martes, 1 de agosto de 2017

Juego de Tronos 7x03: La justicia de la reina

Juego de Tronos no pretende dejarnos descansar en ningún momento porque a cada capítulo se superan. La lucha está ya cerca y es hora de que todos los personajes se reúnan para luchar contra el enemigo común. Aunque parece que hay más de un enemigo, y no terminan de ponerse de acuerdo.

Un capítulo más, queda claro que Rocadragón va a ser el lugar más visitado de la temporada, porque es ahí donde empezamos, con Jon llegando a Rocadragón con Davos. Tyrion y algunos adeptos a Daenerys le están esperando para darle una recibida y, de paso, para esconder sus barcos para  que no huya, lo que a Jon no le da buena espina.

Y así se queda el Rey en el Norte cuando ve los dragones.
La llegada la está viendo Melissandre desde un acantilado y Varys va a hablar con ella, porque algo le resulta raro. Ella fue la que hizo posible la reunión al hablar sobre Jon a Daenerys y ahora parece que no quiere recibir al Rey en el Norte. La sacerdotisa roja le explica que no tuvo un buen final con Jon Nieve (aunque fue ella quien le resucitó, recordemos que mató a la pequeña Shireen Baratheon, hija de Stannis, y Davos estaba muy encariñado con ella). Sin embargo, está orgullosa porque ha cumplido su cometido: unir al hielo y al fuego. Así se llama el libro, al fin y al cabo, Canción de hielo y fuego. Tras esto indica que se va a Volantis y que, como Varys, debe morir en tierra extranjera. Por qué, es un misterio.

Tras esto llega el momento que todos estábamos esperando (yo especialmente), el encuentro entre Daenerys Targaryen y Jon Nieve. Ambos se presentan, en una conversación un tanto graciosa en la que el cargo de Jon Nieve, Rey en el Norte, queda ridiculizado ante los cargos de Daenerys (ya sabéis, todo aquello de Protectora de los Siete Reinos, heredera legítima, Rompedora de Cadenas y todo ese titular tan largo que acompaña a la Madre de Dragones, Vaya, eso también es un título). Y tras esto hablan de antepasados, sobre lealtad. Pero lo más importante de esta intensa conversación es que ambos ponen sobre la mesa lo que quieren: Jon ayuda contra los caminantes y Daenerys, aunque cree que lo tiene todo, quiere acabar con Cersei. Pero la Madre de Dragones no se cree la historia de Jon sobre los Caminantes Blancos del todo.


La conversación se ve interrumpida porque Daenerys recibe una noticia que tiene que ver con el final del capítulo anterior. Los barcos de los Greyjoy han sido arrasados y todos están desaparecidos... O muertos. Pero justo en ese momento rescatan a Theon del mar, que se defiende diciendo que no pudo hacer nada por su hermana, aunque lo intentó. Y no tardaremos en ver a Yara Greyjoy acompañada por Ellaria Arena y una de sus hijas, que son paseadas por Desembarco del Rey como una ofrenda a los Lannister. Concretamente, para la reina actual de los siete reinos: Cersei.

Cersei, cuando ve que Euron Greyjoy la es fiel, le promete lo que él pidió en el 7x01: matrimonio, pero solo cuando gane la guerra. Y, tras esto, va a ver a las mujeres de Dorne, que están encarceladas en una de las mazmorras. Allí recuerda a Ellaria la muerte de Oberyn a manos de La Montaña (por si no la recordáis, Clegane le clavó los dedos en los ojos hasta que salió sangre de una forma un tanto macabra y asquerosa). Y, por si no era suficiente, Cersei besa a la hija de Ellaria en los labios, tal y como hizo la mujer con Myrcella, la hija de Cersei. De este modo, sentencia a muerte a la muchacha, que tiene veneno en su organismo y sin la cura que Cersei se toma después. Parece que Cersei está sustituyendo todos esos "vergüenza" que aclamaba el público durante su paseo desnuda, por "venganza" en esta temporada.


En Desembarco del Rey seguimos, donde Cersei y Jamie mantienen un encontronazo muy apasionado, ya sin esconderse de nadie. Total, el secreto por el que Bran se quedó sin piernas lo conoce todo Poniente. Y, tras esto, Cersei recibe la visita de una persona del Banco de Hierro, pidiéndole dinero que deben y, de paso, hablando de Daenerys. Y Cersei deja las cosas claras sobre la mesa: un Lannister siempre paga sus deudas, así que ya saben de qué lado ponerse si quieren dinero.

Volvemos a Rocadragón, donde Jon Nieve sigue intentando cumplir su cometido y esta vez, habla con Tyrion. El enano tiene que lanzar un par de indirectas para que el bastardo diga que necesita vidriagón pero, cuando lo dice, Tyrion se lo dice a Daenerys e intenta convencerla para dárselo. Total, Daenerys no sabía ni que tenían ese material y si Jon lo necesita, puede ser un primer acuerdo para llegar a un pacto más adelante. Así que, más adelante, Daenerys cede y habla con Jon sobre el tema, diciéndole que le entregará el vidriagón.


Otro punto importante está en Invernalia, donde Sansa se está preparando para el invierno, dejando a todos asombrados sobre lo que sabe al respecto y lo previsora que es. Y, mientras tanto, Meñique está por ahí pululando, intentando ganarse a la chica.

Pero lo importante no es esto, sino que Bran Stark, al fin, llega a Invernalia. El segundo reencuentro Stark (primero de la temporada) se efectúa y los hermanos hablan. Que Bran siga vivo cambia las cosas, porque es el verdadero Señor de Invernalia. Pero Bran reconoce que no puede ser nada de eso porque ya es el Cuervo de Tres Ojos. Sansa, como es evidente, no entiende nada, pero no tardará en entenderlo. Y supongo que los demás no tardaremos en ver cómo, tan pronto como Bran aclare las imágenes que le llegan a la cabeza, se sabe la verdad sobre Jon Nieve.

Una cosa que nos quedó pendiente del capítulo anterior era Jorah Mormont y la psoriagris. Sam se ofreció en el 7x02 para intentar curarle y, sorprendentemente, en este capítulo lo consigue. Jorah está curado y agradece a Sam lo que ha hecho. Le debe la vida tanto a él como a Daenerys, con quien se va ahora pero, para despedirse, da la mano a Sam. Un gesto que dice mucho, puesto que la psoriagris se transmite por el tacto.


Sam habla con el maestre al respecto y se lleva un poco una reprimenda pero, también la gloria de haber hecho algo tan complicado con éxito. Sin embargo, parece que su único privilegio será seguir en la Ciudadela y leer unos cuantos de pergaminos que cogen polvo.

El final es tan impactante como el principio. Tyrion nos cuenta su plan para asaltar Roca Casterly, por las cloacas que él mismo diseñó. Mientras, vemos como los Inmaculados llegan a Roca Casterly pero, cuando se han hecho con ella, ven sus barcos destruidos, imposibilitando su salida de allí. Y faltan Lannister, ¿dónde estarán?

La respuesta es fácil: invadiendo Alto Jardín. No les cuesta más de lo necesario y, cuando Jamie Lannister llega hasta dónde está Olenna Tyrell, mantienen una conversación sobre la lucha Tyrell y, después, sobre la inminente muerte de Olenna. Cersei quería matarla bruscamente pero Jamie la convenció para matarla con un veneno, que Olenna se bebe en un segundo. No la veremos morir, pero sí que veremos sus últimas palabras. Ella fue quien echó el veneno en la bebida de Joffrey Baratheon (¿o debería decir Lannister?) y quiere que Cersei sepa que mató a su hijo.


Con esta confesión y la cara de impotencia de Jamie, acabamos un capítulo intenso que se corona como uno de los mejores de la serie, ya que alberga el momento más esperado durante las siete temporadas y que, sin duda, no ha defraudado. ¿Podremos ver en el siguiente otra reunión Stark y más escenas entre los últimos Targaryen vivos?

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