miércoles, 30 de noviembre de 2016

The Crown 1x05: Smoke and Mirrors

Como se está volviendo costumbre en la serie, viajaremos al pasado: al 11 de mayo de 1937.

Se trata de una fecha muy importante; al día siguiente el rey George VI será coronado. Volveremos a ver al difunto rey tratando con su hija, a la que pide ayuda para prepararse para la ceremonia. Esta será una de las escenas más sentimentales del episodio: vemos el lado más fraternal de George con Elizabeth. Además si leemos entre líneas podemos pensar que está preparando a su hija para lo que tendrá que hacer en un futuro.

Después de que el Rey pronuncie lo debido, nos trasladamos de vuelta al presente con la misma imagen que dejábamos atrás: una Elizabeth con la corona sobre la cabeza.


También volveremos a uno de los temas que tuvo especial en el capítulo anterior: el título de piloto de Philip, que querrá ser la persona que menos tiempo tarde en aprobar de todo Reino Unido. Esta vez solo lo mencionarán sin centrarse mucho más de lo que se debe. Se tratarán otros temas de más importancia.

Pero seguimos sin dejar de lado a Philip. Esta vez la Reina tratará de que su marido sea el presidente de su comité de coronación. La mayoría de los miembros no estarán de acuerdo puesto que ya están todos los puestos asignados, además de que ha sido casi siempre la misma familia quien ha ocupado el puesto.

La Reina, por ser quien es, conseguirá todo lo que se proponga.


En este quinto episodio también volveremos a ver a Edward, ahora asentado en el Bosque de Boulogne, en París. Allí recibirá la noticia de que su madre se encuentra peor y será preciso su presencia en Londres, lugar al que odia. A pesar de su desagrado viajará al país inglés y pasará cada tarde con su madre. 

Entre visita y visita le llega la noticia de que como Duque sí recibirá invitación para la coronación de su sobrina, sin embargo su mujer, de la que ya hablamos en anteriores capítulos, sigue sin ser aceptada y por lo tanto no recibirá la invitación. Edward para mostrar su desacuerdo rechazará la invitación.

Tristemente, y de la misma manera que su hijo, la Reina María morirá mientras dormía. Durante el funeral Philip recalcará a su mujer que es exactamente igual que el de su padre: mismo discurso, mismos invitados... Esto llevará a un cambio.


Es Philip quien hace que la coronación sea retransmitida por la televisión y todo el mundo se sienta parte del país. Servirá para que el pueblo participe en la monarquía, sea testigo de lo que sucede.

Esto fue el comienzo de una nueva era. No solo se retransmitió por televisión sino que también se cambió el texto y hubo nuevos invitados que nunca se pensó que estarían en la Abadía. 

Está claro que Elizabeth y Philip, dos personas que no esperaban llegar tan pronto al trono de Reino Unido, cambiaron de una forma destacable la forma de la monarquía. Se nota que tenían claro quiénes querían ser y qué es lo que querían hacer con sus vidas y con las de sus súbditos.

Con las mismas palabras con las que ya nos despedimos en anteriores episodios nos despiden ahora: God Save the Queen.

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