jueves, 14 de octubre de 2021

Venom: Habrá matanza, Andy Serkins






  Título original: 'Venom: Let There Be Carnage'
  Director: Andy Serkins.
  Duración: 97 mins.
  Año: 2021
  Género: Thriller.
  País: Estados Unidos.
  Actores: Tom Hardy, Woody Harrelson, Michelle Williams, Reid Scott, Naomie Harris.





Tráiler:

¿Por qué ver 'Venom: habrá matanza'?

  • Momentazos del antihéroe minuto tras minuto.
  • Mucho mejor, tanto en aspecto visual como argumental, que su predecesora.
  • Como toda película del universo Marvel, nos encontraremos con escenas de pelea y acción magníficas.

Volvemos a encontrarnos con ‘Venom’, nuestro simbionte favorito, este 15 de octubre en los cines de toda España de la mano de Andy Serkins y con el sello de Sony Pictures Entertainment y Marvel Entertainment. Aunque, por supuesto, que ‘Venom’ sea el protagonista indiscutible no puede hacernos olvidar a Eddie Brock (Tom Hardy), el huésped forzoso de este villano que se convierte en antihéroe gracias al duelo que los aficionados han estado esperando desde hace décadas: la aparición de Carnage (Matanza).

Si bien los fans del hombre araña hemos querido ver al superhéroe enfrentándose al mítico Carnage (Woody Harrelson), que Venom resulte ser el encargado en tomar el papel de “héroe” y sea el elegido para el enfrentamiento parece un cambio inteligente y que, desde luego, nos hará simpatizar mucho más con el simbionte.


La cinta comienza en un punto no muy distante a la situación en que dejamos a Eddie Brock en la anterior entrega; descontento con su vida profesional y personal, lo único que no despega de él es, justamente, Venom, ese villano reconvertido al que cada vez le cuesta más controlar su naturaleza. La relación entre Eddie y Venom tampoco está en su mejor momento; ambos comparten una amistad disfuncional en la que no dejan de caer pullas y reproches que no llegan a resultar pesados ni excesivos; al contrario, nos encontramos con el humor típico de las películas de superhéroes que ya conocemos a la perfección, pero que, en este caso, no se llega a atragantar en ningún instante.

Esta misma relación es uno de los aspectos que más ha mejorado con respecto a la primera entrega; el humor ridículo y los comentarios constantes del Pepito grillo siniestro hacia su huésped, y viceversa, hacen que podamos percibir mucho mejor la personalidad de ambos y nos encariñemos con la dinámica que comparten. En un principio, este parece un cambio muy positivo, pero se nos olvida algo crucial: Carnage.

 
El villano se nos presenta en el personaje Cletus Kasady, un asesino en serie supuestamente atormentado por un pasado con el que no logramos empatizar del todo; si bien su presentación y los “orígenes” de su historia son narrados de una forma muy interesante visualmente, se acaba malogrando hasta el punto en el que solo se puede ver a un loco que disfruta matando y sembrando el caos sin ninguna motivación real. Cosa que se multiplica exponencialmente con su intervención final, que parece una broma mala más que el discurso de un hombre atormentado y violento.

Por otro lado, la relación entre Eddie y Anne Weying (Michelle Williams) toma un rumbo ligeramente aburrido, y no parece ser realmente relevante en ningún punto más que para que nuestro protagonista tenga a alguien humano con quien compartir pantalla y a quien recurrir en caso de ayuda.


Aunque no todo van a ser quejas, ni mucho menos. Esta entrega consigue un avance espectacular en cuanto a las escenas de pelea con respecto a la primera (que resultaban un poco lamentables en algún que otro punto); no nos faltan esos fotogramas propios de las películas de superhéroes que parecen pescados directamente de una viñeta y que tanto nos gusta ver a los fanáticos. También hay un equilibrio mucho más notable en cuanto al protagonismo de Venom y Eddie; cosa que nos permite conocer al simbionte mucho mejor de lo que pudimos empezar a vislumbrar en la primera. E incluso tenemos varios momentos estelares en los que Venom se mete al público en el bolsillo sin necesitar un huésped que le dé juego.

También tengo que añadir que la escasa duración del film (de tan solo 97 minutos) es un handicap bastante fuerte a tener en cuenta, dejándonos con menos interacción entre el villano y el héroe de la que me hubiera gustado presenciar. Cada momento que se presenta durante la película es necesario y entretenido, pero no hay duda de que se hubieran agradecido unos minutos extra de Carnage y Venom juntos y revueltos.

En resumen, como fan del universo Marvel, he salido muy contenta del visionado; esta segunda entrega supone una mejora gigantesca en cuando a su predecesora (cosa que todos sabemos que no suele ser lo común), y sin duda consigue atraparte más allá de los momentos que todos nos esperamos, como son las escenas de lucha, acción y chascarrillos.

Como pequeño aporte final os diré que os quedéis bien anclados a vuestras butacas una vez los créditos empiecen. Sin duda no os arrepentiréis del consejo.

Puntuación:

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