jueves, 26 de enero de 2017

Shadowhunters 2x04: Day of Wrath

Tras un episodio emotivo, Shadowhunters vuelve con un episodio que está dispuesto a dejarnos con la boca abierta. Si es para bien o para mal tendréis que descubrirlo vosotros.

Todo empieza con Clary yendo a visitar a Jace a la Ciudad de Hueso, como si nada. Jace está en una celda súper moderna y le acaba diciendo que se tiene que alejar de él, y ella acaba haciéndolo. Así que vuelve al instituto, donde está su madre, que quiere hablar con ella.
Jocelyn va a ser deportada a Idris, y nadie puede hacer nada por cambiarlo. Así que como está casanda de huir, le ofrece a Clary la posibilidad de irse con ella. Y Clary se lo piensa porque claro, acaba de recuperar a su madre, pero ahora es una "chaujanter" (como dirían en el doblaje en español) más y no puede olvidarse de ello.


Como consecuencia de que Jace no esté, y como parece ser que no hay suficiente gente en el instituto, Clary tiene que ir con Izzy y con Alec a cazar a un demonio. En esta misión, a parte de que Alec exprese su poco agrado hacia Clary y lo encantado que estaría de que se fuera a Idris (porque claro, el instituto es como los pueblos pequeños y todo el mundo se entera de las conversaciones privadas), hacen un poco de CSI con un cuerpo y se lo llevan a una morgue que tienen en el instituto. Al meter el cuerpo en el instituto, lo que también entra es un demonio, mandado ni más ni menos que por Valentine, y que se cuela por los conductos de ventilación. Qué problemas da este demonio lo descubriremos más adelante.

Por otro lado, Simon sigue intentando abrir la caja de Camille sin éxito. Y parece ser que esa caja es la clave para encontrar a Camille, algo que le hace mucha falta a Raphael, que es torturado por Aldertree con un láser de rayos uva muy moderno que instalan en el instituto y que le hace unos cortes preciosos en la piel.

Qué maravilla de tecnología
Magnus también tiene su hueco en este episodio. En primer lugar, intenta tener una cita con Alec al principio del capítulo, aunque sin mucho éxito, y es que tienen problemas que solucionar. Y, en segundo lugar, porque Raphael va a verle después de la tortura de Aldertree. Si habéis leído los libros sabréis la relación tan especial que tienen Raphael y Magnus (y que es una de las pocas cosas que han respetado en la serie y me parece un buen guiño), así que cuando este le pide ayuda para encontrar a Camille, por mucho que a Magnus le duela, no puede negarse. Porque, como más adelante dice, los subterráneos a los que acoge, son como sus hijos.

¿Recordáis el demonio del instituto? Bien, pues tiene el poder de poseer los cuerpos de la gente. Intentan matarlo cuando se mete en un shadowhunter llamado Raj (invención de la serie, cómo no), pero no acaba muy bien, así que el demonio acaba metiéndose en el cuerpo de Alec y, mientras está ahí, mata a Jocelyn. Sin duda, esto es lo más surrealista del episodio. Ya que en los libros Jocelyn no llega a morir y tiene tramas importantes que, al parecer, han considerado que en la serie son innecesarias. Si al fin y al cabo iban a llevársela a Idris supongo que les daba igual quitársela de en medio.


Como consecuencia de la muerte de su madre, Clary, más que sentirse triste, se cabrea y utiliza toda esa rabia para matar al demonio, que en ese momento está en el cuerpo de Izzy, intentando matar a Alec. Así que, tras clavarle un cuchillo serafín de esos que tienen con luces en un punto de la espalda ideal para que el demonio salga pero no matarla (como toda una luchadora profesional), acaba matando al demonio en el aire, que se desvanece en una nube de purpurina.

Mientras tanto, Rapahel, Simon y Magnus consiguen abrir la caja de Camille, que contiene tierra de su tumba, esencial para invocarla. De este modo, cuando lo consiguen, Magnus echa la tierra al aire y Camille aparece. La encierra en una jaula y, tras un par de palabras con ella sobre su pasado en común, la manda a Idris.

No me olvido de Jace. Él sigue durante la mayor parte del episodio en la Ciudad de Hueso, donde también esta Hodge, encerrado en la celda de al lado. Allí está esperando a ser interrogado por la espada-alma. Aldertree es el que hace las preguntas llegado el momento, haciéndole preguntas que realmente no tienen mucho que ver con la razón por la que está ahí, como los verdaderos sentimientos que tiene por Clary.

Da gusto cómo se ilumina la espada
Después del interrogatorio con la espada-alma (que es una verdadera joyita de escena), Jace está dispuesto a suicidarse con la espada, pero los hermanos silenciosos lo impiden. Los mismos hermanos silenciosos que mueren a manos de Valentine, que llega a la Ciudad de Hueso dispuesto a llevarse la espada y a Jace, aunque lo segundo no lo consigue. Jace acaba salvando la vida de Aldertree (aunque no la de Hodge, que muere de una forma un tanto absurda), y como consecuencia este le deja volver al instituto con su familia.

En el instituto Jace se encuentra a una Clary en estado de shock que está empezando a asimilar que su madre está muerta y a Alec intentando curar a Izzy. Simon también va al instituto en ese mismo momento, y va corriendo a abrazar a Clary, dejando a Jace sin otra cosa que hacer que ir con sus hermanos, aunque no hubiese sido la primera cosa que hubiese hecho.


Este capítulo nos deja con drama asegurado para los próximos capítulos e incógnitas que ni los lectores de los libros podemos resolver, dado que la serie está tomando un rumbo tan diferente. Además, nos deja el gran descubrimiento de una nueva runa que hace que quien se la ponga vea el rastro que dejan los demonios como si fuese pintura fluorescente.

¿Qué nos deparará el próximo capítulo de Shadowhunters?

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