martes, 5 de mayo de 2020

Entrevistamos a Elísabet Benavent, autora de 'En los zapatos de Valeria'

Este viernes se estrena Valeria, la nueva producción española de Netflix y hemos tenido la oportunidad de entrevistar a la autora de los libros en los que se basa la serie, Elísabet Benavent, también conocida como Beta Coqueta. 

La escritora nos habla de la primera adaptación que tiene una de sus novelas, En los zapatos de Valeria, que publicó en 2013.

 
Valeria cuenta la historia de Valeria, una escritora que está en crisis, tanto por sus novelas como por su marido y la distancia emocional que les separa. Se refugia en sus tres mejores amigas: Carmen, Lola y Nerea. Valeria y sus amigas están inmersas en un torbellino de emociones sobre amor, amistad, celos, infidelidad, dudas, desamores, secretos, trabajo, preocupaciones, alegrías y sueños sobre el futuro. Y esto lo que nos ha contado la autora:

¿Cómo te convencieron para llevar a cabo el proyecto?

Es que casi fue al revés. Yo tenía una comida con mi editorial y me llamaron para decirme que me tenía que ir corriendo para conocer a alguien de Netflix. No me lo podía creer. Y la verdad que fluyó todo estupendamente, pero cuando salí de la reunión pensé que era demasiado bonito para ser real. Entonces esto ha sido como una historia de amor que va poco a poco. Y es una cosa que tengo que agradecer a Netflix, que se hayan hecho las cosas al ritmo que necesitaban. Pero no me tuvieron que seducir, yo ya iba seducida.

¿Cómo ha sido eso de dejar de ponerle cara a unos personajes tan tuyos? ¿Cómo te has sentido?

Ha sido un ejercicio, al principio, un poco duro porque estás habituada a que esas niñas son tuyas y solo has manejado tú sus vidas. Y de pronto pues las tienes que dejar en manos de otra persona. Y encima en una adaptación abierta, pero creo que ha sido algo que me ha hecho crecer mucho como profesional y como persona porque se desprende una de muchas cosas que tampoco son buenas. Hay que aprender a soltar y no agarrarse tampoco al ego del autor y dejar que los personajes sigan andando.

¿Cuál ha sido tu nivel de participación en la serie?

Yo he participado como asesora creativa. Esto quiere decir que bueno, yo tampoco soy nadie para supervisar el trabajo de nadie porque ellos son profesionales del mundo audiovisual y yo acabo de aterrizar aquí y voy aprendiendo sobre la marcha. Entonces mi trabajado ha sido más bien velar por que los personajes mantuvieran su esencia. Pensad que es una adaptación abierta, hay un montón de cambios, incluso el personaje de Nerea cambia muchísimo… Pero yo estaba ahí para que todos, dentro de los cambios que supone una adaptación abierta, pues mantuvieran la esencia que era lo que más me importaba a mí, sobre todo que el recorrido de los personajes fuera diferente que el punto de partida y de llegada del capítulo 1 al 8 respetaran un poco los puntos de la novela.

Viendo los 8 episodios, ¿te has quedado contenta con el resultado?

Los vi en una tarde. Me estaba resistiendo porque quería verlos como espectadora. Quería alejarme lo máximo del proyecto para poder disfrutarlo un poco y ser más objetiva. Pero por motivos de trabajo lo he tenido que ver antes del estreno, que tampoco me quejo, y me lo vi en una sentada. Además, es de estas de “uno más y descanso”. Estoy muy contenta sobre todo porque me parece que han hecho una actualización preciosa porque algunas cosas de Valeria habían quedado ya un poquito atrasadas, se mandaban sms entre ellas... Y los cambios creo que son divertidos y dinámicos. Yo no siento como creadora que hayan violado la esencia de los personajes. Hay cambios que son sorprendentes y que probablemente la persona que se vea la serie habiendo leído el libro primero le sorprendan mucho en algunos capítulos, pero creo que ese es el juego ¿no? Porque si fuera una adaptación literal no tendría gracia. Entonces hemos dejado ahí transcurrir un poco la imaginación. Estoy muy contenta y visualmente es preciosa.


Hace tiempo declaraste que si volvieras a escribir la saga de Valeria lo harías de una forma diferente en lo referente a tu posición con el feminismo. ¿Has aprovechado la serie de alguna forma para hacerlo?

Pues es que el equipo de guion lo ha tenido muy claro desde el principio. No se utiliza tampoco la reivindicación feminista como un telón de fondo si no también a la hora de construir los personajes y de renovarlos. Entonces yo creo que la renovación se ha hecho desde el minuto cero. Son personajes que se acercan más a lo que yo haría ahora si la volviera a escribir. Tenemos una Valeria mucho más liberada que en la del libro que dudaba todo el rato y buscaba el amor, una Valeria mucho más fuerte. Y creo que hay dos cosas que me parecen muy importantes en la adaptación y es que se le pone el foco a la mujer como protagonista de su propia vida. Se pone a la amistad por delante de todo lo demás. Y además también se pone foco en algo que ha estado muy denostado, y es el placer femenino como una persona que además de ser deseada, desea.

¿Hay algo que hayas echado en falta que tengan los libros y no tenga la serie, y al contrario?

Pues me pasó una cosa muy curiosa cuando vi el visionado de los tres primeros, que además los vi con los actores. Pero fíjate que lo primero que me salió decir fue “este giro es mejor que el libro”. A ver, para mí tiene una cosa muy buena y es que es muy dinámico, son episodios que ni se te quedan largos ni se te quedan cortos, están clavados. En todos pasa algo, va avanzando la acción. Que es una cosa que en muchas series no pasa. Si que es verdad que me sorprendió un poco cuando lo vi, que no es que lo echara en falta, y es que hay muchas más tramas de las que hay en el libro. Sorprende porque se aleja un poco de lo que era el libro en sí.

¿Cómo surgió el crear a Nerea tan diferente de la novela?

Esto es una decisión creativa que no he tomado yo. Al final la adaptación la hacen las guionistas, yo solamente superviso un poco el contenido ya hecho. Todas las decisiones que se tomaron en el planteamiento principal han sido discutidas entre todos y yo en un primer momento, con toda la sorpresa del mundo, me sorprendió y pregunté. Cuando luego ya entiendes lo que supone una adaptación abierta y entiendes las posibilidades que el nuevo personaje de Nerea da a la serie, porque abre la posibilidad de hablar de muchas cosas que quedaban fuera de la saga, pues lo entiendes. No creo que sea un tema de postureo ni normalidad sino más bien una necesidad de tocar ciertos temas que hacían falta en un ambiente que se genera en la serie. Sin este cambio habríamos echado en falta ciertos temas.


¿Crees que los lectores van a acoger los cambios bien?

Pues habrá de todo, pero es algo que yo no puedo controlar. Al principio te ofuscas un poco porque tu ya has tenido que hacer un ejercicio de asumir que no vas a encontrar una adaptación literal en el resultado; lo intentas trasladar de esta manera y va a haber gente que no esté de acuerdo. Yo tampoco puedo mediar ahí. No he sido la guionista por lo que tampoco soy la responsable de los cambios. Es una situación extraña. Lo que sí que puedo decir es que yo estoy muy contenta con el resultado como creadora. Que creo que eso ya demuestra algo, puesto que soy la persona más crítica que hay, porque la niña es mía. Pero creo que la han tratado con muchísimo cariño. Lo que me gustaría trasladar, sobre todo a la lectora, que es libre de verla o no, es que es muy difícil aunar en imágenes el imaginario de 400 000 lectores, y que esa imagen corresponda a la imagen mental de todas ellas y que sea lo más objetivo posible porque una cosa que me viene a la cabeza, además de ser un ejercicio de imaginación, es que buscamos cosas muy nuestras para crear esa imagen. Hay algo muy íntimo en la lectura. Yo lo único que querría es compartir que no se consume igual un libro que se consume una serie. No es el mismo producto. Me gustaría que no se generara conflictos por estas diferencias porque yo soy la primera que asumo que no es lo mismo. El libro sigue en las estanterías con su historia y esto es otra cosa, es añadirle más vida. Pero el público es soberano y decide si verla o no, aunque yo le daría una oportunidad.

¿Cómo has visto a Diana Gómez en el papel de Valeria?

Yo estoy flipando porque creo que todas están soberbias en el papel. He visto a la Valeria del libro. A pesar de que es más fuerte tiene ese encanto un poco ingenuo, el buscar que los demás aprueben cosas que ella está intentando autoconvencerse de que no, esa timidez que intenta afrontar delante de Víctor viniéndose arriba pero que siempre termina desinflándose un poco… Yo sí he encontrado a Valeria en Diana. Además, fue un flechazo cuando la vi por primera vez. Y ahora me cuesta pensar en Valeria sin ponerle su cara.

Se ha comparado la serie con Sexo en Nueva York y Girls. ¿Crees que Valeria será la nueva voz de esta generación?

Hombre, son palabras mayores. Es soñar muy alto. De todas maneras, creo que hay una cosa muy buena de la serie y es que bueno, las referencias están ahí, ya estaban en el texto de origen. Y además es mi primer libro, normalmente es cuando se hace un gran homenaje a algo que te ha inspirado o te ha gustado muchísimo. Pero algo muy bonito que han hecho con la serie es que creo que han intentado crearla desde el punto más virgen posible, sin referencias audiovisuales. Tiene un punto como muy de aquí, muy nuestro. Y entonces se pierden un poco esas referencias que sí tenía el libro y lo hacen un producto mucho más virgen.

¿En qué crees que puede erradicar el éxito de la serie?

Yo creo que hay una cosa que a todos nos engancha mucho y es la mezcla entre lo referencial y lo aspiracional. Era un poco la clave que tenía Sexo en Nueva York, que todas soñábamos con ir a esas fiestas tan glamurosas y todas queríamos ser tan rápidas y ocurrentes como las chicas de Girls. Entonces yo creo que este tipo de series es una mezcla entre esas dos cosas, que nos permite soñar y ver tramas en las que descubres muchas cosas tuyas, conoces a tus amigas. Estas cosas hablan mucho de nosotros.


¿Qué rasgos destacarías de cada una de las protagonistas?

De Carmen la ternura, de Nerea la capacidad de sacrificio, de Valeria la duda y de Lola la desvergüenza.

Del casting de los chicos, ¿qué destacas de cada uno de ellos?

De Maxi me sorprendió muchísimo que solo necesitaba una mirada a cámara para ser Víctor. No tuvo ni que abrir la boca. Fue la confirmación de que se había tomado una muy buena decisión con él. Y de Ibra, Adrián en la serie, es que me sorprende muchísimo esa ternura que tiene con la mirada, que muchas veces no dice; que está en un diálogo y no termina de decir cómo se está sintiendo y se lo ves en la cara. Era un torrente de emociones. Me parece un chico muy expresivo.

Los lectores se suelen ver a ellos en los personajes, ¿en cuál de los personajes es en el que más identificada te ves?

Yo estoy un poco a mitad de camino entre Valeria y Carmen. La torpeza de Carmen es la mía, yo tengo la agilidad seductora de un congrio. Esa Carmen intentando ser sexy y le sangra el zapato, que acaba haciendo algo que no quiere porque se ha visto en una situación que no ha podido decir que no… Yo ahí me siento muy reflejada, porque soy igual. Luego también soy muy Valeria en las dudas, en ese dar vueltas y vueltas, buscar que los demás reafirmen si tomar una decisión que no sé si tomar o no, buscar la aprobación externa, pero no de cualquier persona sino de ese círculo que tienes alrededor.


¿Con los libros pretendiste romper algún estereotipo? ¿Consideras que la serie llega a hacer algo así?

Yo con el libro no esperaba nada porque pensé que jamás saldría del ordenador. Creo que por eso en algunas partes fui tan políticamente incorrecta, porque pensé que jamás lo iba a leer nadie. Pero pienso que en los libros no rompí ningún estereotipo, es más, yo ahora me cargaría varios de los que generé porque he aprendido por el camino. Creo que la serie ha mejorado mucho esto. Creo que la ha actualizado y ha roto muchas cosas porque vemos unas chicas más liberadas, sobre todo vemos unos diálogos muy claros. Todos los temas que me parecen importantes se tratan con una mezcla entre respeto y ligereza como lo hacemos nosotras con nuestras amigas. Yo creo que es una serie fácil de ver y actual.

¿Por qué hay que ver Valeria?

Porque la gente se lo va a pasar bien y me parece que ahora mismo no hay motivo más noble que el hacer sonreír a alguien, y más con la que está cayendo en la calle. Además, te va a llevar de paseo por Madrid. Me parece que el entretenimiento está un poco denostado y hay que volver a ponerlo en su sitio. Es igual de válido que otra cosa.

¿Te gustaría que tus otras novelas siguiesen el camino de Valeria?

Pues nosotros tenemos en marcha en preproducción el proyecto de adaptar a una película los libros de Fuimos canciones y Seremos recuerdos. Se harán en una sola película y está ahora en preproducción pero ahora con todo esto de la pandemia están bailando las fechas, pero la cosa sigue adelante. La cosa pinta muy muy bien. Y por supuesto, que siguieran uno detrás de otro todos los libros. Me haría mucha ilusión que se adaptara Toda la verdad de mis mentiras, porque como también tiene mucho de mí pues me gustaría verlo. Pero me gustaría cualquier proyecto.

¿Ves posible que haya más temporadas?

Por ahora no sabemos nada, a mí me encantaría. Pero claro ni siquiera se ha estrenado la primera temporada, estamos ahora cuidando del bebé, estamos abrazando su salida al mundo. Y ojalá nos veamos dentro de x tiempo en una situación similar, pero en persona ya, y estemos celebrando que se esté haciendo la segunda temporada.

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