El final de la primera temporada ha llegado y vamos cerrando temas a la vez que abrimos otros.
Nos trasladamos al año 1936 cuando Elizabeth y Margaret son todavía niñas. Más concretamente viajamos a un día en el que ambas hermanas prometen delante de su padre que jamás harán algo que perjudique a la otra, prometerán que siempre estarán unidas.
Y es que eso puede que no vaya a cumplirse porque el romance de Margaret y Peter vuelve a ser el centro del episodio.
Así es, ya han pasado los dos años que le prometió la Reina a su hermana por lo que ahora Margaret será libre de casarse con quien quiera.
Pero eso no va a poder ser así. Parece que no le contaron todo lo que debería a la Reina en lo que concierne a esta ley. Y es que ahora parece que el Parlamento tiene que aprobarlo y tampoco es que la Iglesia esté muy de acuerdo en que la Princesa se case con un hombre divorciado. No olvidemos tampoco que en el caso de que aprobaran el matrimonio, la pareja tendría que esperar otra año más.
Esto hará que las hermanas no terminen de cerrar las cicatrices que se dejaron con la última discusión. Hemos visto como Peter vuelve al país para lo que sería la celebración más esperada en mucho tiempo. Margaret era muy querida por el pueblo y todo el mundo, incluso la prensa, la apoyaban para que los dos fueran felices.
Elizabeth a partir de este momento se debatirá entre la hermana y la reina que lleva dentro.
Ella quiere ayudar a su hermana, no pone ningún impedimento para que contraiga matrimonio con el hombre que quiere como ya hizo ella con Philip. Intentará buscar otras opciones como irse al extranjero para casarse y vivir un tiempo fuera lejos de la repercusión mediática que pudiese tener la boda.
Pero por otra parte tiene que ejercer como reina por lo que finalmente le negará el enlace rompiendo la promesa que le hizo a su padre muchos años atrás. Desde este momento harán pública su ruptura y Peter volverá a Bruselas para seguir su trabajo allí.
Pero seguimos con rupturas porque el matrimonio de Elizabeth y Philip se tambalea en la cuerda floja. Philip todavía no se siente lo suficientemente cómodo en su posición y no parece adaptarse a su nueva vida y a que su mujer sea una importante figura y le eclipse a él.
Por ello, para intentar superar este bache Philip será llamado para inaugurar los Juegos Olímpicos en Australia. pero no serán solo unas semanas porque ampliará su visita haciendo un tour por el país.
De esta manera nos despedimos de la Reina y le decimos hasta luego en un momento difícil en el que tendrá que ser fuerte por todos los frentes que hay abiertos.
Si os habéis quedado con ganas de más no os preocupéis porque esta no será la única temporada de la serie. The Crown podría tener incluso cinco temporadas o más.
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