La casa de papel se despide después de 9 episodios y 62 horas de atraco hasta después de verano con el episodio más trepidante de toda la temporada y, sin duda, por todo lo alto. Desde el principio hasta el final nos mantiene en tensión, pegados a la pantalla y deseando que el verano pase pronto para ver cómo continúa esta maravilla televisiva.
Cuando digo que empieza con fuerza me refiero a que la semana pasada unos cuantos rehenes consiguieron salir de la fábrica, abriendo un boquete por el que la policía no duda a la hora de entrar. Pero nuestros atracadores son más rápidos y, en un tiroteo que nos deja con la boca abierta, incluso preocupados cuando parecen dar a Helsinki, consiguen cerrar el hueco. Es entonces cuando respiramos un poco, pero no demasiado. La cosa sigue.