Bacon Hills cada vez está un paso más cerca de convertirse en el próximo Canaan y, por tanto, Lydia está un paso más cerca de quedarse completamente sola. Aunque ni Scott, ni Malia ni el resto de los que todavía están ahí van a permitirlo. Su misión sigue siendo clara: rescatar a Stiles y al resto de gente de la estación fantasma. ¿Lo conseguirán?
Por el momento, en este capítulo se han quedado con las ganas, aunque sí que es cierto que se nos va preparando la situación para la resolución del problema. En el anterior capítulo nos quedamos con una incógnita que se resuelve en este episodio, ¿recordará Noah Stilinski a su hijo? Pues sí, lo hace. La camiseta de Lacrosse que le tiró Lydia fue el primero de los objetos de su hijo que encontró, y después vino el hilo rojo con el que Stiles unía las pruebas en su pizarra. A través de ese hilo, el sheriff conseguirá ir encontrando el resto de objetos de la habitación de su hijo e irá recordando más cosas sobre él.
Sin embargo, cuando el sheriff intenta contárselo a su mujer y hacer que lo vea, descubre que todo lo de la habitación desaparece cuando ella está dentro. Pero él ya sabe la verdad y, a medida que empieza a recordar más cosas, su mujer desaparece y en su lugar, aparece una especie de brecha azul. Algo que, sin duda, será decisivo en los próximos capítulos, pero esto lo contaremos más adelante.
Quien también aparece en este capítulo es el profesor Douglas, que está buscando a Parrish. De algún modo desconocido, la búsqueda del perro del infierno le lleva hasta Chris Argent y Melissa McCall, que, por otro motivo desconocido, saben donde está Parrish. Así que Melissa, para evitar que maten a Argent, le lleva a donde se encuentra Parrish. Pero una vez el profesor ha conseguido despertarle, no duda en hacer desaparecer con el látigo a los otros dos. Dos personas menos en Bacon Hills.
Por otro lado, los chicos siguen intentado averiguar cómo rescatar a Stiles. Malia la semana pasada fue al lugar donde apareció Peter y, esta semana, vuelven ahí, y encuentran una brecha a través de la cual podrían pasar. Pero la brecha derrite el acero al intentar pasarlo, así que, tras muchos intentos, se quedan sin opciones. Pero hay una persona que sí que sabe cómo pasar: el profesor Douglas.
Los que entienden por qué Douglas sabe tanto sobre los jinetes y por qué está tan interesado en ellos, son Hayden, Liam y Mason. Theo, que sigue encerrado, les cuenta la verdad sobre Douglas a cambio de que rompan la espada, y lo hacen. Así que Theo les cuenta que Douglas era un nazi que quería conseguir un ejército de jinetes y que, para conseguirlo, acudió incluso a los doctores del mal (los que, probablemente, fueran los que le hicieron no envejecer ni un ápice en cincuenta años). De este modo, Douglas se convirtió en un híbrido de león y lobo que se comía las glándulas pineales.
Cuando descubren esto, deciden que tienen que ir a contárselo a Scott, pero entonces aparecen los jinetes y se llevan a Mason. Liam, muy cabreado y haciendo gala de sus problemas de ira, se enfrenta a uno de ellos, pero finalmente, consiguen atrapar a Hayden. El chico intenta luchar junto a su novia para evitar que se la lleven, tirando ambos del látigo de los jinetes, pero la chica se da cuenta antes que él de que lo primordial es que le cuenten a Scott la verdad, así que se deja ir para que Liam pueda ir a contárselo.
Cuando Liam llega a contarle a Scott quién es Douglas, él y Parrish ya están allí y también los jinetes, que intentan matarlos (pero, con la ayuda de Peter, que también desaparece, consiguen salvarse). Eso le da a Parrish una oportunidad, así que abre la brecha con sus manos y él y Douglas pasan. Pero el resto no consigue pasar, así que se ven otra vez sin salida.
Durante este momento de tensión, los chicos descubren dos cosas, que Parrish convertido en perro del infierno es capaz de pasar a través de las brechas y que los jinetes, por algún motivo desconocido, temen a Lydia. O, al menos, la respetan y no intentan matarla.
Aunque son descubrimientos, nada de esto es suficiente para salvar a Stiles. El que llega con la clave es el sheriff. Mientras los chicos están cabizbajos, pensando cómo sacar a Stiles cuando todas las brechas han sido cerradas, llega Noah para decirles que recuerda a su hijo. Y, para que quede constancia de que se acuerda completamente de él, les dice el verdadero nombre de Stiles: Mieczyslaw Stilinski. Esto era algo que llevábamos esperando muchos fans de la serie desde que comenzó porque, aunque se nos habían dado pistas, no lo hubiésemos adivinado (salta a la vista). Tras revelarles el nombre, les cuenta también que, según fue recordando cosas, le pareció verle en mitad de la sala. Como bien hemos contado antes, apareció una especie de brecha de color azul y, cuando se lo cuenta, los chicos se dan cuenta de cuál es la clave para poder pasar al otro lado: recordar todo lo que tenga que ver con Stiles, todos los momentos.
Con esto se nos presenta el principio de la resolución del problema de los jinetes en el que Stiles sigue siendo el protagonista. Y es que el chico tan sólo ha aparecido en dos capítulos de los ocho que llevamos por el momento pero, aún así, se las está apañando para ser el protagonista indudable de la serie. Aún así, se echa de menos que aparezca más su personaje, pero me parece una forma curiosa de seguir haciendo que "aparezca" de algún modo.
¿Tenéis ganas de que se reúnan todos ya?
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