jueves, 15 de marzo de 2018

Supernatural 13×15: A Most Holy Man

Este nuevo capítulo se puede decir que ha sido una historia complicada debido al gran lío de personajes y tramas que ha tenido. Una de las cuatro cosas que se necesitan para abrir la puerta para rescatar de una vez por todas a Mary y Jack es sangre de un Santo. Así que eso van a tratar de conseguir nuestros hermanos Winchester.

El capítulo comienza en Europa, más concretamente en Malta. Allí vemos a un hombre robando un cráneo en un monasterio, cráneo que más tarde será importante.

Volvemos a Estados Unidos y en San Franciso Sam y Dean se reúnen con una mujer para ver si esta les puede conseguir lo que quieran. Dar con ella será algo difícil pero con el lío que viene a continuación aplaudo muy fuerte a los guionistas. Esta mujer les ayudará a ponerse en contacto con un tal Richard Greenstreet que parece que sabe donde pueden encontrar la sangre de un santo. El hombre se negará al principio puesto que le costó una gran fortuna conseguirla pero cederá a cambio de algo.


Greenstreet les dará lo que quieren pero la acción se convertirá en un intercambio. Recordáis el cráneo, ¿verdad? Pues eso será lo que pida a cambio de la sangre de San Ignacio que guarda como uno de sus tesoros.

La cosa es que después de estar con este hombre aparece un tal Antonio, que está muerto en su habitación. Aquí es cuando las cosas se empiezan a liar. En la habitación en la que se encuentra el cuerpo de Antonio aparece un hombre que esposa a los hermanos a un radiador; pero ya está el boy scout Sam para sacar sus artilugios y abrir las esposas. ¿Qué haríamos a veces sin Sam?

Todo esto parece muy raro, y se vuelve aun más extraño cuando yendo por un callejón un coche les detiene y hacen que entren. El chófer les llevará con otro hombre que no se lleva muy bien con nuestro amigo Greenstreet; se trata de Scarpatti.


A partir de este momento no sabemos quién es el bueno y quién el malo. De alguna manera aparece un sacerdote llamado Luca que ha golpeado a Sam para escapar. ¿Y qué busca este hombre? Pues el cráneo, como todos. De algún modo, después de que el sacerdote les cuente su historia, los Winchester llegan a un acuerdo para recuperar el cráneo para él. Están cerca cuando consiguen un papel con un número escrito pero que se perderá por el camino. Suerte que Luca tiene una excelente memoria y descubren que se trata del número de seguimiento de un paquete.

Todo termina una sala en la que todos los personajes que he ido mencionando acaban reunidos. Resulta que uno de los hombres trabaja para la mujer del principio, lo que complica las cosas. Os preguntaréis que hay en el paquete, pero la respuesta ya la sabéis. En un principio la decisión de Sam y Dean es mantenerse al margen de este grupo peculiar pero Sam tomará la iniciativa de pujar por el cráneo. Le pondrán un precio a la preciada pieza y eso pasará de ser una puja a un tiroteo y una pelea.


Llegados a este punto descubriremos que nunca existió la sangre de un santo así que todo esto ha sucedido para nada. Y cuando menos se lo esperan Sam y Dean encontrarán lo que buscaban. Resulta que el cura conoció al Papa y le nombró como una especie de santo. Después de todo tenían lo que querían delante de sus narices.

Este episodio, que precede al episodio animado que habrá junto con Scooby Doo, me he sentido un poco perdida con tanto personaje e historia. Nos hemos visto muy alejados de las historias de fantasmas para centrarnos en personajes mafiosos. Un cambio de aires nunca viene mal pero se podría haber organizado algo mejor. ¿Qué os ha parecido?

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