miércoles, 31 de enero de 2018

Supernatural 13x11: Breakdown

Nuevo episodio en el que los hermanos Winchester vuelven a ser protagonistas. Ellos y Donna. Todo comienza con una chica en una gasolinera, en una de esas que no te pararías jamás. Ella sí que se para y todo comienza mal porque no le lee el lector la tarjeta, por lo que tiene que entrar a la tienda.

Cuando entra todo el mundo la mira, poniéndose la cosa mucho más tensa de lo que ya lo estaba. Y es que el cajero es un poco creepy, para qué engañarnos. El camino de la chica prosigue hasta que se queda tirada en medio de la carretera porque una de las ruedas se ha pinchado. Ya esto va de terror, y es que no ha sido algo casual. Así que imaginaros tirados en medio de una carretera, sin poder ir a ningún lado, y encima para un camión que va por la carretera, pasa de largo ignorándoos. Pues esto puede ir a peor cuando a la chica la secuestran.


¿Y quién es esa chica? Pues no hay que ser muy listos para descubrirlo cuando Donna recurre a los Winchester para que le ayuden a buscar a su sobrina. Sabemos que Sam y Dean no son de hacer este tipo de casos, pero por una amiga se hace lo que sea.

A partir de aquí la historia se transforma en un gran caso del FBI, en el que hay mucha gente que parece estar implicada y hay muchos secretos de por medio. A eso se le suma que ya ha habido más casos parecidos en los cuales las personas nunca fueron encontradas. Esto no les da muchas esperanzas, pero eso no significa que dejarán de buscar.

Vamos viendo poco a poco qué es lo que le sucede a la sobrina: está atada y el secuestrador la empieza a grabar en vídeo. Aunque de momento no os voy a decir qué es lo que sucede.


La investigación sigue su curso. Primero Dean quedará con una mujer que estuvo en el bar esa noche, que fue también la que pasó con el camión al lado del coche y no paró, y todo porque llevaba retraso con el reparto. Y luego, por otra parte interrogarán al único sospechoso, el que creen que es al que llaman "el mariposa". Donna tiene unas dotes magníficas para hacer los interrogatorios y será capaz de sacarle algo, aunque poco va a ser, la verdad. Y cuando avanza algo más la cosa descubrimos que el cajero siguió a la chica cuando se fue de la gasolinera (si es que la cosa era muy creepy).

Y la cosa es mucho más profunda. Resulta que el hombre del FBI con el que han estado trabajando es a quien estaban buscando. El trabajar para el FBI es solo una tapadera, ya que él y el cajero son vampiros, y el hombre es el dueño de un negocio en el que venden los cuerpos de las personas a piezas. Cuando se enteran de eso, su objetivo será encontrar el lugar donde realizan el trabajo con tan mala suerte como siempre de que cogen a Sam.


¿Y qué sucede? Pues que en una puja Sam Winchester renta mucho y cada parte se venderá por millones. Todos quieren tener algo de aquel del que han escuchado hablar o han sufrido por su culpa. Y justo en el momento en que el hombre va a cortar, entra Dean en acción para matarlo.

La sobrina, como os suponéis, será salvada y los hermanos pondrán sus ojos en otro caso. Un capítulo interesante un poco fuera de lo normal y de la trama en la que Jack sigue sin aparecer, aunque tampoco ha sido un capítulo muy espectacular que digamos. Esperemos que avance la cosa y podamos descubrir donde está.

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