La casa de papel 1x09: El que la sigue la consigue

La casa de papel se despide después de 9 episodios y 62 horas de atraco hasta después de verano con el episodio más trepidante de toda la temporada y, sin duda, por todo lo alto. Desde el principio hasta el final nos mantiene en tensión, pegados a la pantalla y deseando que el verano pase pronto para ver cómo continúa esta maravilla televisiva.

Cuando digo que empieza con fuerza me refiero a que la semana pasada unos cuantos rehenes consiguieron salir de la fábrica, abriendo un boquete por el que la policía no duda a la hora de entrar. Pero nuestros atracadores son más rápidos y, en un tiroteo que nos deja con la boca abierta, incluso preocupados cuando parecen dar a Helsinki, consiguen cerrar el hueco. Es entonces cuando respiramos un poco, pero no demasiado. La cosa sigue.

Mientras tanto, Raquel está feliz después de su noche con Salva, El profesor. Feliz hasta que, al llegar a un bar, descubre todo lo que ha pasado mientras se daba un respiro: algunos rehenes han salido de la fábrica y Ángel está en coma después de un accidente. La inspectora lo tiene claro y va a visitar a su compañero, sintiéndose culpable de lo sucedido. Al fin y al cabo, tenía muchísimas llamadas perdidas de él y el buzón lleno de mensajes. 

Los rehenes mientras tanto, ya están divididos. Los de fuera dan la información que conocen de los de dentro, diciendo el nombre de las ciudades y todos los planes que están teniendo. Los de dentro aplauden (literalmente) el hecho de que algunos hayan escapado. Parece que las cosas se les van de las manos a los atracadores, pero El profesor lo tenía todo pensado al detalle y sabía que cabía la posibilidad de que algunos huyeran. ¿Cuál es el plan entonces? Ofrecerles la libertad inmediata, o quedarse a cambio de un millón de euros. ¿El objetivo? Dividirlos más.

La posibilidad se les ofrece a todos menos a Allison, que es una pieza fundamental en el puzle y, por tanto, debe quedarse dentro. A Mónica también se le ofrece la opción aunque Denver, que parece que se ha enamorado de ella, le pide que se quede con él. En parte es porque quiere pasar más tiempo con ella, pero en parte es también porque sabe que la libertad que les están prometiendo no es tal, sino otra clase de encierro. Sin embargo, la escena entre estos dos, con Mónica aceptando a quedarse, es de lo más bonito que veremos en la serie. Saben cómo jugar con nuestros sentimientos y, por mucho que nos guste esta pareja, no tiene pinta de acabar bien. No es Titanic, pero el amor imposible entre estos dos parece acercársele a la trágica pareja del barco. 

Por otro lado, la huida de los rehenes no fue tan sencilla. Para salir recordemos que dieron con una tubería en la cabeza a Oslo, que quedó inconsciente en el suelo. Parecía que el compañero de Helsinki iba a salir de esa pero durante todo el capítulo nos quedamos confusos sobre si seguirá con vida o no. Lo que parece, desde luego, es que está en un estado catatónico que solo los médicos podrían curar. Pero Helsinki tiene claro que antes la muerte que la cárcel. Sin embargo, se nota que le duele el estado de su compañero, e incluso amenaza a Arturito con hacerle lo mismo porque sospecha que la fuga fue idea suya.

Fuera, la madre de Raquel escucha el buzón de voz de su teléfono, en el que la semana pasada Ángel dejó varios mensajes, entre ellos el más importante: el descubrimiento de que Salva es El profesor. La madre lo escucha, lo apunta todo e intenta llamar a su hija, ofreciéndonos otro momento de tensión. Pero como la hija no responde, acaba llamando a Salva, a quien le cuenta todo el mensaje. El profesor se queda blanco y ya sabe lo que tiene que hacer: matarla. Pero al final a El profesor le falta la suficiente frialdad como para hacerlo y rompe la taza en la que había echado lo que podría matarla. Y con ello, descubre las notas y se da cuenta del alzheimer que sufre la madre de Raquel. Así que todo resulta más sencillo: guarda las notas y borra los mensajes.

Es entonces, mientras está en casa de lo que parece ser su futura suegra, cuando llega Raquel. Salva la recibe con un ramo de flores y, en una conversación que mantienen sobre el trabajo de Raquel y el atraco, a Raquel se le enciende la bombilla. Vuelve la tensión cuando todo parece indicar que lo que la mujer ha pensado es que Salva es El profesor, pero en realidad su mente toma un rumbo no muy diferente: Toledo. Llama de inmediato a sus compañeros y les ordena hacer una búsqueda de un sitio grande en Toledo, cerca de la farmacia, donde pueda estar la casa. Y la encuentran. Salva lleva a Raquel hasta allí y todos rezamos porque no sea la casa o que El profesor se haya encargado de borrar las pruebas...

Pero no es así. Cuando llegan todo sigue intacto. Huellas por todas partes y, lo más importante, todo el plan en las paredes. Un descuido más grande que el que tiene la serie cuando Raquel llama por teléfono y se ve que no está llamando realmente. Pero, ¿será un descuido realmente? Vemos como El profesor se queda en shock mientras escucha a Raquel por la radio de un coche de policía, así que parece indicar que sí. Las imágenes se intercalan con la última conversación entre Berlín y El profesor, cuyo nombre real es Sergio, no Salva. Berlín le dice que, si las cosas se tuercen, tiene que huir. Pero El profesor no parece muy dispuesto y, cuando parece que se tuercen de verdad, él se queda inmóvil. Así que a ritmo de Bella Ciao, cantada por Berlín y El profesor, La casa de papel nos deja con muchas incógnitas, despidiéndose hasta septiembre.

¿Qué será lo que une a Berlín y El profesor? ¿Tendrá algún plan El profesor para salir de ahí? ¿Le descubrirán? No tenemos respuestas, solo teorías. Pero lo que si podemos decir es que La casa de papel se ha despedido por todo lo alto. Nos ha dado una temporada increíble y un final de temporada alucinante. Por series como esta merece la pena ver la televisión, sin duda. Y yo no puedo hacer otra cosa que no sea rememorar lo visto y esperar a que septiembre llegue pronto.

¿Qué os ha parecido a vosotros este final?