The 100 5x01: Eden

La cuarta temporada de The 100 fue una muy buena manteniendo la intriga hasta el último episodio. Los acontecimientos sucedidos en este nos dejaron a todos sin habla. Os dejo por aquí el análisis de ese episodio ya que será el desarrollo de esos últimos minutos lo que veremos en el primer episodio de la primera temporada.

Tanto en el búnker como los que huyeron hacia el espacio creen que Clarke murió en el intento de salvarlos a todos, pero no pueden estar más equivocados. Ya vimos en el último episodio que en el momento final ya habían pasado varios años del Praimfaya. Esta vez veremos el antes.

La ola de radiación llegó y la mayoría pudo escapar pero Clarke en su intento de coger una antena que era necesaria quedó atrapada en la tormenta. No consiguió llegar al refugio pero aun así sobrevivió. Tan solo cuarenta y dos días después del desastre Clarke va merodeando en busca de algo vivo, comida y agua. Lo que también va a encontrar es un todorreno que le servirá de mucha ayuda para poder desplazarse por el territorio. Cuando más se mueve más se da cuenta de lo que ha supuesto para la Tierra el Praimfaya. Se empieza a sentir sola de verdad y está al borde de rendirse.

Pero parece que no está sola porque parece que le cuenta la historia a alguien. La triste realidad es que sí lo está. Es su walkie con quien habla por si alguien la pudiera escuchar. Todo lo que haga lo va a hacer en vano ya que ni puede llegar a la puerta del búnker ni comunicarse con el espacio. Y todo esto duele más cuenta llega a Arkadia y encuentra el MP3 de Maya, las gafas de Jasper y otros objetos de sus amigos, de los que está orgullosa dándole igual el que no volvieran a por ella.

Todo va a mejorar un poco cuando necesita agua y casualmente llueve. La cosa es que lo peor está por venir. Una tormenta de arena se acerca y tendrá que llegar rápidamente al coche para poder escapar. Y así hará pero el coche no volverá a arrancar por lo que tendrá que seguir a pie, aunque acabe desmayándose por todo lo que la está pasando. Un pájaro la despierta y le llevará a un pequeño bosque: el pulmón verde de la Tierra. 

No será nada bonito lo que se vaya a encontrar allí. No todos las personas tuvieron suerte y se encuentra un pueblo devastado, personas muertas por todos lados y reunidas en el mismo punto intentando escapar. Quemará los cuerpos y mientras sigue hablando a su walkie aparecerá alguien: una niña con sangre nocturna que no le hará la vida nada fácil al principio. Poco a poco vamos a ver como avanza esa relación hasta que pasan 6 y años y nos encontramos en el punto del capítulo final. Hay un cambio de vestimenta y la niña no es tan niña porque es capaz de conducir un coche.

Es aquí cuando nos enseñan qué pasa en la nave en el cielo. Cada día entrenan y comen algo que se podría cuestionar cómo es de comestible. Tienen unas reglas bastante marcadas. Por ellas Bellamy decide que su mejor castigo por quejarse de la comida es Murphy, que prefiere estar en otra parte de la nave solo. Mientras estos dos se pelean ven llegar una nave y cómo de ella sale una segunda nave hacia la Tierra. Rápidamente tratarán de comunicarse con ellos sin éxito alguno, pero decidirán gastar el poco combustible que les queda para acercarse a la nave. ¿Cómo les recibirán?

Esto también lo ven Clarke y Madi así que tratarán de que no les descubran en el primer momento en el que aterricen. Ya sabemos que aquí los desconocidos no son muy bien bienvenidos; y más cuando pone claramente que la nave transporta prisioneros. Y si ya vemos lo que aparece por la puerta cuando aterrizan podemos tener miedo. Un montón de personas armadas salen y parece que no quieren hacer muchos amigos. Estos acabarán encontrando a Madi y esta acabará usando el último recurso que tiene para deshacerse de ellos: la pistola. Entre la pequeña y Clarke matarán a los dos llamando la atención del resto del grupo.

Habrá que esperar un poco para ver qué es lo que realmente quieren y ver cómo va todo en la nave y en el búnker, del que todavía no hemos visto nada salvo una imagen final de Octavia. Estamos más que impacientes por ver el siguiente episodio.