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miércoles, 10 de junio de 2020

Vis a Vis: El Oasis 1x08: ¿Quién era Zulema Zahir?

Aunque muchos la dimos por acabada con su cuarta temporada, el cierre definitivo para Vis a Vis acaba de llegar con su spin-off, Vis a Vis: El Oasis. Ha sido una serie esperada por la trama que se planteó al final de la cuarta temporada de la serie —con Maca (Maggie Civantos) y Zulema (Najwa Nimri) siendo ladronas de lujo—, pero que a la hora de la verdad ha quedado como una sombra de su predecesora. Y sin embargo, nos guste más o menos, el final definitivo lo plantea esta continuación.

Era de esperar, después del anterior episodio, que en apenas cincuenta minutos la serie no iba a remontar mucho, y este capítulo es una muestra de lo que nos ha ido dando El Oasis: escenas buenas y otras que, aunque interesantes, rozaban lo absurdo. De hecho, el capítulo empieza tal y como lo hizo la serie: con un montaje que adelanta los hechos. La policía ya se encuentra en el hotel para inspeccionar el resultado de la masacre: trece muertos en las habitaciones y los policías desaparecidos (que ya sabemos que mató Zulema). Y entre todos ellos, podemos ver a algunos supervivientes dar declaración a la policía: Julián (Pablo Vázquez), Goya (Itziar Castro) y Triana (Claudia Riera).

Después de este adelanto nos preguntamos qué ha sido de Maca y Zulema, pero no tardamos en verlas en una escena que acaba siendo bastante emotiva (y un preludio de lo que va a pasar). En ella, Maca le lava el pelo a Zulema, que habla sobre la muerte y sobre su vida, que se ha basado en huir. Aprovechando que no mira a la rubia a los ojos, hace dos confesiones: que va a dejar de huir y que el tiempo que pasó con ella en la caravana fue lo más parecido que tuvo a una casa. Y tras las palabras de Zulema, vemos a Maca afectada porque para ella también fue especial, aunque Zulema fuese una mierda de compañera (según dice). Aunque este momento se ve interrumpido por Goya, que llega para avisar de que Ramala (David Ostrosky) y sus hombres van a por ellas, así que tienen que prepararse.


La escena en la que las atracadoras se arman es de las mejores del capítulo (con una música acorde y un plano que las recorre en círculo) y es una especie de recuerdo de las escenas que nos ponían los pelos de punta en Vis a Vis, pero que aquí no lo consiguen tanto. Sin embargo, a favor de esta escena hay que decir que tiene mucho más sentido que la de Goya con el bate reventando cráneos, así que podemos disfrutar al cien por cien de nuestras ex-presas favoritas preparándose para disparar mientras Maca recita un pasaje de Alicia en el País de las Maravillas. Los cuerpos caídos a cámara lenta dan una imagen que visualmente es buena, pero que tampoco nos hace sentir gran cosa, porque antes de que Cepo (Lucas Ferraro) le diga a Maca (cuando acaban el tiroteo) que salga de ahí para poner a salvo a su bebé y las haga huir por un túnel que hay en la sala de espionaje, ya sabemos cuál va a ser —a grandes rasgos— el futuro de todas las protagonistas.

El de dos de ellas ya lo intuimos, pero a continuación nos lo dejan más claro, porque Goya y Triana están en la cárcel declarando (de hecho, le cuentan que Cepo las salvó), pero la policía les confiesa que van a intentar meterlas en prisión permanente revisable. ¿Por qué son ellas las únicas que se encuentran en esta situación? Porque mientras estaban huyendo, Goya no puede aguantar más y se para en mitad del túnel, mientras Maca y Zulema siguen su camino, pero no Triana, que se ha enamorado de ella y se niega a abandonarla después de una vida entera pasando de todo. El mejor escenario que contempla Goya es que las pille la policía (que es, por otro lado, lo que acaba pasando), y al final no les parece tan malo a los dos personajes porque, aunque Triana se ve que tiene miedo, Goya intenta tranquilizar a su novia diciendo que van a vivir juntas (aunque sea en la cárcel) y que van a estar todo el tiempo pegadas. Un final para los dos personajes que vuelve al inicio de la serie: la cárcel.

Para cerrar otra trama, al principio del episodio vemos a Julián, pero más adelante veremos a su hija Vivi (Paula Gallego) y a su mujer (que, al parecer, se llama Elena), que también se encuentran en comisaría para declarar. Solo que cuando terminan de hablar con las autoridades y Julián les pide irse de allí, su hija se niega en redondo. Una escena un poco forzada y acelerada en la que Vivi le dice a su padre que su madre y ella se irán por otro lado y que, además, pedirán una orden de alejamiento. Sí, es algo que tiene sentido, pero a la vez, un cierre tan apresurado a esta historia deja la sensación de que podrían haberle sacado mucho más provecho.


Aunque sin duda, la trama importante gira entorno a Ramala, Zulema y Maca... y esta también tiene su cierre. Después de ver a Ramala observar el cuerpo de su hija muerta, le vemos con Cepo, preguntándole dónde están las mujeres para matarlas. Sin embargo, Cepo es bastante fiel y dice que no puede decírselo porque es parte de la banda. Claro que Ramala cuando se da cuenta de esto le hace una señal a uno de sus hombres para que se le carguen... hasta que Cepo habla de Kati (Alma Itzel Méndez), de lo amable que era y lo bonito que era su vestido... y el hombre se hunde y ya no le mata. Otro giro que, aunque podría ser comprensible, queda bastante forzado e inverosímil.

Sin embargo, aunque Ramala no marte a Cepo, sus hombres van en los coches detrás de Zulema y Maca, que corren desesperadas. La morena se comunica con el helicóptero que las va a hacer huir de allí, y el piloto solo acepta pararse durante cinco segundos para no morir a mano de la gente de Ramala. Ambas están sin tiempo y Zulema se para para distraerlos. Aunque Maca no quiere dejarla atrás, al final Zulema acaba convenciéndola para que vaya al helicóptero, diciendo que no lo hace por ella. Y es verdad, porque cuando Zulema se arrodilla en el suelo, con una pistola en cada mano, y los coches se detienen para ver qué hace, vemos a su versión del uniforme de Cruz del Sur. Zulema le confiesa que prefiere morir así a hacerlo en un hospital y, cuando tira las pistolas al suelo y apunta con el dedo a los hombres de Ramala y la disparan, vemos a cámara lenta como, efectivamente, se muere. Una muerte que, aunque tiene sentido, quizá por toda esa anticipación que van dando a lo largo del capítulo, no sorprende ni nos hace sentir tanto como debería.

¿Por qué digo lo de la anticipación? Porque antes de su muerte ya habíamos visto a Castillo (Jesús Castejón) —que, como vimos la semana pasada, iba a aparecer justo para el final— en un cementerio, impidiendo que metiesen un ataúd en un nicho. Y, además, también había aparecido otra de las grandes protagonistas de Vis a Vis: Saray, que tuvo una conversación sobre la muerte con Zulema. En ella se podía ver que ambas eran muy amigas y que se apreciaban y Zulema le pedía que cuando muriese, que cantase y bailase para ella. La conversación es refrescante, porque nos recuerda un poco a lo que fue la serie predecesora del spin-off, pero, de nuevo, nos da demasiada pista de lo que va a pasar. ¿Por qué? Pues porque después de que Castillo (que tiene una orden para inspeccionar el cadáver) haga sus comprobaciones para ver que Zulema, finalmente, ha muerto —admitiendo que ha dejado huella y que va a echar de menos "a esta hija de puta"—, aparece Saray con dos hombres a sus espaldas diciendo que tiene que bailar a su Zulema. Una escena que, aunque tiene sentido con lo anterior y puede llegar a ser emotiva (porque llueve y se ve en la expresión de Saray que lo siente de verdad), queda bastante absurda, porque de repente los sepultureros han desaparecido y, por si fuera poco, hay fallos de raccord, con Saray taconeando encima de un ataúd que a veces está abierto y otras cerrado...


Otro fallo que tiene que ver bastante con esto (en montaje, concretamente), viene dado por el futuro de Maca. Ella sí que consigue llegar al helicóptero y, una vez se aleja de El Oasis, se permite llorar por su amiga (porque sí, Zulema era su amiga). Lo siguiente que vemos de ella es en una edición alternada con Saray bailando para Zulema, y aquí viene el problema: porque Maca está dando a luz a su bebé y a Zulema parece que la están enterrando ahora mismo. Con un montaje así, se entiende que las dos cosas se dan simultáneamente y, aunque queda bien visualmente, analizándolo cronológicamente no sería posible (ni creíble).

También cabe mencionar a Cepo, al que Ramala ha dejado vivir y se encuentra en El Oasis cuando la policía va. Está completamente solo (porque ya han encontrado el cuerpo de su madre, así que hablan con él sobre su incineración), y se nota que quiere pertenecer a algún sitio cuando le confiesa a la policía que forma parte de la banda y que también deberían detenerle. Sin embargo, la policía parece no creerle, diciéndole que mantengan el secreto entre ellos. Pero, como para reafirmarse, cuando Cepo va a coger pipas de la bolsa con la que carga todo el capítulo, descubre que dentro hay... diamantes. Pago de Zulema por sus servicios a la causa, porque Zulema nunca falta a su palabra.

El final de la serie, como no podía ser otro, es con las vidas paralelas de nuestras dos protagonistas: Saray bailando para una Zulema muerta y Maca, finalmente, disfrutando de su bebé (un claro recuerdo a como comenzó la serie, con un embarazo que le interrumpieron a la fuerza). Lo último que escuchamos es a Saray preguntándole a Zulema que cómo le gustaría que la recordaran y la respuesta de Zulema es fiel a su personaje a lo largo de la serie: "La verdad, me importa una mierda. Buh".


Con esto, ponemos el fin definitivo a Vis a Vis. Es un buen cierre para los personajes, que tiene sentido con el camino que han recorrido hasta el momento (y que te lleva irremediablemente a pensar en otras temporadas de la serie), pero la forma de llevarlo a cabo no ha sido la mejor. Quizá ha sido por las constantes anticipaciones o porque el modo de contarlo no ha sido el adecuado; por ejemplo la muerte de Zulema (quizá lo más relevante y lo que da sentido a la serie en sí), que aunque hace justicia al personaje, al final queda floja y carente de sentimiento para alguien tan amado y odiado por partes iguales. Sin lugar a dudas, Vis a Vis: El Oasis ha planteado cosas interesantes (entre las que destacan, principalmente, la relación de Maca y Zulema), pero si me tengo que quedar con una serie, lo haré siempre con su predecesora y con el final que dejó la cuarta temporada: fiel a la serie y bien ejecutado.

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