Pulp Fiction, Quentin Tarantino

Título original: Pulp Fiction
Director: Quentin Tarantino
Año: 1994
Duración: 153 min.
Género: Crimen, Drama
País: Estados Unidos
Actores: Samuel L. Jackson, John Travolta, Uma Thurman, Harvey Keitel, Tim Roth, Amanda Plummer, María de Medeiros, Ving Rhames, Eric Stoltz, Rosanna Arquette, Christopher Walken, Bruce Willis

Tráiler:
 

 

¿Por qué ver Pulp Fiction?

• Esto sí es un clásico y no un Madrid-Barça.

• Obra maestra de Quentin Tarantino.

• Una película de acción poco convencional que marcó el mundo del cine. 

Normalmente escribimos en este parrafito un breve resumen de la película (eso sí, siguiendo la política de no-spoilers). Pero hoy no. Hoy voy a utilizar este párrafo para daros la bienvenida a un maravilloso género revienta-cerebros: el de las historias cruzadas. Os explicaré cuáles son las historias paralelas que se desarrollan en esta película de una manera magistral gracias a Tarantino.

  

Por un lado, tenemos a Jules (Samuel L. Jackson) y Vincent (John Travolta), dos sicarios que van a recuperar el misterioso maletín que le han robado a su jefe, Marcellus Wallace. De camino a la casa de los ladronzuelos, Vincent le comenta a Jules que el jefe le ha pedido que salga con su mujer, Mia Wallace (Uma Thurman), y Jules aprovecha para decirle que no se sobrepase o habrá consecuencias.

Luego está Butch (Bruce Willis), un boxeador al que Wallace soborna para que se deje ganar en el combate. Y la última historia es la de dos ladrones de poca monta (Tim Roth y Amanda Plummer), que deciden atracar la cafetería en la que estaban desayunando.

Quentin Tarantino organiza las tramas de una manera muy experimental, y, en mi opinión, consigue hacer lo que no consigue una historia desordenada que se ordena según se va contando. Y cuenta con una dificultad añadida: tiene siete protagonistas, no uno. Así que tiene que conseguir cambiar de una historia a otra sin perder al espectador por el camino.

Pero podría haber prescindido de los títulos para introducir algunas tramas. Por ejemplo, el que utiliza para introducir la historia de Vincent y Mia. Soy de las que piensan que las tramas bien organizadas se cuentan solas, y Tarantino ya lo tenía hecho. Los rusos lo utilizaban en los años 20 porque lo necesitaban, pero con lo bien que introduce Quentin cada una de las tramas, está de más.

Por lo demás, es una obra maestra. En una época en la que las películas de gángsters eran tendencia, Tarantino consigue darle la vuelta a la tortilla y contar una historia típica de una manera atípica, y la utiliza para hacer una muy buena reflexión sobre la violencia y la redención. A mí, francamente, me ha gustado, pero tampoco os voy a decir que es la mejor película del mundo porque creo que hay otras muy buenas.

Así que, si te gusta el cine negro, las estructuras experimentales y, por qué no decirlo, Samuel L. Jackson, que hace un papel de Oscar, te recomiendo verla.

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