Beautiful Boy, Siempre serás mi hijo, Felix van Groeningen

Titulo original: Beautiful Boy
Director: Felix Van Groeningen
Duración: 111 min.
Año: 2018
Género: Drama
País: Estados Unidos
Actores: Steve Carell, Timothée Chalamet, Maura Tierney, Amy Ryan, Christian Convery, Kaitlyn Dever, Oakley Bull, Amy Forsyth 

Tráiler:

¿Por qué ver Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo?

• Magníficas actuaciones de Steve Carell y Timothée Chalamet

• Una nueva visión del tema de la adicción a las drogas 

• ¿Lo malo? Un guion caótico 

La primera película de habla inglesa del director belga Felix van Groeningen no es cosa menor. Juntar a dos actores como Steve Carell y Timothée Chalamet en la misma pantalla es algo sensacional, como lo es ver como el primero quiere quitarse poco a poco esa etiqueta de actor cómico (y lo consigue) y el segundo quiere demostrar que ha llegado a Hollywood para quedarse. Y esto es Beautiful Boy. Siempre serás mi hijo, película que llega mañana 15 de marzo a las salas españolas. 

Basada en las memorias de David Sheff, Beautiful Boy: A Father's Journey Through His Son's Addiction y en las de su hijo Nic Sheff, Tweak: Growing Up on Methamphetamines, narra la historia de cómo David Sheff (Steve Carell) tiene que hacer frente a la adicción a las drogas de Nic (Timothée Chalamet), su propio hijo adolescente, y como toda esta situación deteriora las relaciones personales y el futuro que cada uno tiene. 

He de reconocer que iba con las expectativas muy altas debido a la participación de Carell y Chalamet en el largometraje, y sus actuaciones no defraudan. Steve Carell está espectacular en este papel de padre sufridor y preocupado por su hijo drogadicto. No se puede poner en duda que ya no se le puede considerar únicamente como un actor de comedia. Está demostrando cada vez más que puede con los personajes más profundos y dramáticos. Por su parte Timothée Chalamet convence con su interpretación, pero en algunas ocasiones es tan intenso que hace que el personaje pierda la veracidad que pretende. A pesar de ello, es más que convincente su actuación de chico drogadicto que quiere cambiar y superarlo pero no puede. Chalamet ha llegado para quedarse, y es un gusto para los cinéfilos. 

La adaptación de las memorias les da una total y absoluta veracidad a toda la historia, y nos narra un camino largo y duro dentro del mundo de las drogas, pero desde el punto de vista exterior. La drogadicción es una de las mayores causas de muerte de los jóvenes norteamericanos, y esta película, y las autobiografías en las que están basadas, son una prueba de esto. 

El imaginario colectivo y cinematográfico está lleno de ejemplos de adictos a las drogas y cómo eso repercute en sus vidas, pero muy pocas de la gente que les rodea y que intenta ayudarles por encima de cualquier cosa, y eso es lo bueno que tiene la película de van Groeningen. Todo lo que puede llegar a hacer una padre por ayudar a su hijo y cómo se siente al pensar que cada vez que su hijo recae es él que está fracasando una y otra vez. 

Sin embargo, el guion convierte a esta película en un ejemplo caótica, que hace que no puedas conectarte con los personajes y entender sus motivaciones y actos por lo rápido que pasando las secuencias y los cambios de puntos de vistas de la historia, así como los saltos temporales, que puede hacer que te pierdas un poco. Además, las explicaciones finales sobre fondo negro no hacen que salgas de la sala con una sensación de completa satisfacción tras haber visto una gran película, no ayudan a que te conformes con ese final tan abrupto y demasiado abierto. 

A pesar de todo, es una película que solo por las actuaciones de los protagonistas merece la pena ver. Aunque no vayáis con las expectativas muy altas, por si acaso os las chafan como a una servidora. Tendrás que ir a comprobarlo al cine a partir de mañana viernes 15 de marzo.

Puntuación: