No habrá nuevos capítulos de Juego de Tronos hasta 2019. Esa frase en sí misma es una tortura. Más es saberlo cuando ya hemos visionado el último capítulo de la penúltima temporada. Y todavía más cuando ha sido un capítulo tan intenso, que deja tantas tramas abiertas y que tiene un final de infarto.
La primera parte de este final, que tiene una duración de 80 minutos, es algo tremendamente esperado. El ejército de Daenerys va a reunirse con el ejército de los Lannister: Inmaculados, Dothrakis, dragones... Bueno, esto no se reúne de inmediato con el resto, pero el caso es que la Madre de Dragones quiere demostrar a las personas con las que se van a reunir cuál es su poder, todo lo que tiene. Y vaya si lo consigue. Jaime Lannister al menos parece impresionado cuando ve una parte de su ejército.
Pero la reunión importante no es la de los ejércitos. Es la de prácticamente todas las personas importantes de esta serie (a excepción de los pocos que se encuentran en Invernalia) en Desembarco del Rey, concretamente en Pozo de Dragón. Allí está esperando Cersei con Jaime, Bronn y Euron Greyjoy entre otros (La Montaña, como guardia personal sigue siendo la sombra alargada de Cersei). Y en un barco llega la parte que acompaña a Daenerys: Jon, Jorah, El Perro y Tyrion. Pero, además les acompaña un regalito: el caminante que consiguieron más allá del muro.
Como representación de Invernalia (recordemos en 7x06, cuando Sansa recibió una citación en Desembarco del Rey), no va Jon, sino Brienne de Tarth. Y cuando todos llegan, se van produciendo reencuentros de camino al esperado lugar. El Perro y La Montaña comparten algunas palabras (aunque este segundo no emite palabra alguna); Brienne y Jaime intercambian miradas; y Tyrion y Podrick (el escudero de Brienne) también mantienen una conversación. Todo parece bonito hasta que llegan a Pozo de Dragón y llega Cersei, con su mejor mirada de asesina (minutos antes había dicho a La Montaña que tenía que matar a Daenerys, a Tyrion y a Jon. En ese orden, pero no con esas palabras).
Falta alguien: Daenerys, que llega a lomos de su dragón, para hacer una entrada que asuste un poco a Cersei. Pero la mujer ni pestañea, reprochándola que llega tarde. Reproches a parte, cuando están todos, el bando de Daenerys empieza a exponer el problema: los Caminantes Blancos están llegando y hay que luchar contra la amenaza común. Cersei, como es de esperar, no se cree nada. Así que empieza la acción. El Perro suelta al Caminante, que se lanza a Cersei. Lástima que no les interese matarla de momento, aunque la mirada de terror de la mujer es real. Cuando lo ha visto, Jon le explica cómo pueden matar al Caminante (visto que por muchas piezas que le hagas, sigue con vida).
Puesta la situación sobre la mesa, falta que Cersei acepte el pacto: una tregua para acabar con la amenaza común. Pero Cersei no es tonta y sabe que irán a por ella en cuanto acabe, así que les dice que aceptará si Jon amplía la tregua y no se une a ningún bando. Vaya, para que las reinas acaben la una con la otra entre ellas. Pero Jon, demasiado noble, admite ante Cersei que ya le ha dado su palabra a Daenerys Targaryen y no puede hacer eso. Daenerys, por supuesto, está enternecida, pero no a todos les parece tan bonito. En especial a Tyrion, que aconseja al "bastardo" que pruebe a mentir de vez en cuando. Pero las palabras son importantes para Jon Nieve.
Así se queda Cersei después de ver al Caminante. |
Cersei se va, y Jaime junto a ella, aunque antes Brienne le aconseja dejar a un lado las lealtades. Jaime parece tener claro qué es lo que tiene que hacer, pero no sabe si podrá hacer algo con su hermana. El que sí que parece que tiene que intentarlo es Tyrion, que mantiene una conversación con Cersei en la que tememos por la vida del enano. Y es que Cersei le echa en cara haber matado a gran parte de su familia y ambos se expresan un odio profundo. Odio que parece que Jaime no comparte. Sin embargo parece que la conversación sirve para que la reina acepte y el ratito en el que se quedan solos, parar que Jon y Daenerys se acerquen un poco más, compartiendo, de nuevo, la preocupación de que la Madre de Dragones no pueda ser madre de humanos, al fin y al cabo. Pero a Jon esto le parece una tontería. Casi parece retar a la reina a ofrecerse como voluntario para demostrarla que puede tener hijos. ¿Casi?
Me he detenido mucho en esto porque bueno, es una parte muy importante. Pero hay otras batallas, en Invernalia concretamente. Allí Meñique intenta convencer a Sansa para ponerla en contra de su hermana, arguyendo que si Arya está en Invernalia, es para matarla y quedarse con su puesto de Señora de Invernalia. Parece que la treta funciona cuando Sansa hace llamar a Arya para acusarla de asesinato y traición. Aunque nos sorprende a todos cuando al que acusa es a Meñique. El hombre intenta defenderse, pero ni arrodillarse ante la chica le sirve para que Arya le corte el cuello. Bravo por Sansa, que estaba dando una imagen equivocada. Y bravo por Arya, que ha sido el verdugo.
Bye bye, Meñique. |
Daenerys y sus aliados, tras la conversación, vuelven a Rocadragón a planear sus siguientes movimientos. El primero de ellos, ir al norte a convencer de que Daenerys es su aliada. Y, para ello, irá la mismísima Khaleesi con Jon Nieve. Este último mantendrá una conversación con Theon Greyjoy, al que acaba confesando que ha perdonado y alienta para ir a rescatar a su hermana Yara.
Theon a continuación nos demuestra que ha evolucionado, que no es el mismo hombre al que Ramsay destrozó y que puede hacer de sus desventajas (estar castrado) algo a su favor. Porque intenta convencer a los suyos de ir a rescatar a su reina, pero se niegan. Así que acaba luchando contra el que se proclama como jefe y no sentir dolor en sus partes le ayuda a matarle y a conseguir aliados para rescatar a Yara. Un aplauso para el personaje.
Como he mencionado antes, Jaime parece comprometido con la causa, así que cuando su hermana da el visto bueno empieza a mandar a las tropas al Norte. Pero Cersei no es tan noble como Jon y dice que no ayudará, que se irá a una isla a proteger a los suyos y reunirá más ejército con la Compañía Dorada, a la que Euron Greyjoy ha ido a buscar a Essos. Pero entonces ocurre algo que estaba esperando todas estas temporadas: Jaime se rebela ante su hermana, a riesgo incluso de que La Montaña le mate... Y se marcha del lado de Cersei, que se queda sola. Ahora solo queda que se reúna con Brienne y ya sabéis el resto. La mujer parece apreciarle mucho más que su hermana y yo, sin duda, los caso.
Aquí, dejando las cosas claras. |
Diría que lo que viene a continuación es el punto álgido, pero el capítulo entero lo es. Así que digamos que es una escena muy importante y que confirma teorías que llevan temporadas en el aire. Sucede cuando Sam va a ver a Bran y el chico le cuenta que Jon no es un nieve, sino un Arena (porque nació en Dorne), y que es hijo de Rhaegar Targaryen y Lyanna Stark. Pero Sam comparte con él información útil, la que Gilly descubrió en el 7x05: que Rhaegar y Lyanna llegaron a casarse y que, por tanto, Jon es un Targaryen.
Entonces Bran se muda a otro tiempo, cuando Rhaegar y Lyanna se casaron. Y mientras dice "él la quería, y ella le quería a él" vemos como, en el presente, Jon y Daenerys materializan todas esas miradas, sonrisas y conversaciones y esa atracción que todos veíamos... En la cama. Al parecer, Jon no sólo estaba insinuando que podría hacerla hijos, sino que estaba afirmando que lo haría. O al menos lo intentaría. Pero parece haber amor entre ellos, o algo parecido (además del culo de Jon Nieve que tantos comentarios ha suscitado en redes) y eso hace que la afirmación de Bran, que dice el verdadero nombre de Jon, sea más agridulce. Aunque a mí, personalmente, me da igual. E intuyo que a ellos también. Pero lo importante aquí es que Jon no es su verdadero nombre. El bastardo (que no es tal) se llama Aegon Targaryen (así lo quiso su madre) y es el verdadero heredero del Trono de Hierro.
Solo digo: la mirada. |
Esto pasa mientras Jon y Daenerys van al Norte. Allí están Arya y Sansa haciendo las paces y dedicándose cumplidos. Pero más norte, en El Muro, los Caminantes están haciendo su aparición. Y El Rey de la Noche va a lomos de Viserion, que lanza un fuego azul que empieza a destruir el muro, para dejarles hueco para pasar. Y mientras el muro y los soldados caen, los Caminantes pasan la única barrera que los alejaba de Poniente.
Así acaba esta temporada. Con revelaciones y, sobre todo, dejándonos claro que la lucha es inminente, y va a ser salvaje. Ahora solo nos queda esperar que pase rápido el tiempo y que el desenlace sea del gusto de todos. Seguramente nos sepa a poco, dado que solo seis capítulos compondrán la última temporada, pero cuando llegue, viviremos con intensidad el final de una de las series más aclamadas de estos tiempos.
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