Star Wars: Episodio IX. El ascenso de Skywalker, J.J. Abrahams

Título original: Star Wars: The Rise of Skywalker
Director: J.J. Abrahams
Duración: 141 min.
Año: 2019
Género: Ciencia ficción
País: Estados Unidos
Actores: Daisy Ridley, Adam Driver, John Boyega, Oscar Isaac, Kelly Marie Tran, Joonas Suotamo, Domhnall Gleeson, Ian McDiarmid, Carrie Fisher, Anthony Daniels, Keri Russell, Billie Lourd, Lupita Nyong'o, Richard E. Grant, Harrison Ford, Mark Hamill

Tráiler:

¿Por qué ver Star Wars: Episodio IX. El ascenso de Skywalker?
• La química de Daisy Ridley y Adam Driver como Rey y Kylo Ren.
• Los premiadísimos efectos especiales, calidad fotográfica y banda sonora.
• ¿Lo malo? La inverosimilitud de la trama principal.

Es muy difícil intentar hacer una sinopsis sin spoilers, pero lo básico de la película es que la Resistencia, bastante mermada en número después del mazazo de la Primera Orden, sigue intentando terminar con el ejército del general Hux (Domhnall Gleeson) y Kylo Ren (Adam Driver). Rey (Daisy Ridley), con su recién descubierto control de la Fuerza, continúa su entrenamiento para luchar contra Kylo Ren.

La trilogía empezó muy bien. De hecho, la primera película es una de las mejor valoradas por la crítica. La segunda genera un poco más de polémica, aunque el guion y la dirección de Rian Johnson fueron bastante buenos. Pero la tercera, con J.J. Abrahams al frente de nuevo, se estrella. Y no por los actores ni por los efectos visuales, ni siquiera por todo el guion. Se estrella por la trama principal.

De nuevo, J.J. Abrahams se decanta por la característica combinación de esta nueva trilogía de personajes clásicos y personajes nuevos, de hecho, hay nuevas incorporaciones... y caras conocidas de las primeras dos trilogías, como Lando Carlissian (Billy Dee Williams), que vuelve a la saga. Pero el director no lo hace con tanto acierto como en las dos primeras películas. El guion ni explica por qué vuelven a la saga algunos personajes, como si el simple hecho de haber participado en algún episodio anterior fuera razón suficiente para que aporten algo al argumento. Y ese intento nostálgico de reconciliarse con los fans más clásicos queda muy forzado.

Pero no es el fallo más considerable del guion, que es la problemática de la película. Sin entrar en más detalle para evitar hacer spoilers, hay un giro argumentativo de la trama principal completamente inverosímil. No se sostiene, y repercute directamente en el argumento de la película.

Son prácticamente los únicos defectos reseñables. La película, en la línea de la saga, y en especial de la última trilogía gracias a los avances tecnológicos, tiene una calidad fotográfica, de efectos especiales y de banda sonora que no tiene nada que envidiar a las clásicas de la saga. Y John Williams, nominado de nuevo al Óscar a Mejor Banda Sonora, vuelve a hacer un increíble trabajo con la música.

El reparto es excelente, junto con la música y la fotografía hace que la película gane puntos. Pero lo mejor de la película es la trama que dirigen magistralmente Adam Driver y Daisy Ridley: la relación entre Kylo Ren y Rey. Su trama es de lo mejor del guion, tanto que se queda un poco corta en cuanto a espacio en el filme. Tendrían que haberle dado más peso pero adelantando algún giro para desarrollar mejor a los personajes en el conflicto.

No lo tenían fácil, pero el resultado podría ser bastante mejor. Falta mucho trabajo del guion, y se nota, el giro argumentativo es decepcionante y está muy descompensada, porque la trama es muy básica y el reparto, la calidad visual y la música son impresionantes. Quizás hubiera mejorado con menos nostalgia y más peso en los argumentos de la nueva trilogía, y desarrollando más algunos personajes. Pero la película se queda corta.

Puntuación: