Jackie, Pablo Larraín

Director: Pablo Larraín
Año: 2016
Duración: 95 min.
Género: Drama
País: Estados Unidos
Actores: Natalie Portman, Caspar Phillipson, Peter Sarsgaard, Billy Crudup, Greta Gerwig, John Carroll Lynch, Richard E. Grant, Max Casella, Beth Grant, Sunnie Pelant.

Trailer:

¿Por qué ver Jackie?
•Es una historia real, contada con dureza.
•Natalie Portman está espléndida en su papel.
•Es un intento por hacer valer el papel de las mujeres.

Parece que Hollywood se ha tomado en serio las críticas sufridas el año pasado con respecto a la participación de personas de color y de mujeres en el cine. Son numerosas las candidatas al Oscar con esta temática, de algunas, como Figuras Ocultas o Loving ya os hablamos en este blog. Sin embargo, aunque la temática sea variada, todas tienen algo en común: tratan historias reales.

Que sean historias reales es lo que hace que esas películas sean más especiales en cierto sentido y, sin duda, es algo que caracteriza a Jackie de una crudeza especial. Jackie nos cuenta la historia de Jacqueline Kennedy, ex primera dama de Estados Unidos, en los días posteriores a la muerte de su marido, John F. Kennedy en 1963.

Las circunstancias que trata la película ya son duras, pero la actuación de Natalie Portman nos sumerje de lleno en la situación. Sufres con ella y ríes con su sarcasmo. La actriz nos ofrece una actuación brillante, digna del Oscar al que está nominada. Actuación que gana al ver la versión original y oír cómo la actriz imita el acento de la ex primera dama. Sin duda, esto lo hace lo más destacable de la película.

Que la brillante actuación de Portman sea lo más destacable no significa que el resto sea malo. Al contrario, la acompaña a la perfección, manteniéndola siempre en el centro de lo que se cuenta. Porque sí, Jackie no pretende contarnos los sucesos que llevan a la muerte de su marido, ni a la muerte en sí. Jackie nos relata el proceso del duelo y la historia de una familia que estaba lejos de ser perfecta. Una familia con muchas desgracias que no necesitaba añadir una más.

Al principio, el relato parecía que no tenía un rumbo definido, puesto que la historia se cuenta a través de una conversación de Jackie con un periodista, en la que decide contar cómo vivió la muerte de su marido. Pero el relato es una mera excusa para mostrarnos el carácter de Jackie y constantes flashbacks que se suceden. Sin embargo, aunque al principio pudiese parecer lioso, la película no tarda en coger ritmo y, al final, acabas entendiendo que, precisamente, lo que la hace una película tan buena es eso precisamente, como cuenta las cosas con la mente errante de alguien que dice no recordar todo lo que pasó después del asesinato.

La actuación de Natalie Portman no solo da veracidad a un relato muy crudo, sino que además, lo exalta. Porque Jackie no nos cuenta una historia bonita, ni intenta hacer de Kennedy una mejor persona. Nos cuenta cómo sobrelleva ella una pena que conmovió a todo un país. Y el director, con su manera peculiar de rodar ciertas escenas y mediante escorzos de Jackie, en los que sólo podemos imaginar su cara, consigue que empaticemos totalmente.

La película, además, es un ejemplo de buenas caracterizaciones. Con un John Kennedy (Caspar Phillipson) muy, pero que muy parecido al real y un peinado y vestidos muy similares para Jackie, se nos intenta enlazar con imágenes del pasado para sumergirnos completamente en 1963. 

Jackie, en definitiva, nos hace pensar sobre muchas cosas y nos destroza un poco el corazón. Pero, sin lugar a dudas, nos deja con un buen sabor de boca. Porque hemos visto algo especial pero, sobre todo, real. Podréis verla a partir del 17 de febrero en cines 

¿La recomiendo? Sin duda. 

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