Mirai, mi hermana pequeña, Mamuro Hosoda

Titulo original: Mirai no Mirai
Director: Mamoru Hosoda
Duración: 100 min.
Año: 2018
Género: Animación
País: Japón

Trailer:

¿Por qué ver Mirai, mi hermana pequeña?

• Otra maravilla visual de animación japonesa

• ¿Lo malo? La lentitud de la historia  

• ¿Lo malo? El personaje del niño que puede llegar a ser odioso 

El próximo viernes 15 llega a las salas españolas una de las últimas nominadas al Oscar a Mejor Película de Animación de este año, Mirai, mi hermana pequeña. La última película del director japonés Mamuro Hosoda y del estudio de animación Studio Chizu narra la historia de un niño de cuatro años llamado Kun, que de repente ve como su pequeña vida se ve interrumpida con la llegada de su hermana Mirai, que traducido al castellano significa "futuro". 

El pequeño Kun empieza a sentir envidia de su hermana porque sus padres dejan de hacerle tanto caso, deja de ser el rey de la casa. Y es en esos momentos en los que se enfada es cuando aparecen en el jardín personas del pasado y del futuro del propio Kun. Entre estos personajes aparecen su perro personificado o su hermana de adolescente, pero también su madre como una niña pequeña o sus abuelos cuando eran jóvenes. Todos juntos comenzarán un viaje por la historia de la familia para que Kun aprenda a cómo cuidar de su hermana y dejar de tener celos de ella. 

Lo que gana en esta película es la animación. El estilo japonés de animación es algo que sigue sin estar en boca de todo el mundo, pero que parece que ya empieza a dejarse notar. Las últimas nominaciones en Hollywood así lo demuestran. Pero en esta película ahí se queda. 

Es una película que, a pesar de tener una animación sobresaliente, el guion deja que desear. Estamos más que acostumbrados a que las historias de animación japonesas estén plagadas de historias inverosímiles y con personajes sacados que van más allá de la imaginación del personaje, pero aquí se queda a medio camino, con una historia lenta y previsible que hace que desgraciadamente no puedas dejar de mirar el reloj en la sala. 

La película intenta también, sin mucho éxito, unas partes cómica pero que en mi opinión no llegan a funcionar. Esto lo intentan con la exageración de algunas situaciones, que las llevan tanto al extremo que pierden hasta tu fuerza dramática y pasan a ser algo cansino. Y es lo que pasa con el personaje del niño, que puedes llegar a odiarlo por todas las situaciones absurdas a las que se expone.

A pesar de esto, el mensaje que hay detrás de la película es uno habitual que nos podemos encontrar en cualquier momento que puede que llegue a funcionar con el público. Conmigo no lo ha conseguido. Si quieres descubrirla, a partir del 15 de marzo en los cines españoles.

Puntuación: