. Conseguirán despertarlo, pero sin alma. Ahora toca esperar que esto no vuelva a ocurrir.

Los Winchester tratarán de arreglar este problema mientras Nick se libera del policía que le vigila en el hospital y va hasta su casa. Allí se encontrará con el fantasma de su mujer, quien por fin le dice las cosas claras. Para llegar al siguiente paso en la muerte y avanzar es necesario que su marido desaparezca, ese es su caso pendiente, y hasta que esta situación no cambie su familia seguirá en la casa.

Tras todo lo sucedido tova volver al a realidad y Sam no aguantará más y se desahogará con su hermano dejándonos verle como pocas veces antes.

Ya en el siguiente episodio vemos una situación muy distinta. Vamos a conocer a aquellos con los que viven Sam y Dean en su día a día, quién les vende la comida, quién les sirve en el bar, etc. Pero alejándonos un poco los Winchester van a ir en busca del cráneo de Sarah Good, una antigua bruja. Como el hombre no es que vaya a poner de su parte, los hermanos acabaran cogiendo muchos de los objetos en busca de una perla que consigue aquello que su corazón desea. Todo eso lo guardan en el coche sin imaginar que una chica se lo iba a robar.

No pasa mucho tiempo cuando después de hablar hasta que consiguen dar con ella en una fiesta en una casa de esas que dan bastante miedo. A esta chica no se le ha ocurrido otra cosa que sacar todos los objetos del maletero y meterlos en la casa. De esta forma se van a encontrar con que un fantasma sale del lugar en el que estaba a buen recaudo, pero menos mal que los Winchester llegan a tiempo para que no haya daños mayores. Esto también implicará que le tengan que decir a la chica y sus dos amigos a qué se dedican realmente.

Ya con la perla entre las manos solo queda desear eso que quieren y esperar que se haga realidad. Pero no va a pasar exactamente lo que ellos quieren. Michael no se va a ir, sino que va a llegar otra persona: su padre.

Él no se esperaba este viaje en el tiempo, no sabe ni en qué año se encuentra y casi no reconoce a sus hijos. Pero el abrazo no se hace esperar y nadie puede ser más feliz y sonreír más con esta situación. Aunque no es todo de color rosa, o al menos así piensa Sam. El traer a su padre supone que el destino de los Winchester va a cambiar. Vamos a ver rápidamente como sería si los hermanos no se hubiesen convertido en cazadores; por ejemplo, Sam, estaría dando charlas TED y Castiel nunca hubiese sido el que es ahora, ya parte de la familia y miembro del trío.

Para ello hay una solución rápida. Que su padre vuelva al pasado y todo se quede como conocían. Esta opción no gusta a nadie pero John se sacrificará y volverá a su tiempo. Antes de ello toda la familia podrá disfrutar de una última velada en la que comer y reír es el principal objetivo. Esta es la imagen que veríamos si todo fuese un mundo sin monstruos, pero sabemos que no es así. Tras eso John vuelve a su tiempo justo en el momento en el que está hablando con un Dean más joven.

Ha sido un bonito cierre para el parón que se nos presenta. Un respiro después de todo el dolor al que estamos acostumbrados, aunque todo el episodio en sí ha sido doloroso. ¿Os ha gustado esta reunión?