Título original: Astrid et Raphaëlle
Creadores: Alexandre de Seguins y Laurent Burtin
Año: 2019
Género: Drama policíaco
País: Francia/Bélgica
Actores: Sara Mortensen, Lola Dewaere, Benoît Michel, Meledeen Yacoubi, Timi-Joy Marbot, Jean-Louis Garçon, Geoffroy Thiebaut
Tráiler:
¿Por qué ver Bright Minds?
• Por las dos protagonistas, Sara Mortensen y Lola Dewaere, que sus personajes y su interpretación son brillantes.
• Por cómo hablan del trastorno del espectro autista.
• Porque es un diamante en bruto de producción belgo-francesa.
Después de estrenar hace un par de semanas El escándalo de Christine Keller, el drama histórico británico que sale los lunes en COSMO, la cadena apuesta por un drama policíaco. Su nueva serie se llama Bright Minds (o Astrid et Raphaëlle, en su versión original), y sigue la investigación de varios casos bastante complicados a cargo de la inspectora Raphaëlle Coste (Lola Dewaere), que contará con la inestimable ayuda de la documentalista criminal Astrid Nielsen (Sara Mortensen) para resolverlos. La primera temporada tiene nueve capítulos, que se estrenarán los jueves a las 23:00 a partir de hoy en COSMO, y ya hay confirmada una segunda temporada.
La trama parece clásica dentro del género policíaco, pero el dúo protagonista no es, para nada, típico. Por un lado está la inspectora Coste, con un carácter bastante transgresor, desordenada y con una vida difícil y caótica, separada y sin la custodia de su hijo; y por otro, Astrid, una joven y brillante documentalista que trabaja en Documentación Criminal desde hace diez años con síndrome de Asperger, un déficit de desarrollo incluido dentro del espectro autista que afecta a la interacción social recíproca y la comunicación verbal, entre otras áreas, y que necesita rutinas, organización y previsión para poder vivir tranquilamente.
En el piloto, la inspectora Coste tiene que investigar un suicidio en circunstancias sospechosas, pero no porque sea la mejor agente del cuerpo, sino porque está "castigada" después de haberla cagado deteniendo a un eurodiputado sin pruebas fehacientes. Cuando va al archivo a pedir los informes de otro caso parecido, Astrid le da otra caja con uno que no ha pedido pero que encaja en algunas características. Raphaëlle, intrigada porque la joven haya relacionado los tres casos cuando la policía no lo hizo, va a hablar con ella, y terminan colaborando para resolver el caso.
A lo largo del capítulo, según van avanzando en la investigación, también se enfrentan a sus problemas personales: la inspectora se pelea con su jefe (por lo de su carácter transgresor) y con su ex, que, según dejan caer en el capítulo, tiene la custodia del hijo; y Astrid se enfrenta a sus dificultades para relacionarse con las personas y al hecho de trabajar con alguien tan impulsivo y desorganizado cuando para ella es vital la previsión y la organización. Y los dos personajes, sumados al resto de compañeros de la comisaría y a lo bien construido que está el caso, son la receta del éxito de Bright Minds.
Sí, hay más ficciones (aunque quizá no tantas dentro del ámbito policíaco) con personajes con algún tipo de trastorno (como Homeland, Profesor T o The Good Doctor), y ojalá hubiera más tan bien documentadas y construidas como esta. Hay muchísima desinformación sobre el trastorno del espectro autista a nivel general, y merece la pena intentar entenderlo y quitarse tabúes. Solo un piloto, un capítulo de una hora y media con una protagonista con Asperger, y ya se le coge un cariño que a lo mejor no se le tendría en persona por la ignorancia y el desconocimiento (como, de hecho, también se ve en la serie que le ocurre a varias personas).
Sara Mortensen se mete en la piel de un personaje complicadísimo, curioso, peculiar y de lo más interesante y entrañable. Y forma un dúo absolutamente brillante con Raphaëlle, que es todo lo contrario a lo que es ella: desorganizada, olvidadiza, impulsiva... Y, aunque parece difícil que dos personas así encajen, la inspectora se esfuerza por entender a Astrid y la protege, y Astrid sale un poco de su zona de confort gracias a Raphaëlle.
Hacen falta más series así. Inclusivas, que demuestren que este tipo de trastornos no convierten a las personas en raras, incomprensibles y marginadas. Son personas que viven conflictos, luchan por lo que les apasiona y se relacionan (con el esfuerzo que supone para ellas) con aquellos que les dan una oportunidad. Y, por supuesto, hace falta apostar más por series de países que no sean Estados Unidos o Inglaterra, que hay producciones brillantes también en países de habla no inglesa. Por lo tanto, Bright Minds es una serie más que recomendable. El magnífico y magistral piloto se estrena hoy a las 23:00 en COSMO, ¡a disfrutar de esta primera temporada los jueves!
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