sábado, 24 de marzo de 2018

Shadowhunters 3x01: On Infernal Ground

No sabemos por qué sigue emitiéndose. Quizá por su notable mejoría desde la primera temporada. O porque realmente tiene más seguidores de los que parece, pero Shadowhunters ha vuelto con una tercera temporada. No seré yo la que se resista a verla porque por malos que sean sus efectos especiales, lo absurdo de sus tramas o que los libros sean un mero elemento decorativo, estoy enganchada a la dosis de risa, sorpresa y entretenimiento que nos ofrece Shadowhunters. Porque es de esas series que aunque te admites que son malas, al final acaban siendo buenas.

Esta nueva temporada comienza muy en la línea del anterior, aunque apostando más fuerte que nunca por los efectos especiales. Muestra de ello es Idris. Pasamos de ver unas columnas a planos generales con todo lujo de detalles de la ciudad. Sí, puede que se vea a kilómetros que es un croma, pero bueno, el intento está ahí no se lo podemos negar. ¿Y por qué vamos a Idris? Os preguntaréis. Pues porque nuestra Clary ha madurado. Ya no solo llora, grita y actúa mejor, sino que tras derrotar a su padre y salvar a todos los chaujanters , ha dejado de ser una aprendiz para convertirse en una auténtica shadowhunter. Y esto, traducido al idioma de la serie, es otorgarla en Alacante la runa angelical. Que puede que tenga los libros un poco oxidados, pero es la primera runa que lleva un shadowhunter y Clary ya tiene el cuerpo lleno de ellas. Vamos, como si se dedicase toda la vida a ello. Pero si algo podemos decir a su favor es que han hecho una runa creíble (aunque quizá más hinchada de lo normal).

La nueva villana de esta temporada.
En esta reunión salen a colación los temas que se dejó abiertos la anterior temporada para que los recordemos y principalmente, giran en torno a la no-muerte de Jace. Alec sabe que Jace murió, porque su runa de parabatai desapareció, pero cuando pregunta a Clary, la chica no le da una respuesta clara. Porque prometió a Jace que no lo dirían y él no va a dar su brazo a torcer ya que, si alguien se enterara, serían cómplices y serían encerrados. Al parecer no está muy bien visto pedir un deseo al Ángel Raziel.

Otra trama que quedó abierta fue la de la "madre" de Jonathan. No dice su nombre, pero cuando aparece en un hospital visitando a unos bebés, sabemos que es ella. Le cuenta a un enfermero que hay por ahí parte de su historia y, atando cabos, se puede llegar a la conclusión de que es Lilith, la primera mujer que tuvo Adán en el paraíso. Y va a dar mucho de qué hablar en este episodio, aunque nadie sepa quién es. Porque cuando este enfermero salga del hospital, se verá poseído por una especie de dementor (que está al servicio de Lilith, bien podría ser Jonathan con una máscara pero es todo demasiado raro como para asegurar nada) que le hará matar a su propia mujer (que después de muerta pestañea)... Y que pondrá a los shadowhunters bajo sospecha. Pero de esto os hablaré más adelante.

Después de la fiesta de bienvenida en Idris a la nueva chaujanter oficial, Clary y los demás vuelven al Instituto de Nueva York a seguir con su entrenamiento. Allí Clary tendrá que escoger armas, aunque como bien le dice Isabelle, las armas la escogen a ella. Y las dos dagas que lo hacen corresponden a sus padres, ¿casualidad? No lo creo. Pero le vendrán bien, porque su novio Jace está empezando a tener unas pesadillas en las que, después de unos besitos apasionados la cosa acaba en muerte, la de Clary. Pero eso son solo sueños, ¿verdad? Porque Jonathan está muerto, y aparece en ellos.


La otra trama que quedó abierta en la anterior temporada también se retoma en esta, y es el pacto al que Simon llegó con la reina Seelie. Choca un poco ver que parece que ese pacto tiene que ver con hacer jam sessions con la guitarrita rollo acústico en la Corte Seelie. Bueno, y es un poco gracioso. Aunque parece que la reina no quiere eso de él, sino ponerle una marca en la frente que podría matarle, pero que no lo hace porque es un vampiro diurno. Y si la memoria no me falla, podría corresponderse con la marca de Caín que Clary le hace en los libros.

Ya nos hemos puesto en situación con los personajes, así que toca hablar de la trama principal de este capítulo: el enfermero diabólico. Después de matar a su mujer, Luke y Ollie encontrarán el cadáver de la mujer. Ollie tiene la sospecha (y así se lo hizo saber a Luke) de que Luke es un hombre lobo y que todo lo que está pasando, en cierta medida, está relacionado con eso. No anda desencaminada, porque Luke ve en el cadáver indicios demoníacos, pero no se lo dice a ella. Al fin y al cabo, está fingiendo que no es un hombre lobo, por mucho que a Ollie la arañara uno cuando era más joven (aunque no la contagiara). Así que acude a sus shadowhunters de confianza. Y allí hacen dos grupos: Jace, Izzy y Alec por un lado y Clary con Luke por otro.

En el primer frente, el de los hermanos Lightwood, no tendrá mucha acción. Irán al hospital a hablar con Catarina para averiguar cosas y nos pondrán un poco al día de los problemas de Alec, a quien le han concedido un puesto de Cónsul. Claro que se tendría que mudar a Alacante y dejar a Magnus, que ya no es el Gran Brujo de Brooklyn, en Nueva York. Aunque su novio no parece realmente afectado, la enfermera le confirma lo contrario. Otro enfermero aparecerá en este capítulo para ayudar a Izzy mientras se pelea con una máquina expendedora de comida y, de paso, ligar un poco con ella. Todo esto mientras Jace sigue mintiendo sobre su no-muerte.


En el segundo frente es donde se encuentra la acción, porque mientras Luke y Clary van a buscar pruebas, el policía recibe la llamada de Ollie, diciendo que ha visto al enfermero y va a por él. Los dos acuden a su rescate y con una lucha intensa en la que Luke muestra su forma lobuna y Clary su poder con las runas, el demonio que poseyó al enfermero muere (después de una bonita sesión de contorsionismo) y Lilith, en otro lugar, se retuerce de dolor.

Parece que todo acaba bien y las tramas principales del capítulo se van solucionando. Simon vuelve a Nueva York y le cuenta a Maia dónde ha estado y por qué lo hizo (para protegerla). Magnus y Alec tienen otra conversación en la que el brujo deja de mentir y le confiesa a Alec que no quiere que se vaya, ante lo que Alec no puede negarse: se queda. Luke le acaba confesando a Ollie que todas las leyendas son verdad, incluida la de que él es un hombre lobo. Y por último, Clary y Jace acaban durmiendo abrazados ante el miedo del chico a que su pesadilla se haga realidad. Así que bueno, quizá no todo acabe tan cerrado.


La duda la siembra Raphael. Después de acudir a Magnus pidiéndole un sedante para vampiros, supuestamente porque él no puede dormir porque su hermana morirá pronto, veremos como lo utiliza con una chica rubia que mantiene semi desnuda y completamente dormida. Por la prueba que hace es vampira, pero no sabemos nada más, ¿qué tramará? La que seguro que tiene un plan para destruir a todos es Lilith a la que la muerte de uno de sus hijos le ha dolido, pero no lo suficiente como para retirarse. Así se lo hace saber al bicho del principio (¿podemos llamarlo dementor?), que no parece el único según sus palabras: le quedan 33 hijos para sembrar el caos. Y todo apunta a que lo conseguirá. La duda es, ¿conseguirá Shadowhunters convertirse en una de las grandes series de la temporada? Eso está por ver.

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