Juego de Tronos 7x01: Dragonstone

El invierno ha llegado.

Da igual la de veces que los Stark nos hayan advertido a lo largo de las seis temporadas anteriores o que estemos en pleno julio. El invierno ha llegado. Parece que Juego de Tronos se ha tomado en serio su regreso (retrasado para hacer una temporada más verídica y con tres capítulos menos) y eso que dicen de "series fresquitas que ver en verano". Porque vemos invierno en la pantalla, aunque estemos a cuarenta grados.

Y, para comenzar esta temporada, no empezamos con la mítica cabecera que todos tarareamos nada más aparecer. No. Como en contados capítulos, empezamos con una escena y, ¡vaya escena! Walder Frey está dando un banquete con su mejor vino a algunos de sus adeptos. Y, cuando se sirve el vino y todos brindan, comienza un discurso que pretende darnos pistas y ponernos en situación. Nos recuerda hechos como La boda roja, en la que Frey mató a unos cuantos Stark. Pero no a todos, eso nos lo recuerda él mismo, ¿o no? Porque empezamos a ver que sus adeptos empiezan a morir uno a uno, envenenados. Todos menos una muchacha. Y entonces Frey se quita su máscara, porque no es Frey el que ha montado todo eso, sino Arya Stark. Que recuerda a la única superviviente que el norte no olvida.

Después de este inicio, ya sí que podemos empezar a tararear. Pero seguimos impactados. Sin duda, una muy buena forma de comenzar. Y, para continuar, el capítulo nos va mostrando a todos los personajes principales, los que van a formar parte de esta batalla que se avecina. Entre ellos vemos a los caminantes blancos, la gran amenaza de esta temporada. Y, con ellos, a la persona que los está viendo: Bran Stark, que llega al Muro acompañado por Meera, la única superviviente de todos los que acompañaban a Bran en su travesía. Y en el Muro, cuando se enteran de que el recién llegado no es ni más ni menos que el hermano de Jon Nieve, le dejan pasar.

Con él continuamos este capítulo. Porque como he dicho, ha llegado el invierno, y no hay nadie que sepa mejor esto que los Stark. Así que, poniéndonos en situación de los que quedan vivos, vemos como el ahora rey en el Norte habla con sus aliados. Sabe que se avecina una guerra que no es por un trono, sino una guerra de supervivencia contra los caminantes. Y sabe que, para eso, necesitan gente, que no hombres. Porque sabe que las mujeres tendrán que luchar también. Y aquí entra la jovencísima Lyanna Mormont, que tiene las cosas más claras que Jon Nieve y que cualquiera, la verdad. Sin duda, un gran ejemplo y modelo a seguir.

Sansa Stark, como recordaremos de la temporada anterior, después de la muerte de Ramsay Bolton, también está con Jon Nieve en Invernalia, su hogar. Gracias a ella la batalla de los bastardos acabó bien para el bastardo Stark (que, si recordáis, no lo es tal, de hecho, es heredero Targaryen). Y la chica en este capítulo le recuerda que sí, que los caminantes son un peligro, pero también lo es Cercei. Sansa ha pasado por mucho a lo largo de las temporadas y comprende mejor que su hermano a los grandes villanos de la serie. Jon no termina de escucharla pero esperemos que en el futuro lo haga.

Porque Cercei se está preparando. La vemos en este capítulo, después de arrasar en el 6x10 el Septo de Baelor y el suicidio de su hijo, ante un gran mapa. Y cuando llega su hermano Jamie Lannister, mantienen una conversación en la que la mujer le recuerda que están llenos de enemigos por todos lados. Stark, Targaryen, Greyjoy... Todos son enemigos, y ellos están solos con su ejército. Necesitan aliados, y allí se presenta Euron Greyjoy que, despechado por sus sobrinos, busca en la reina una esposa y alguien a quien servir. Pero Euron no es conocido por su fidelidad, y Cercei no es tonta, así que le rechaza. Pero él promete luchar por conseguir su confianza... ¿Lo conseguirá?

No me olvido de Samwell Tarly (Sam para los amigos). Él está en la Ciudadela Antigua, más concretamente en la biblioteca. Llegó allí esperando poder acceder al conocimiento y parece que el único conocimiento que acaba teniendo es el de limpiar letrinas, servir comida con bastante parecido al contenido de las letrinas y colocar algunos libros. Hasta ahí su relación con los libros. Sin embargo, tras no poder entrar en una zona "prohibida" de la bilbioteca, Sam se las apaña para robar una llave y pasar. Y allí descubre en un libro dónde están las armas que necesitan para combatir a los caminantes: Rocadragón.

Pero antes de seguir con Rocadragón que, como podréis imaginar, será el sitio que más dará de qué hablar en esta temporada, tengo que hablar de otro personaje de este capítulo: El Perro (Sandor Clegane, hermano de La Montaña). Él está con La Hermandad sin Estandarte que, para que recordéis, son el grupito formado por Beric Dondarrion (la persona que muere y resucita constantemente) y su amigo el resucitador. Los habíamos visto en varias ocasiones y en esta lo que hacen es hablar sobre por qué revive una y otra vez. Y mirar en el fuego, que parece tener las respuestas a todas las preguntas. Que parece decirles que, si siguen con vida, es porque van a servir para un propósito.

Con un principio tan increíble, necesitábamos un final a la altura. Y qué mejor que acabar con una grande: Daenerys Targaryen. Ella llegaba a Poniente, más concretamente a Rocadragón. En una escena en la que podemos ver paisajes Vascos integrados entre escenarios conocidos de Juego de Tronos (como la sala de estrategia de Stanis Baratheon). Y Daenerys camina con Tyrion al lado y su séquito hasta llegar allí. No dice nada en toda la escena hasta el final y es una sola palabra: "¿Comenzamos?" Yo digo que sí, que empiece ya la lucha, que empiece a lo que nos tiene acostumbrados Juego de Tronos.

Aunque el inicio ha sido espectacular y, sin duda, un gran capítulo lleno de sorpresas, incluida la escena en la que Arya Stark va a dar con un grupo de soldados Lannister entre los que se encuentra Ed Sheeran, que canta una canción y comparte un poco de comida con la joven Stark, que les confiesa que va a matar a la reina, aunque se lo tomen a broma. También podemos ver cómo Meñique tiene alguna intención oculta con respecto a Sansa y como ni ella ni Brienne terminan de fiarse. 

Todo esto ha hecho del 7x01 un gran inicio de lo que promete ser una de las mejores temporadas de la serie. ¿Será la mejor hasta la fecha? Tendremos que comprobarlo en los seis capítulos restantes.