El fotógrafo de Mauthausen, Mar Targarona

Título original: El fotógrafo de MauthauseDirector: Mar Targarona
Año: 2018
Género: Drama, Suspense
País: España
Actores: Mario Casas, Macarena Gómez, Alain Hernández, Marc Rodríguez, Joan Negrié, Rubén Yuste 

Tráiler: 

¿Por qué ver El fotógrafo de Mauthause?

• Nos da otra visión sobre el horror nazi 

• Personajes bien desarrollados

• Pero, ¿era necesaria otra película sobre el Holocausto? 

Cuando pensamos en la Segunda Guerra Mundial y en el Holocausto damos por hecho que dentro de los campos de concentración únicamente había judíos, pero no es así. Mar Targarona dirige esta película, El fotógrafo de Mauthausen, basada en hechos reales, para hacernos saber o recordarnos que hubo más gente a las puertas de la muerte en estos campos, españoles incluidos.

Uno de esos españoles fue Francisco Boix (Mario Casas), que después de la Guerra Civil y por haber luchado en el bando republicano es internado en el campo de Mauthausen. Allí consigue hacerse con el favor de los comandantes nazis gracias a su conocimiento de fotografía. Será él el que consiga esconder negativos de fotografía de los crímenes de las SS para, posteriormente cuando son liberados, publicar las fotografías y enseñar al mundo el horror de dichos campos.

La primera pregunta que se viene a la mente es si era necesario contar esta historia. Puede que haya infinidad de películas sobre el Holocausto y la Segunda Guerra Mundial, pero la parte de la historia donde hubo españoles recluidos es desconocida, incluso para los propios españoles. Como bien se lee al comenzar el largometraje, esta historia se cuenta para no olvidarnos de lo que sucedió, para no olvidar a todos aquellos republicanos y comunistas que fueron mandados a los campos de concentración a morir. A pesar de que no se trataba de un campo de exterminio, la gran dureza del trabajo acababa siendo el final para muchos de los presos políticos allí recluidos. 

Al estar basada en hecho reales nos hace trasladarnos a la historia, a pensar que hombres comunes eran tratadas como animales llevándoles hasta el extremo de su humanidad y las mujeres se convertían en prostitutas, en premios para los comandantes y los presos más afortunados, que tenían que hacer todo y más para mantenerse con vida. Pero incluso en esas situaciones se pensaba en la libertad, en como conseguir salir de allí, y es lo que les motiva durante toda la película, que narra varios años hasta la liberación del campo en mayo de 1945.

Los decorados de los campos, las recreaciones de situaciones que sucedieron de verdad (y que conocemos gracias a las fotografías salvadas) y algunos de los planos son dignos de mención. Escenas durísimas tan bien construidas que nos producen incluso repulsa por la situación, del morbo que les producía tener fotografías de todos sus crímenes. 

El intercambio lingüístico entre alemán y español, además, hace más amena la película, le da un toque de autenticidad que muchas películas sobre el Holocausto no han conseguido. ¿Cómo podemos tragarnos que presos judíos hablaran inglés entre ellos? Igual que no nos hubiéramos creído que presos españoles hablaran entre ellos otro idioma que no fuera el español.  

A pesar de todo ello, me atrevo a decir que se trata de una película más sobre este tema. En muchas ocasiones cansa, parece que no se va a llegar al final nunca, a pesar de todos conocerlo. Planos en ocasiones demasiado largos, actuaciones que dejan que desear o subtramas innecesarias son algunas de las cosas que hacen que esta película no llegue a funcionar del todo. Pero todo son gustos. El próximo 26 de octubre podréis descubrirlo por vosotros mismos en las salas, y darme o no la razón. 

Puntuación: