The Crown 1x09: Assassins

Dejamos de lado las peleas de hermanas y nos situamos en el año 1954 cuando Porchey, el cuidador de los caballos le propone matrimonio a la que será su esposa. Y os preguntaréis, ¿por qué hablo de este hombre?

Pues porque la chica duda en decir el "sí quiero" porque está celosa por la Reina, de quien Porchey estuvo una vez enamorado.

Y es que este personaje dará mucho juego en este episodio. Philip y Elizabeth no se encuentran en su mejor momento. Philip sigue saliendo cada noche sin dar explicación alguna y la Reina empieza a cansarse de la situación en la que se encuentran ambos.

Esto causará que Elizabeth vuelva a tener contacto con Porchey, incluso tendrá una línea directa, algo que se le ha negado a uno de los amigos de Philip. Empezarán a pasar más tiempo juntos, debido sobre todo a un tema que les concierne a los dos: los caballos. Tras haber ganado varias carreras el caballo de la Reina tendrá otro propósito: tener descendencia. Juntos buscarán a la yegua adecuada para ello.

Otro de los temas importantes que se trata en el capítulo vuelve a ser la dimisión de Churchill. El Primer Ministro cumple 80 años, pero él no ve el fin de su gobierno.

Con motivo de celebración una delegación del Parlamento le quiere rendir un homenaje y por ello contratan a Graham Sutherland para realizar un retrato. Al principio Churchill se negará pero finalmente aceptará e incluso presidirá la presentación al público.

Durante la realización de la pintura los dos hombres poco a poco se irán entendiendo incluso llegarán a confiar y sincerarse el uno en el otro. También es, en parte, porque a Churchill le encanta el mundo de la pintura y entiende de ello.

Aunque ahora llega lo peor de la historia. Este cuadro terminó calcinado en el jardín debido al descontento que hubo con respecto a la pintura. Por ello se dice que el cuadro más famoso del político no existe. Aunque hay quien dice que todavía alguien lo puede conservar y que fingió su pérdida debido al valor que tiene.

Finalmente Churchill dimitirá y dará paso a Anthony Eden.

Volviendo al matrimonio inglés, sus peleas continuarán y el descontento en la reina será notable. Pero esto da paso a una de las mejores escenas del capítulo.

Mientras se preparan para una cena de despedida de Churchill, la Reina le echa en cara a su marido que ella no tiene nada que esconder, que Porchey es solo un amigo. Porque claro, Philip está celoso de su relación y empieza a pensar cosas que no son. Enfrentándose a él y pidiéndole que le mire a los ojos y le diga a la Reina que es la única persona a la que realmente ha querido, él agacha la cabeza y evade la pregunta.

Tan solo queda un episodio y parece que ahora se producirá un cambio. Veremos que nos depara el final de una gran serie.