Las divisiones de The Walking Dead a cada episodio van cobrando más sentido y, sobre todo, podemos ir intuyendo el propósito de todos estos capítulos. Y va más allá de la lucha y la venganza. Va de lo que siempre ha ido la serie: de la evolución de los personajes.
Uno de los que evolucionó de la no beligerancia a ser todo un revolucionario ha sido Ezekiel, el Rey de El Reino. Empezamos este capítulo con él, dando un discurso motivador sobre cómo van a ganar la lucha tras el cual se ponen a dar tiros muy felices ellos. Porque sí, en esta temporada vamos a ver muchas balas gastadas.
Seguimos con una de las tramas abiertas que nos habíamos dejado y es que Morales, que apareció en el último minuto del capítulo, llamó a Los Salvadores que quedaban vivos para que fuesen a por Rick. Estos salvadores en cuestión eran contra los que estaba luchando el grupo de Aaron que en realidad formaba parte del grupo de Rick (lo que quiere decir que hay tres frentes principales, no cuatro).
La semana pasada Jesus también ofreció rendición a unos cuantos Salvadores, a los que empiezan a transportar en este capítulo a Hilltop. Jesus, más pacifista que cualquier otro, confía en que Maggie le haga caso a él y Maggie pueda convencer a Rick. Pero Tara sabe que tiene a Rick de su parte, así que todavía está por ver qué pasa con los rehenes.
Todo esto son tramas secundarias porque sin duda, la más interesante de todo el capítulo es la que protagoniza Rick y que empieza con una conversación con Morales. La conversación pone los pelos de punta porque hace un repaso a lo que ha pasado a lo largo de las temporadas y a todas las personas de la primera que ya no están: Andrea, Lori, Shane, Glenn. La mención al asiático es recurrente desde su muerte (no quieren que lo olvidemos) pero está bien ver que recuerdan a los demás y más si sirve para saber que ambos, tanto Rick como Morales, no son las mismas personas que se encontraron en la primera temporada. Han cambiado y ni si quiera conocerse desde hace tiempo podrá beneficiarles.
Morales perdió a su familia antes de encontrar a Negan, que le ayudó cuando más hundido se sentía. Así que Rick, cuando le pregunta que si es Negan, no duda en asentir. Parece que la situación se va a alargar durante más tiempo o que Morales ha llegado para quedarse, pero en ese momento llega Daryl y le mata clavándole una flecha. Rick se queda petrificado por lo que acaba de hacer su amigo, pero Daryl ya no es el mismo que hace un par de temporadas. La muerte de Glenn y su secuestro le han hecho cambiarse los papeles con Rick, que ahora parece plantearse más tiempo de la cuenta la moralidad de sus acciones.
Otra persona que ha cambiado mucho a lo largo de las temporadas ha sido Morgan, que ahora está con Jesus y Tara transportando a los rehenes. Pero cuando una horda de zombies llega, un grupo de rehenes ve la oportunidad para escapar. Morgan va detrás y levanta el arma para matarlos uno a uno. Sólo cae uno antes de que llegue Jesus para impedirlo. Morgan y Jesus se ponen a luchar por sus diferentes ideologías, que al final se resumen en la vida o la muerte, y vemos que ver al chico que mató al chaval de El Reino afectó a Morgan hasta el punto de retroceder en su ideología pacifista.
El grupo al final acaba llegando a Hilltop donde, minutos antes, Gregory esperaba en la puerta, suplicando pasar y jurando que su unión con Negan era para salvar el pueblo. Maggie le deja pasar pero deja claro que es la que manda en Hilltop cuando llega Jesus y, con reticencias, accede a mantener con vida a los seguidores de Negan.
Una de las últimas tramas que nos queda abierta es la de Aaron. La semana pasada, mientras luchaban, dispararon a su novio, Eric. El chico hace que su novio vaya a luchar jurándole está bien y, aunque parece que la bala ha salido y puede salir de esa, cuando Aaron regresa a por él, cuando Rick y Daryl salen vivos de la situación y van rematando al resto de zombies... Eric es uno más de los caminantes que van en la dirección contraria. Y eso hunde a Aaron. Sin embargo, decide cumplir lo que iba a hacer con Eric: ir a Hilltop. Será él el encargado de llevarse a Gracie, el bebé que Rick encontró la semana pasada y que rescata en este capítulo.
El capítulo parece que va a acabar con esperanza cuando vemos a Ezekiel llegar al sitio de las telecomunicaciones, donde parece que todo está vacío. Sin embargo, en el último momento los guardias ven algo y avisan. Es demasiado tarde cuando empiezan a disparar contra El Rey. Aunque muchos de sus guardias se lanzan encima de él para protegerle. ¿Conseguirán salvarle?
The Walking Dead nos deja así hasta la semana que viene, con un capítulo más interesante y que aclara un poco más los previos, pero que sigue con la misma filosofía de desarrollo de personajes. Jeffrey Dean Morgan sigue desaparecido y parece que su retorno va a ser tan triunfal e impactante como siempre.
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