lunes, 6 de noviembre de 2017

La casa de papel 1x12: Capítulo 12

Como siempre, empezamos reviviendo los sucesos de la semana pasada. Nairobi se quedó con el control del atraco tras noquear a Berlín y parece que va dispuesta a hacer las cosas como se deben hacer. Ya han pasado 83 horas de atraco y esto tiene que llegar a su fin.

El Profesor está de vuelta y llama a Raquel, que se da cuenta de inmediato de que es un genio y por eso les tiene tan mareados. Lo que no sabe todavía es que ese genio es la misma persona a la que llama a continuación, Salva, con quien queda para verse esa noche.

Dentro de la fábrica Río, que está un poco rebelde, empieza a ser tratado como un rehén más. Con la mala fortuna de ir a parar al grupo de rehenes donde está Arturito. Como siempre, este señor se está quejando. La semana pasada Allison ya puso el plan sobre la mesa para huir y ahora, con Río entre ellos, ven el plan todavía más claro: tienen que conseguir una pistola falsa e intercambiarla por una de las que están armadas. La persona a la que ven más tonta para conseguirlo es a Denver, algo que a Mónica no termina de gustarle. Y, pese a todo, es ella la que tiene que dar el cambiazo. Mientras tanto, Nairobi quiere acabar el atraco ya y pide aumentar el rendimiento.


Por la noche El Profesor queda con Raquel y ambos se acuestan. El Profesor parece que está sintiendo algo por la inspectora, algo que no estaba planeado, así que le ofrece que cuando se acabe el atraco, se fuguen juntos. Para ello hace un símil con su tapadera ante la inspectora, que es un fabricador de sidra, y el atraco. Antes de fugarse, ambos tienen que acabar los asuntos que tienen  entre manos (casualmente es el mismo) y, cada uno por su lado, acuerdan terminar ya con el atraco.

Así es como El Profesor activa el plan Camerún. En visiones de la casa de Toledo vemos cómo El Profesor, haciendo una comparación con el fútbol, quiso hacer de los atracadores personas con las que el público sintiese empatía. Para eso lo que hace es llamar a la inspectora: va a soltar a once rehenes (que son los que tienen escondidos) pero, a cambio, tienen que entrar una periodista y un cámara. Los periodistas son del famoso programa de la sexta Al Rojo vivo y, cuando entren, Berlín será el encargado de hacer una entrevista en la que se vea claramente lo mal que lo están pasando dentro. Porque Río no quiere colaborar para hacerla.

Mientras tanto, Denver llama a Mónica para la cura, y ese es el momento en el que la mujer tiene que activar el plan del cambiazo de armas. Denver parece empeñado en que Mónica no le quiere de verdad y Arturo se ha encargado de hacer creer a Mónica que Denver tampoco siente nada por ella, así que la situación es bastante tensa entre ambos, lo que hace que Mónica finalmente cambie el arma.


En un descanso del grupo de rehenes, con Arturo ya armado, ven la oportunidad perfecta para efectuar su plan. Arturo sale con el arma en alto, apunta a Denver y, cuando este se da cuenta de que su arma es de mentira, se ve acorralado. Mónica, presionada, va a abrir la puerta que les daría la salida, pero no se abre.

Y es que El Profesor, minutos antes, había dicho a Nairobi que iba a sacar a Tokio de la cárcel aunque fuese lo último que hiciera. Y cuando le cuentan esto a Río, empieza a ser más participativo y les cuenta que los rehenes van a escaparse. Así que, para impedirlo bloquea la puerta. Abajo, Arturo se está volviendo loco así que Mónica, para impedir que mate a Denver, le da un golpe que le deja noqueado en el suelo.

Mientras todo esto ocurre dentro, Raquel tiende una trampa al Profesor. Empieza a sospechar que la cabeza pensante del plan es la que está fuera así que difunde el bulo de que Ángel, el policía que sabe que Salva es El Profesor, ha despertado del coma. La intención no es otra que El Profesor vaya a rematarle y puedan pillarle. Pero El Profesor no es tonto y, hablando con Berlín, descubre que es mentira. Aunque quiere comprobarlo y, para eso, tiene un plan.


Pone un falso casting de payasos en el hospital en el que está ingresado así que él, disfrazado de payaso, se infiltra dentro. Con un muñeco con una cámara en un ojo comprueba que Ángel no está en la habitación que se esperaba y, para cuando la policía se da cuenta, él ya está lejos.

Brillante, ¿no? Pues aunque parezca que todo está yendo sobre ruedas, después del momento del disfraz, El Profesor queda con Raquel y se le olvida un pequeño detalle. Mientras hablan de a qué sitio se fugarán, Raquel está observando la ropa del Profesor, al que se le ha escapado un pelo de su peluca naranja. Raquel ata cabos de inmediato: Salva es El Profesor y parece que ahora no se va a librar.


Así de impactante acaba este capítulo y ahora sólo queda esperar a la semana que viene para ver cómo de complicadas se ponen las cosas para El Profesor aunque de momento parece que mucho. ¿Acabará esto con el atraco de forma definitiva? ¿Conseguirá salir de esta El Profesor? Nada es lo que parece en La casa de papel, pero puede que esta vez lo que estamos viendo sea cierto.

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